Jean-Guy Allard
Unos 293.000 jóvenes estadounidenses son víctimas potenciales de las redes de prostitución en Estados Unidos y la gran mayoría de ellos son niños en fuga o expulsados de sus casa por los propios padres y que viven en la calle, reconoce el sitio web del Departamento de Justicia estadounidense en una sección sobre el trafico sexual de menores.
En el país que una vez más intenta difamar a la Isla al incluirla en un informe del Departamento de Estado sobre la trata de personas, decenas de miles de jóvenes abandonados por sus familias “recurren a la prostitución para conseguir el dinero que les hace falta para sobrevivir o adquirir lo que desean o necesitan”.
“Otros jóvenes están reclutados en la prostitución por secuestro forzado (sic), las presiones de los padres o por arreglos engañosos entre los padres y los traficantes”, señalan los autores del reporte, que citan varios estudios que confirman estas aserciones.
“Una vez que estos muchachos se encuentran involucrados en la prostitución, son forzados a viajar lejos de su lugar de origen y, como resultado, son aislados de sus amigos y familias. Pocos de ellos son capaces en esta situación de desarrollar nuevas relaciones con otros o con adultos que no sean los que abusan de ellos. El estilo de vida de estos niños gira alrededor de la violencia, uso forzado de la droga y amenazas constantes”.
El texto oficial revela que entre los niños y adolescentes que viven en la calle en Estados Unidos “el envolvimiento en la actividad sexual comercial es un problema de proporción endémica”.
“Aproximadamente el 55% de las muchachas de la calle se dedican en la prostitución formal” y “de ellas, un 75% trabajan con un proxeneta” en “servicios de escoltas” y de masajes, clubes privados, eventos mayores de deporte, congresos y viajes de turismo.
La quinta parte de los niños son captados por redes nacionales del crimen. “Son transportados a través de Estados Unidos y reciben a menudo falsas piezas de identidad para evitar ser arrestados.
El promedio de la edad de las muchachas víctimas de la prostitución es de 12 a 14 años mientras que los muchachos son de 11 a 13, señala el informe.
En otra pagina de su sitio web, el Departamento de Justicia confiesa cómo la Internet se ha convertido en el vehículo privilegiado de la pornografía infantil, cuyos autores son protegidos por el laberinto de la red de redes.
Muchas de estas jóvenes son influenciadas por la “cultura popular” que hace a menudo la apología de la prostitución y de los proxenetas, revelan estudios citados.
El sitio del Departamento de Justicia admite que los recursos que necesitan las muchachas recogidas en la calle -tales como un albergue, atención médica, terapias- no están disponibles cuando las llevan ante un tribunal.
En materia de tráfico de personas, la prensa estadounidense ha reportado distintos casos de mujeres mexicanas o centroamericanas engañadas o secuestradas y llevadas a territorio estadounidense, donde están forzadas a trabajar en la industria del sexo.
Un caso que hizo los titulares es el de un tal Jeff Botts quién “traficó” con unas 12.000 mujeres procedente de China, Ucrania, Rusia y Japón hacia Estados Unidos.
La producción estadounidense de pornografía "en línea" que inunda al mundo, alcanza cada año niveles récord de ingresos. Los últimos datos disponibles establecen en unos 13,62 billones los ingresos de la industria pornográfica estadounidense.
Los ataques de Estados Unidos a Cuba con el propósito de perjudicar la imagen de la isla, sólo son los últimos de una larga serie de calumnias, mentiras y fabulaciones de Washington en su guerra sucia contra la Revolución cubana.
En el país que una vez más intenta difamar a la Isla al incluirla en un informe del Departamento de Estado sobre la trata de personas, decenas de miles de jóvenes abandonados por sus familias “recurren a la prostitución para conseguir el dinero que les hace falta para sobrevivir o adquirir lo que desean o necesitan”.
“Otros jóvenes están reclutados en la prostitución por secuestro forzado (sic), las presiones de los padres o por arreglos engañosos entre los padres y los traficantes”, señalan los autores del reporte, que citan varios estudios que confirman estas aserciones.
“Una vez que estos muchachos se encuentran involucrados en la prostitución, son forzados a viajar lejos de su lugar de origen y, como resultado, son aislados de sus amigos y familias. Pocos de ellos son capaces en esta situación de desarrollar nuevas relaciones con otros o con adultos que no sean los que abusan de ellos. El estilo de vida de estos niños gira alrededor de la violencia, uso forzado de la droga y amenazas constantes”.
El texto oficial revela que entre los niños y adolescentes que viven en la calle en Estados Unidos “el envolvimiento en la actividad sexual comercial es un problema de proporción endémica”.
“Aproximadamente el 55% de las muchachas de la calle se dedican en la prostitución formal” y “de ellas, un 75% trabajan con un proxeneta” en “servicios de escoltas” y de masajes, clubes privados, eventos mayores de deporte, congresos y viajes de turismo.
La quinta parte de los niños son captados por redes nacionales del crimen. “Son transportados a través de Estados Unidos y reciben a menudo falsas piezas de identidad para evitar ser arrestados.
El promedio de la edad de las muchachas víctimas de la prostitución es de 12 a 14 años mientras que los muchachos son de 11 a 13, señala el informe.
En otra pagina de su sitio web, el Departamento de Justicia confiesa cómo la Internet se ha convertido en el vehículo privilegiado de la pornografía infantil, cuyos autores son protegidos por el laberinto de la red de redes.
Muchas de estas jóvenes son influenciadas por la “cultura popular” que hace a menudo la apología de la prostitución y de los proxenetas, revelan estudios citados.
El sitio del Departamento de Justicia admite que los recursos que necesitan las muchachas recogidas en la calle -tales como un albergue, atención médica, terapias- no están disponibles cuando las llevan ante un tribunal.
En materia de tráfico de personas, la prensa estadounidense ha reportado distintos casos de mujeres mexicanas o centroamericanas engañadas o secuestradas y llevadas a territorio estadounidense, donde están forzadas a trabajar en la industria del sexo.
Un caso que hizo los titulares es el de un tal Jeff Botts quién “traficó” con unas 12.000 mujeres procedente de China, Ucrania, Rusia y Japón hacia Estados Unidos.
La producción estadounidense de pornografía "en línea" que inunda al mundo, alcanza cada año niveles récord de ingresos. Los últimos datos disponibles establecen en unos 13,62 billones los ingresos de la industria pornográfica estadounidense.
Los ataques de Estados Unidos a Cuba con el propósito de perjudicar la imagen de la isla, sólo son los últimos de una larga serie de calumnias, mentiras y fabulaciones de Washington en su guerra sucia contra la Revolución cubana.
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