À procura de textos e pretextos, e dos seus contextos.

05/06/2010

Europa en la tenaza de la crisis

Stephanie Blankenburg

Desarticulación:la mitología griega cuenta que en el estrecho de Messina había dos bellas mujeres transformadas en monstruos asesinos: Escila y Caribdis. Los marinos que intentaban alejarse de una, caían en las garras de la otra. La imagen traduce bien la actualidad de Europa, presa entre el capital financiero sediento de ganancias y gobiernos imperialistas incapaces de sostener la dinámica de unificación dominante durante medio siglo. La respuesta generalizada de los gobiernos a la crisis económica consiste en subas de impuestos al valor agregado, despidos forzosos de cientos de miles de trabajadores del sector público, ventas precipitadas de activos estatales y rebaja de impuestos al gran capital. Las víctimas actúan como espectadores enfurecidos del desmantelamiento violento de lo que quedó de sus Estados de bienestar y sus conquistas sociales seculares.

Europa enfrenta su peor crisis desde 1945. En el caso de la Unión Monetaria Europea (UME), integrada por los 16 Estados miembros de la Zona Euro, se trata de una crisis existencial. Más allá de la moneda, está en juego un proceso de integración regional político-económica de más de medio siglo. Los responsables y también los principales protagonistas de una batalla desastrosa sobre el futuro del euro y del proyecto de integración europeo son las “jaurías de lobos” –como calificó el ministro sueco de finanzas a los especuladores financieros– y los desatinados gobiernos neoliberales de los países líderes de la Unión Europea. Atrapados entre Escila y Caribdis o, según el dicho inglés, entre una roca y un lugar duro, las infortunadas víctimas de la espantosa debacle del capitalismo europeo de principios del siglo XXI, por el momento son espectadores enfurecidos, de vez en cuando lanzando piedras en las calles, pero básicamente paralizados, mirando con horror el desmantelamiento violento de lo que quedó de sus Estados de bienestar, sus sectores públicos, sus trabajos, salarios y pensiones.

Por muy tumultuosos que sean, los acontecimientos en curso en Europa no tienen nada sorprendente por sí mismos: para que un sistema financiero funcione en el sentido de facilitar la producción y el crecimiento económico, el Estado tiene que tener la capacidad de controlarlo. Como lo sabe muy bien cualquier gobierno de países en vías de desarrollo, en el caso contrario los especuladores financieros hacen estragos las políticas económicas de los Estados. Desde hace casi 60 años Europa Occidental ha promovido la integración de sus mercados, pero no posee un Estado unificado. El Estado acéfalo de la Unión Europea (UE, integrada por 27 países, a diferencia de la UME), debilitado por la crisis económica global y por décadas de regímenes neoliberales, es presa fácil de los depredadores financieros, pillando el mundo post crisis en búsqueda de alta rentabilidad. La gravedad de la situación no se debe al hecho de que las “jaurías de lobos” ataquen un Estado débil más, sino a que el desmantelamiento de décadas de esfuerzos para superar las fuerzas políticas más destructivas del siglo XX –las guerras civiles e imperiales de Europa; dos guerras mundiales con un mínimo de 80 millones de muertos– significará una victoria retumbante para el capital financiero. Y para nadie más.

¿Por qué Grecia?

Grecia tiene 11 millones de habitantes, aporta el 2,6% del producto interno bruto (PIB) de la UE, y tiene un nivel de productividad comparable al de España, equivalente a algo más del 50% de la productividad de Estados Unidos. Entre 1997 y 2007 la tasa promedio de su crecimiento económico anual era del 4%, es decir, casi el doble del promedio anual de la UE. Debido a la crisis global de 2008, el crecimiento del PIB griego desaceleró al 2% y en 2009 la economía entró en plena recesión: el PIB se contrajo un 2%, las exportaciones griegas cayeron un 36%, y la tasa de desempleo subió del 7.5% en 2008 al 9% en 2009 y al 10% al día de hoy.
Las primeras señales de alarma sobre las implicaciones fiscales de la crisis financiera global para la zona euro sonaron inmediatamente. Desde octubre de 2008 no sólo comenzó a subir el costo de seguros sobre títulos de deuda soberana (bonos de tesorería) contra el riesgo de incumplimiento de pago a tiempo (los famosos “credit default swaps” o swaps de incumplimiento crediticio) en los mercados financieros, sino también comenzó a ensancharse el margen entre las tasas de interés para seguros sobre la deuda soberana de diferentes países europeos.
Desde el comienzo era más probable que la deuda griega sería la primera víctima de la inminente “crisis de credibilidad y confianza” de los mercados financieros. En primer lugar, un pago de deuda griega de 20 mil millones de euros vencía entre abril y mayo de 2010, y sin financiamiento Grecia caería en una cesación de pagos. A diferencia de Argentina en 2001, el gobierno griego no tiene ningún control sobre su moneda ni sobre su tasa de cambio. Este control está firmemente en manos del Banco Central Europeo (BCE) en Frankfurt, Alemania. Al mismo tiempo, los países miembros de la UME emiten sus propios bonos de tesorería, ya que no existe una tesorería europea. ¿Pero quién iba a comprar bonos griegos a estas alturas? O más bien: ¿a qué tasas de interés? Grecia, entonces, se encontró en la situación poca envidiable de un Estado responsable de sus deudas denominadas en una moneda que no es la suya y comerciadas en los mercados financieros globales.

Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), de Thomson Reuters Datastream, del Citigroup y de Eurostat (el brazo estadístico de la Comisión Europea), a un 115% de su PIB, la tasa del endeudamiento bruto (el total acumulado de pasivos del Estado) de Grecia es la segunda más alta en Europa Occidental. Al 13,6% de su PIB, el déficit fiscal griego también es muy alto relativo al promedio de la UE, superado en Europa Occidental solamente por Irlanda. Sin embargo, el componente estructural de este déficit (es decir, la parte que no se explica solamente por factores temporales cíclicos como la crisis financiera global) queda por debajo de Irlanda, del Reino Unido y de Estados Unidos. A esto se añade un déficit comercial perenne, el cual subió a 42,8 mil millones de euros en 2009, en parte a causa de la contracción de las exportaciones griegas ya mencionadas.
Aunque estos indicadores ciertamente no son favorables, tampoco son extraordinarios en relación a la situación económica de otros países europeos: en España la deuda del sector público sumará este año un 55% del PIB (por tanto quedándose por debajo del límite del 60% del PIB prescripto por el Tratado de Maastricht para los Estados miembros de la zona euro), pero su déficit fiscal llegó al 11,4% del PIB en 2009, y su tasa de desempleo del 19% es mucho más elevada que la de Grecia. En Irlanda, las tasas de endeudamiento bruto son más bajas, mientras su déficit fiscal en 2009 era más elevado que el de Grecia. El balance financiero de Italia es más precario que el de Grecia, tanto respecto al endeudamiento bruto como al déficit fiscal.
De hecho, fue un solo indicador económico que selló el destino de la economía griega: una tasa de recaudación impositiva del 12%, con su recaudación impositiva llegando acaso al 4,7% del PIB, frente al 8% promedio de la UE. Detrás de este indicador lapidario se esconde un Estado débil y fragmentado, víctima de su propia historia, pero sobre todo de su infortunada ubicación geográfica, la cual lo transformó en uno de los peones de la guerra fría. Pero ni los especuladores financieros ni los actuales gobiernos europeos se interesan mucho en la Historia, sobre todo en la suya. Para ellos, el “fin de la Historia” ya llegó tras la caída del muro de Berlín.

Monstruosa “danza de los lobos”: de la crisis griega a la crisis del euro

Una vez identificada Grecia como punto débil de la UME, los jefes de las “jaurías de lobos”, las agencias de crédito, entran en acción, bajando la clasificación crediticia del país. Poco importa que el miembro más poderoso del club, Goldman Sachs, se hubiese enriquecido durante años a través de rentables pero poco responsables negocios para embellecer la imagen fiscal del país, canjeando sus crecientes deudas de formas cada vez más opacas. La re-clasificación de la deuda griega significa un alza de los precios de los CDOs (Collateralized Debt Obligation, papeles respaldados por bonos y otras obligaciones) sobre esta deuda, y una rebaja del precio de bonos griegos. De esta manera se preparó el terreno para exigir a Grecia el precio deseado: un paquete de austeridad que eliminará el Estado de bienestar y reducirá al sector público al mínimo requerido para garantizar el supuestamente libre funcionamiento del mercado. Solamente si Grecia llegaba a convencer a “los lobos” de que iba en serio, podría recuperar su capacidad de refinanciar sus deudas.
Sin embargo, con la fecha de vencimiento de su primer pago de deudas tan cercano, el verdadero blanco del alarido de “los lobos” era otro: por muy drásticas que fueran las promesas, no quedaba tiempo para que Grecia las implementara. Se trataba de forzar a la UME a responsabilizarse por las deudas de sus Estados miembros y así bajar el riesgo para los especuladores financieros.
Entran en el escenario los antiguos lacayos de los mercados financieros. Pero resulta que han sido tan bien adoctrinados que en vez de jugar su papel asignado –garantizar el pago de las deudas a precios convenientes a los especuladores– más bien refuerzan su alarido: el BCE se niega a comprar bonos de tesorería griegos para refinanciar la deuda. Durante largos meses, Angela Merkel, canciller de Alemania, mantiene una posición de intransigencia en contra de un rescate financiero de Grecia por la UME. Mientras tanto, su nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, viajó a Grecia a principios de 2010 para asegurar que no serán los industriales alemanes del avión de combate “Eurofighter” a los que se castigará. En 2009 Grecia gastó en armamento nada menos que 7 mil millones de euros, es decir, 610 euros anuales por persona o 2440 euros anuales por cada familia de cuatro, debido al conflicto perenne con Turquía. Alemania gastó 389 euros por persona. Y sus países clientes más importantes para armas son Turquía y Grecia.
Aparte de la industria de armas, sobran los Bancos alemanes (y franceses) con posiciones importantes en el mercado de la deuda griega. Finalmente, la opinión pública en Alemania se opone ferozmente a un rescate financiero de Grecia por parte de la UME. El por qué de este sentimiento público sería material para otra nota. Por ahora basta decir que se trata de una mezcla de miedo frente a la crisis económica más grave desde hace un siglo (“sálvese quién pueda”), de ignorancia completa de cómo funcionan las finanzas de una economía capitalista tras décadas de propaganda neoliberal y de un nacionalismo renaciente virulento, sobre todo en Alemania. A esta coalición reaccionaria habría que añadir la prensa alemana, en gran parte incendiaria y abiertamente nacionalista.
Frente a la inesperada, y desde su punto de vista, torpe intransigencia de Merkel, los mercados financieros entraron en pánico y aumentaron su presión para forzar la “nacionalización” de las deudas de la zona euro. Así, suben los precios de los CDOs no solamente de Grecia sino también de España y Portugal. El 2 de mayo Merkel dio marcha atrás por primera vez y acordó un paquete de rescate para Grecia de 110 mil millones de euros, cofinanciado por la UME y el FMI. Pero ya es tarde –la especulación financiera sobre los bonos de tesorería de otros países europeos está en pleno auge. El 8 de mayo la UME entró en sesión de emergencia y acordó otro plan de rescate de 750 mil millones de euros, esta vez para toda la zona euro. El BCE también retrocedió y comenzó a comprar bonos de tesorería de países deficitarios. El día siguiente, Merkel perdió las elecciones en el Estado alemán de Renania del Norte-Westfalia.

El concurso absurdo de la austeridad

No cabe duda: ganaron los “lobos”. El acuerdo del 8 de mayo significa que los Estados miembros de la zona euro podrán pagar sus deudas a tiempo, incluso la parte de estas deudas que contrataron para rescatar sus sectores financieros tras la crisis financiera global de septiembre de 2008. La élite de los políticos neoliberales al timón de la UE salió debilitada de la debacle, enganchándose en recriminaciones entre “halcones” y “palomas” en el BCE, entre Alemania y Francia y al seno del círculo interno de Merkel. Pero el verdadero drama está por comenzar: la garantía de pago de las deudas soberanas de la zona euro está condicionada de una manera brutal, por lo menos en Europa. La carrera entre los gobiernos de países deficitarios para imponer medidas de austeridad que les permita el acceso al paquete de rescate cuando venzan sus primeros pagos de deuda, se acelera cada día más: subas pronunciadas de impuestos al valor agregado, despidos forzosos de cientos de miles de trabajadores del sector público por país, rebajas feroces de salarios y pensiones para los que sobreviven la masacre de los sectores públicos, ventas precipitadas de activos estatales, alzas de impuestos sobre ingresos salariales (y, por supuesto, rebajas de impuestos sobre las sociedades de niveles ya históricamente bajas). La fiebre de la austeridad tampoco se limita a los países miembros de la zona euro. En el Reino Unido, donde los resultados inconclusos de las elecciones del 6 de mayo finalmente llevaron al poder al conservador David Cameron y su coalición conservadora-liberal, el nuevo gobierno ha anunciado un presupuesto de emergencia para junio. Las medidas previstas incluyen la eliminación de 300 mil puestos en el sector público, la posible privatización de la red nacional de autopistas, un alza muy pronunciada del pago de matriculación universitaria, la reducción de varios beneficios sociales, cortes o una congelación de casi todos los presupuestos ministeriales y, eventualmente, un parlamento mucho más pequeño. Como lo puso un nuevo ministro: esto es para comenzar… y largamente por debajo de lo requerido si Grecia, España o Portugal cuentan cumplir con las condiciones concordadas en Bruselas.

¿El súper-Estado europeo se esfuma?

Nada de esto tiene el más mínimo sentido económico o político: las economías europeas llevan años de sufrimiento por las políticas deflacionarias impuestas por el régimen obsesivamente monetarista del BCE y por gobiernos neoliberales. La crisis financiera global ha reforzado aún más esta tendencia deflacionaria latente. Aumentar el desempleo, empobrecer a más gente día por día y, por tanto, estrangular por completo la ya deficiente demanda interna no solamente llevará a Europa a una crisis económica mucho más pronunciada que la presente. También pondrá en peligro la lenta recuperación económica del mundo entero y terminará por aumentar (más que reducir) el nivel de endeudamiento de países ya en dificultades. Además, en muchos países sobre todo en Europa Mediterránea, las condiciones impuestas por Bruselas simplemente no son políticamente viables. A la crisis económica se añadirá la desestabilización política. En las filas tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda no faltan los que se frotan las manos frente a la posibilidad de una desintegración económica y política de la UE, y de lo que perciben como un súper-Estado fallido, sea porque todo Estado es enemigo de la libertad individual, sea porque es un Estado capitalista. Desde una perspectiva izquierdista-progresiva el error no podría ser más grave: una Europa fracasada, desintegrada y fragmentada será una Europa destructivamente nacionalista y violenta. El proceso de integración europea comenzó a finales de los años 1940, con la idea, promovida por personajes tan diferentes como el socialdemócrata alemán, víctima de los campos de concentración del fascismo alemán, Kurt Schumacher, y Jean Monnet, empresario y hombre político francés, convencido de que el único camino hacia una Europa pacífica que no fuera nunca más la principal responsable de la horrenda desolación y destrucción de dos guerras mundiales, era a través del fortalecimiento decisivo de los lazos económicos, comerciales, institucionales y políticos entre sus pueblos. Por cierto, que esta idea fundadora ha sido traicionada mil y una veces desde entonces. Pero el único ganador de la desaparición de un Estado europeo serán las “jaurías de lobos”.

En primer lugar, lo que queda en Europa de movimientos izquierdistas tiene que enfocarse en algo tan poco romántico como el BCE. Solamente si el BCE comienza a emitir bonos euro, y en masa, se puede detener la terrible espiral descendente de austeridad y fragmentación política. El BCE, junto con sus aliados más poderosos en Alemania, es el centro del poder reaccionario en Europa, siendo también el único Banco Central del mundo sin siquiera tener responsabilidad formal frente al Parlamento. De ahí se necesita una unión fiscal con una tesorería europea. Solamente si se alcanzan estos dos pasos, se abre el camino hacia cambios más fundamentales: la reconstitución y la “europeización” sistemática de sindicatos y movimientos populares, y la reconquista del Parlamento europeo para empujar cambios constitucionales y políticos que permitan una evolución de Europa hacia una democracia emancipadora en manos de sus trabajadores y trabajadoras. Sin una política económica expansiva que no ahorque inmediatamente a cualquier voz progresiva, por muy tímida que sea, no habrá ningún espacio para ninguna forma de progreso político. Si se logra romper el abrazo estrangulador del BCE y del gobierno alemán sobre Europa, quedará algo de tiempo para pelearse sobre el detalle del proyecto emancipador para Europa.

Por ahora, lo que se ganó es un breve respiro: el acuerdo del 8 de mayo asegura, aunque no por mucho tiempo, que la opción de países como Grecia de salir de la zona euro sigue siendo demasiada costosa: no solamente cualquier “nueva-vieja” moneda nacional sufrirá una devaluación inmediata de por lo menos 50%, sino que las deudas quedarán denominadas en euros. Además no cabe ninguna duda de que, a más tardar en 2011, la deuda griega será reestructurada y amortizada en un mínimo del 30-40%. La élite neoliberal de Europa está aprendiendo sus lecciones frente al ataque de los “lobos” sobre su proyecto europeo. Hace falta que la izquierda, no solamente en Europa sino en cooperación con sus aliados en todo el mundo, también aprenda y utilice esas lecciones el breve espacio que queda para empujar su propio proyecto europeo, sin Escila ni Caribdis acechando a ambos lados del estrecho.

http://www.americaxxiweb.com/numeros/0062/index0062.html

Plus 28% de bénéfice pour HP: 9 000 licenciés!

HP, au même moment que, fin mai, le groupe annonçait un bénéfice net en hausse de 28% sur un an (2,2 milliards) et revu à la hausse ses prévisions, le groupe se lance dans l’automatisation de ses centres de données et compte économiser ainsi 500 millions d’euros. Seul hic, cela suppose 9 000 suppressions de postes sur trois ans ! Les suppressions concernent principalement la filiale EDS, achetée en aout 2008 pour 13,9 milliards de dollars et en passe d’être réorganisée.

Pour réussir son plan, l’entreprise investira 820 millions d’euros dans des centres de données automatisés. Le groupe indique également que 6 000 emplois seront créés. Le groupe déclare « En conséquence de ces gains de productivité et d’automatisation, HP prévoit de supprimer environ 9.000 emplois sur plusieurs années pour réinvestir dans la croissance et améliorer la valeur pour les actionnaires ».

L’amélioration de la valeur pour les actionnaires, HP connait ça par cœur, c’est un champion ! Il faut rappeler que l’entreprise HP est une habituée des plans de licenciements depuis 2002 principalement (-20% d’effectifs en France) et a continué en 2005 (-14 500 emplois dans le monde). En 2008, EDS sacrifiera 24 600 emplois dont 750 en France. Puis 6 400 en 2009 ! Maintenant –9 000 dont 90% chez EDS ! Mais le Comité d’entreprise d’EDS souligne la responsabilité de l’entreprise : « La lourde responsabilité d’EDS : Depuis 20 ans, EDS ne s’est jamais tenue à une stratégie constante dans le domaine applicatif : rachats suivis de reventes, politique commerciale incohérente, évolution en dents de scie des effectifs, acceptation ou refus du sous-emploi selon les époques, PSE, ... C’est ainsi qu’APPS se retrouve avec des entités à l’abandon et une situation régulièrement déficitaire. Pour tenter d’équilibrer les comptes, la formation a régulièrement servi de variable d’ajustement comme s’il s’agissait d’une charge alors que c’est la base du développement dans les métiers d’EDS. 
EDS n’a pas assumé ses responsabilités d’industriel. 
EDS fait maintenant le choix de céder une partie de cette activité et se débarrasse de salariés usés par ces revirements constants de stratégies et fragilisés par un manque chronique de formation et, pour certains, un sous emploi trop fréquent. EDS devra assurer l’entière responsabilité des conséquences qui pourraient en résulter pour les salariés, qu’ils soient cédés ou non. »

EDS n’est vraiment pas un cadeau pour un employé : pas de bonus, pas d’épargne salariale, pas de participation, pas de véhicules de société. De plus les salaires y sont peu élevés : un chef de projet de 20 ans d’ancienneté gagne 2 500 euros net. Pourtant l’activité de service chez HP, EDS y contribue largement « Notre activité de services a continué à se montrer solidement rentable avec une augmentation des contrats sous gestion et une intégration plus rapide que prévu d’EDS », a indiqué le PDG de HP, Mark Hurd.

HP ne s’en est pas tenue là, elle s’est également distinguée par des propositions à ses employés de baisses de salaires en 2009 qui ont défrayés la chronique. A compter du 1er octobre 2009 des baisses de –2,5% à –10% (2,5% pour les employés, –5% pour les petits managers et –10% pour les hauts managers) sont proposées (volontariat) et ce, sans aucune contrepartie. Motif ? La crise mondiale… Ceux qui ont acceptés doivent aujourd’hui regretter car ils seront peut-être les élus du nouveau plan social…

Aux US c’est pas mieux, les employés gagnant plus de 30 800 euros par an se sont vu proposés (imposé) des baisses de salaires pour la deuxième fois : 10% cette fois ! Quand aux cadres belges, eux, avaient acceptés 10% de réduction de salaire en 2009. En revanche, la CFTC estime que le PDG d’HP tout en communiquant une baisse de 20% de son salaire ne l’aurait baissé, en réalité, que de 0,7% par rapport à 2008 ! C’est un truc bien connu de certains commerçants : on augmente les prix quelques temps, discrètement, pour appliquer ensuite une baisse communiquée en fanfare ! De même, les hauts managers du groupe auraient vu progresser leurs rémunérations…

Bref, il ne fait pas bon travailler chez HP a moins d’être haut-manager.

Brunet Dentelles : Les prud’hommes

Cette entreprise a licencié 70 personnes l’an dernier et 300 les cinq dernières années. Cette hémorragie fait suite au rachat par une homme d’affaire Allemand et un partenaire Chinois. La suite à été assez évidente : délocalisation progressive vers la Chine et la Thaïlande de la production et du savoir-faire française.

70 de salarié licenciés l’an dernier ont décidé de se battre contre la suppressions de leurs postes qu’ils estiment injustifiées et conte «le pillage de leur savoir-faire». D’après eux, quarante machines tourneraient ainsi en Chine et Thaïlande pour la marque Brunet sans qu’aucun salarié ne produise en France. Leur avocat pense que le Plan se Sauvegarde de l’Emploi n’a pas été respecté : les reclassements proposés demandaient des compétences que n’avaient pas les licenciés comme «Parler le Mandarin» ! L’objectif étant d’obtenir une indemnité réparatrice des préjudices subits par les licenciés soit entre 25 000 et 100 000 euros par personne pour 20 à 30 ans d’ancienneté.

Actuellement sur le site de Calais, il ne reste que 4 personnes qui occupent les 10 000 m2 du site…

http://www.marianne2.fr/Plus-28-de-benefice-pour-HP-9-000-licencies!_a193587.html

L'Union européenne contre la pauvreté ? Mon oeil !

Slovar

Martin Hirsch l'avait annoncé : 2010 est officiellement l'année européenne de lutte contre la pauvreté et l'exclusion sociale. Pourtant, le blogueur Slovar fait un constat sans appel : pour l'instant, aucune mesure concrète n'a été prise.

« En France, les avancées autour de l'année européenne de lutte contre la pauvreté semblent battre de l'aile. Quant aux engagements de l'UE et des Etats membres, ils suscitent le scepticisme ... / ... » Ecrit le site spécialiste de l'Europe Euractiv.
Alors que, précise le site : « c’est dans le cadre de la Présidence française du Conseil de l’Union européenne, au deuxième semestre 2008, que l’année 2010 a été déclarée " Année européenne de lutte contre la pauvreté et l’exclusion sociale " ... / ... »

Et pourtant des pauvres, il en reste beaucoup dans l'Union européenne !

« Près de 80 millions d’Européens sont concernés par la pauvreté: ils vivent dans l’insécurité, et manquent de ce que la plupart des gens tiennent pour acquis ... / ... » Ecrivait le site Europe Education au sujet de l'année européenne de lutte contre la pauvreté et l'exclusion sociale en 2010.

Mais, au fait, c'est quoi l'année européenne de lutte contre la pauvreté et l'exclusion sociale ?

« L’Union européenne s’est associée aux États membres pour faire de 2010, l’Année européenne de lutte contre la pauvreté et l’exclusion sociale. Ses objectifs clés sont de renforcer la prise de conscience du public sur ces questions et de renouveler l'engagement politique de l’UE et de ses États membres dans la lutte contre la pauvreté et l’exclusion sociale ... / ... »

Le Secours Catholique - Caritas France, impliqué dans l'opération expliquait l'intérêt d'une année de lutte contre la pauvreté : « ... / ... Si nous voulons contribuer à éradiquer la pauvreté, il ne suffit plus d'être présents dans chacun de nos pays, il faut, au niveau européen, échanger plus systématiquement nos expériences, mener des plaidoyers commun, faire en sorte que les questions sociales soient prises en compte dans l'agenda européen des 10 prochaines années ... / ... »

Il faut savoir qu'il existe un Ambassadeur de l'Année européenne en France. Celui-ci a été nommé par Martin Hirsch, lorsqu'il était encore Haut Commissaire aux solidarités actives contre la pauvreté. Et, il faut dire que le 18 février 2010, on était tout feu tout flamme sur cette nomination et sur la journée d’ouverture de l’Année européenne de lutte contre la pauvreté et l’exclusion sociale !

Ce jour là étaient présents : Martin Hirsch, Haut Commissaire aux solidarités actives contre la pauvreté, Benoist Apparu, Secrétaire d’Etat chargé du logement et de l’urbanisme, et Lázsló Andor, Commissaire européen pour l’emploi, les affaires sociales et l’inclusion pour une manifestation à la Cité Internationale Universitaire de Paris (CIUP) où se trouvaient ... plus de 500 personnes.

Et quels étaient les engagements du gouvernement ?

" « ... / .... C’est François Soulage, président du Secours catholique, ambassadeur de l’Année européenne contre la pauvreté et l’exclusion sociale en France, qui a clôturé cette journée, au cours de laquelle ont été pris des engagements qui seront poursuivis tout au long de l’année 2010, notamment : une meilleure appréciation de l’impact des politiques sociales, une individualisation renforcée des parcours d’insertion et une amélioration de la coordination entre les acteurs concernés... / ... Des projets seront également développés tout au long de l’année, sur l’ensemble du territoire. En effet, dans le cadre de l’Année européenne, un appel à projets a été lancé en 2009 .. / ... Il a suscité plus de six cents propositions, formulées par de très nombreux acteurs (associations et réseaux d’association, missions locales, conseils généraux, entreprises d’insertion, agences, villes, communautés de communes…). 68 projets ont été retenus par le comité de pilotage de l’Année européenne .... / ... »


« ... / ... La crise économique et sociale que traversent le monde et l’Europe donne à cette Année un relief et un sens tout particulier : elle représente un engagement fort de l’ensemble des Etats membres qui réaffirment à travers elle l’objectif politique majeur, tant au niveau national qu’européen, que constitue la lutte contre la pauvreté et l’exclusion sociale ... / ... »

Et justement, que dit-il, François Soulage, quelques mois plus tard, de l'engagement fort de l'ensemble des états et notamment de l'action de la France ?

On peut lire sur Euractiv le constat qu'il en tire en avril 2010 : « ... / ... Il ne se passe pas grand chose pour cette année européenne de lutte contre la pauvreté et l’exclusion sociale », déplore-t-il. M. Soulage assure pourtant que l’ancien Haut commissaire aux solidarités actives contre la pauvreté Martin Hirsch lui avait répété que les engagements pris en février 2010 seraient tenus. « Sauf qu’aujourd’hui, il n’est plus au gouvernement ».

Parmi ces engagements, figure l’objectif de réduction d'un tiers de la pauvreté dans les cinq ans. « Je suis très interrogatif sur cette année européenne », déclare François Soulage. « En tant qu’ambassadeur, j’étais garant des engagements pris mais je ne pourrai pas l’être si rien ne se passe ... / ... L’objectif de réduction de la pauvreté de 25% n’aura aucun impact en France », a-t-il déclaré. « Le pays est en réalité en faveur d’objectifs plus ciblés par grandes catégories de pauvreté mais les pays d’Europe centrale et orientale et le Royaume-Uni n’en veulent pas ... / ... ».

Pas d'inquiétude toutefois puisque dans l'Abécédaire des propositions de Nicolas Sarkozy figurait un chapitre « Pauvreté » :

« Depuis 1984, la pauvreté ne baisse plus dans notre pays. ... /... Pourtant, notre pays n’a jamais autant dépensé en matière sociale. Lorsque j’ai dénoncé l’échec du modèle social français, c’est cela que je visais : des dépenses sociales qui n’ont jamais été aussi élevées, une politique qui n’a jamais été aussi inefficace.

Je fais quatre propositions. La première, c’est que la lutte contre la pauvreté, en particulier celle des enfants, soit une priorité du prochain quinquennat. Ma deuxième priorité sera de faire du travail la principale voie de sortie de la pauvreté. Le plein-emploi pour chacun, avec des emplois à temps complet correctement rémunérés, est possible dans notre pays, si nous acceptons l’idée que c’est en travaillant davantage que chacun pourra avoir une activité ... /...
»

Et puis comme dirait note « ami » Frédéric Lefebvre : « 2010 n'est pas encore fini ! » ....

http://www.marianne2.fr/L-Union-europeenne-contre-la-pauvrete-Mon-oeil-!_a193606.html

LES ÉVADÉES : la fin d’un espace alternatif d’aide aux adolescentes à Saint-Denis

Alice Romerio et Arthur Vuattoux

Le centre EVA à Saint-Denis (93) est un lieu unique qui croise les compétences de la Protection judiciaire de la jeunesse (PJJ) et celles de deux acteurs majeurs des droits des femmes : le Mouvement français pour le planning familial (MFPF) et le Centre d’information sur les droits des femmes et des familles (CIDFF). Nous avons interrogé sa singularité à travers des entretiens avec les divers protagonistes de cette institution, menacée de fermeture du fait des nouvelles orientations de la PJJ.

La fermeture annoncée d’Espace vie adolescence (EVA) à Saint-Denis (93), dispositif de prise en charge des adolescentes en difficulté, est une illustration particulièrement frappante de la réorientation actuelle de la Protection judiciaire de la jeunesse (PJJ), qui donne priorité à la prise en charge de l’enfance dangereuse.

Créé en 1983 à l’initiative de deux éducatrices de la PJJ, EVA est une expérience unique qui croise depuis plus de vingt ans les compétences de la PJJ et celle de deux acteurs majeurs des droits des femmes, le Mouvement français pour le planning familial (MFPF) et le Centre d’information sur les droits des femmes et des familles (CIDFF). Il se présente comme un espace libéré des contraintes auxquelles sont habituellement soumises les structures de la PJJ. EVA ne se soumet pas au critère de mixité qui a cours dans les Unités éducatives d’activité de jour (EVA prend en charge exclusivement les jeunes filles) et ne procède pas au signalement systématique, à la hiérarchie, des adolescentes suivies. Dès l’origine, EVA a été investi par des militantes du planning familial et des juristes du CIDFF dans le but de créer un accueil répondant à l’ensemble des difficultés rencontrées par les jeunes filles. Ces difficultés touchent principalement aux questions de genre : questions de sexualité (information, prévention, contraception, avortement), violences faites aux femmes (viols, violences conjugales, mariages forcés). Il s’agit également de gérer des problèmes liés à la pauvreté endémique du département, dont les jeunes filles sont les premières victimes (logement, endettement, emploi, régularisation). Depuis sa création, EVA a vu sa fréquentation augmenter de manière exponentielle et sa fermeture programmée témoigne du désinvestissement d’une administration en recomposition, qui tend à déléguer la protection de l’enfance en danger aux collectivités locales, pour se consacrer de plus en plus largement à la prise en charge au pénal [1]

Afin d’appréhender la singularité du lieu, nous avons réalisé une enquête ethnographique auprès des protagonistes d’EVA (éducatrices, partenaires associatifs, adolescentes). Il s’agissait d’observer les interactions entre les différents acteurs du dispositif, de constater en situation les modalités de réalisation d’un engagement féministe au sein d’une structure institutionnelle et d’interroger les attentes des jeunes filles accueillies.

On entre à EVA par une petite porte, à l’écart de la rue. L’endroit est signalé par une simple affichette recouvrant partiellement la plaque officielle du Ministère de la justice. Il faut sonner, avant d’être accueilli par une éducatrice de la PJJ qui invite les adolescentes à rejoindre la salle d’attente. La plupart d’entre-elles viennent à EVA après avoir pris un rendez-vous. Le jeudi, deux animatrices du Planning familial épaulent les deux éducatrices d’EVA pour une permanence. À l’étage, des entretiens se déroulent avec une infirmière ou une gynécologue. Pendant ce temps, animatrices et éducatrices cherchent à créer un climat de confiance, alternant tâches administratives (recueil d’informations sur les jeunes filles primo-arrivantes) et présence dans la salle d’attente.

Au fil des rendez-vous, la salle d’attente change de configuration, des moments de silence alternant avec des ébauches de discussion engagées par les animatrices. Des regards s’échangent, ou s’évitent. Deux ou trois jeunes filles patientent dans les fauteuils, un jeune homme attend sa sœur, qu’il accompagne pour un entretien avec la gynécologue. Aux murs, de nombreuses affiches donnent le ton de l’action menée à EVA : il y est question de prévention (une affiche de l’INPES appelle à la vigilance face à la transmission du VIH), d’orientation sexuelle (« Homo, bi, hétéro, qui suis-je ? ») ou encore d’information juridique (« Que faire face aux violences conjugales ? »).

Lorsqu’elles ne sont pas sollicitées, les jeunes filles ont le réflexe de feuilleter les nombreuses brochures disposées sur la table centrale. Ces brochures allient information et pédagogie, et reflètent la grande pluralité des acteurs gravitant autour d’EVA. Outre les brochures du Planning Familial et celles du CIDFF, on trouve une brochure du Conseil Général sur le mariage forcé, un guide de l’INPES sur les différents moyens de contraception, etc.

Une brochure colorée attire notre attention. Elle se présente comme un guide du corps à deux entrées, traitant à la fois du corps féminin (recto) et du corps masculin (verso). Symétrique, cette brochure interroge nombre de lieux communs, de préjugés que peuvent avoir les adolescent-e-s sur leur propre corps. Il y est question d’anatomie (taille du pénis, circoncision pour les garçons, apparence de la poitrine et détails des organes génitaux pour les filles), de physiologie (érections et éjaculations chez les garçons, cycles menstruels chez les filles), de masturbation, de contraception, d’infections sexuellement transmissibles, mais également, de manière plus générale, de questions touchant à l’évolution du corps et à ses usages (premier rapport sexuel, orientation sexuelle, hygiène, questions de poids, etc.). Comme nous l’avons constaté au cours de nos entretiens, ces questions répondent à des interrogations réelles chez les adolescentes d’EVA.

Lors d’entretiens avec les adolescentes, nous avons constaté l’étendue de leurs attentes. Deux d’entre-elles évoquent la « gêne » qu’elles éprouvent à parler de leur sexualité, gêne contrebalancée par la « confiance » que leur inspirent les éducatrices ou les animatrices du Planning familial. Les profils sont très divers. Une jeune fille de Saint-Denis, étudiante dans un prestigieux établissement parisien, souligne la fonction très importante d’EVA. Elle remarque la difficulté qu’il y a à poser certaines questions dans d’autres lieux (familles, amis, institutions), liées en ce qui la concerne à une récente interruption volontaire de grossesse :

« EVA est un palliatif par rapport à ce que ma famille peut m’apporter (…) et on peut par-ler plus facilement qu’au planning » (L., étudiante, venant pour la première fois à EVA)

Une autre jeune fille, prise en charge par l’Aide sociale à l’enfance (ASE), trouve « agréable » l’environnement crée par les acteurs d’EVA. Beaucoup d’entre elles confient leur reconnaissance envers une institution qui répond à leurs problèmes précis par des consultations individuelles (avec la gynécologue, la juriste, etc.), tout en provoquant des questionnements qui ne s’étaient pas posés à elles spontanément.

En effet, animatrices et éducatrices font le choix de susciter, entre les divers rendez-vous, des discussions dans la salle d’attente. Ces échanges, portant sur des objets aussi divers que la contraception ou le sexisme.

L’une des discussions auxquelles nous avons assisté portait sur les moyens de contraception. Face à deux jeunes filles visiblement peu informées quant à la diversité des contraceptifs, une animatrice du Planning familial lance une discussion sur le préservatif féminin. Les deux adolescentes, peu enjouées, trouvent cela « trop moche », « trop gros », à quoi l’animatrice du Planning leur rétorque que

« pour celles qui sont habituées, c’est comme mettre un tampon (…) d’après les garçons, c’est plus agréable (…) et puis après vous pouvez rester l’un dans l’autre (…) » (M., animatrice du MFPF)

Profitant de ce débat, l’infirmière d’EVA s’adresse alors à une jeune fille, venue se faire prescrire la pilule pour la première fois, et s’arrête sur l’importance de la régularité et du comportement à adopter en cas d’oubli. La discussion permet ainsi de mêler divers registres de questionnement, et surtout de mieux évaluer l’état des connaissances des jeunes filles à propos de leur sexualité.

On le voit, les professionnelles d’EVA, malgré leur diversité d’appartenance institutionnelle (PJJ, MFPF, CIDFF) et les liens ténus qui les unissent [2], mettent en œuvre une présence sociale d’un type tout à fait particulier. Les situations créées par les acteurs d’EVA constituent un espace privilégié pour l’émergence d’une parole émancipée alors qu’il est habituellement difficile pour les adolescentes de parler de sexualité et de violence de genre. Les jeunes filles, mises en confiance, sont plus à même de se livrer sans censure. Néanmoins il ne s’agit pas d’un simple lieu d’écoute, les professionnelles d’EVA ont à leur disposition tous les ressorts de la PJJ pour encadrer et mener une action éducative. Elles possèdent tous les moyens normatifs inhérents à l’institution bien qu’elles essayent de les rendre invisibles, afin de laisser émerger une parole nue. La salle d’attente d’EVA est ainsi un lieu d’écoute, où les jeunes filles se sentent en confiance, même s’il s’agit également d’une forme de surveillance éducative.

Cependant, hors de la salle d’attente, dans les pièces attenantes, se jouent d’autres modalités de l’action d’EVA. Lors des consultations de la juriste et celles de la gynécologue, les jeunes filles peuvent satisfaire des demandes plus intimes, où se disent les difficultés, parfois tragiques, qu’elles rencontrent.

Les récits biographiques des adolescentes suivies, s’ils sont divers, sont très souvent marqués par la conjonction de plusieurs formes de violence (sociale, sexuelle, raciale, etc.).

Exemple parmi bien d’autres, le cas de J., 18 ans, permet de comprendre à quels types de difficultés doivent répondre les intervenantes d’EVA. Cette adolescente malienne est récemment arrivée en France pour un mariage forcé religieux, et a subi viols et violences conjugales. Orientée vers EVA par une chargée de mission « droits des femmes » d’une ville voisine, elle a été prise en charge par la juriste du CIDFF. La juriste, aidée des éducatrices, se rend alors compte que la jeune fille est hébergée par une personne qui lui impose toutes sortes de travaux (garde d’enfants, tâches ménagères). Elle parvient à récupérer le passeport de la jeune fille, volé par son mari, en établissant des contacts avec ses parents au Mali. Elle apprend ensuite que l’adolescente est encore mineure, ce qui la conduit à faire un signalement pour enfance en danger. Des rendez-vous réguliers à EVA permettent à la procédure de s’enclencher et J. est très vite prise en charge par l’ASE, puis par un organisme de formation professionnelle. Elle a finalement pu faire une demande de titre de séjour, qui devrait aboutir prochainement. Ce cas révèle l’importance d’une structure multi-partenariale, où les jeunes filles font l’objet d’une attention juridique, éducative et médicale. Cela est d’autant plus nécessaire que, comme le note la juriste,

« Il y a un travail de socialisation à faire, on ne peut pas rester sur un plan juridique avec ces jeunes » (M., juriste du CIDFF à EVA)

Répondre à des problèmes d’ordres si divers que l’esclavage moderne, les violences conjugales, la précarité ou la clandestinité, nécessite une conjonction de prises en charge, sans laquelle ces jeunes filles seraient renvoyées d’une structure à une autre, avec toutes les difficultés de suivi que cela implique :

« Si EVA ferme, je ne sais pas où va aller ce public (…) ces jeunes vont se trouver dans une zone de non-droit, et ne sauront pas comment faire pour s’orienter » (M., juriste du CIDFF à EVA)

De plus, l’action singulière d’EVA ne consiste pas seulement à éduquer, à soigner ou à faire valoir des droits. La proximité de ces prises en charge bien souvent complémentaires permet d’effectuer un véritable travail sur le mode de vie des adolescentes. Ces dernières sont à la fois responsabilisées, autonomisées, et sont amenées à prendre conscience de leur valeur comme sujet, alors même que les violences qu’elles subissent tendent à les rabaisser à un non-statut. Comme l’indique l’une des éducatrices :

« Nous, ce qui nous intéresse, c’est d’accompagner, d’aider la jeune femme, une personne, cette personne qui doit se construire et s’admettre comme autonome, indépendante, non plus objet mais sujet » (A. éducatrice à EVA)

Bien qu’EVA soit une structure institutionnellement rattachée au Ministère de la justice, on peut le considérer comme un lieu « hors l’institution », comme le qualifient les acteurs eux-mêmes, au sens où il s’agit de

« sortir de l’institution, de la famille ou de l’Éducation nationale, dans un lieu où on peut s’exprimer librement et en sécurité » (A., éducatrice à EVA)

Dans cet « espace autre » [3].où s’expriment des subjectivités adolescentes trop souvent marquées par l’absence de lien et la précarité, voire par la violence, un travail social tout à fait original est développé, qui mêle compétences institutionnelles et engagement militant. Si on ne travaille pas à EVA par hasard [4], on ne s’y rend pas non plus comme on se rendrait dans n’importe quelle permanence. Cette institution hors du commun donne à voir la constitution d’un espace alternatif de (re)construction pour une jeunesse dont les trajectoires sont marquées par de multiples stigmates liés aux discriminations de genre, de race et de classe. C’est la singularité d’une expérience réussie que la restructuration imposée par la PJJ vient remettre en cause. Cependant, au-delà des mécanismes de recomposition organique propres à la PJJ, il nous semble que la fermeture d’EVA renvoie à des transformations sociales plus larges.

En effet, comme le note Didier Fassin, on peut remarquer une évolution récente des politiques publiques qui, d’une période que l’on pourrait qualifier de « compassionnelle » (avec la mise en place de lieux d’écoute dans les banlieues, autour des années 1990), opèrent depuis les années 2000 un tournant sécuritaire. Dans cette nouvelle configuration « de victimes, les jeunes devinrent des agresseurs », et lors de l’élection présidentielle de 2002, « tous les candidats promirent de rouvrir des centres fermés, y compris pour les adolescents » [5]. De fait, les nouvelles missions de la PJJ, essentiellement tournées vers l’enfance délinquante, confirment ce revirement. Comme on a pu le voir, l’action éducative envers l’adolescence en danger ne cadre plus avec des politiques publiques assimilant le traitement de l’adolescence en difficulté au traitement de la délinquance. L’État tend de plus en plus à déléguer le travail social envers la jeunesse précaire à des collectivités locales qui peinent à les assumer : « Le rôle joué par l’État se trouve ainsi profondément transformé. L’État propose des directives générales et il appartient aux instances locales de les reprendre à leur compte et d’élaborer des projets qui mobilisent les partenaires sur le terrain. Les collectivités locales se trouvent ainsi politiquement responsables de la réalisation des programmes sociaux » [6]

La situation d’EVA reflète ainsi une mutation du travail social, qui impose de plus en plus aux acteurs des critères de rentabilité guidés par des principes managériaux entrant en conflit avec les nécessités de l’action éducative.

Si un doute planait encore sur l’avenir d’EVA - la direction départementale de la PJJ ayant tenté de transférer les compétences d’EVA au conseil général -, le sort de ce lieu unique semble maintenant scellé. En février est parue la liste des postes supprimés par la PJJ : tous ceux d’EVA y figuraient nominativement.

Notes

[1] cf. Projet Stratégique National de la PJJ (2008-2011), qui insiste sur la délégation de la protection de l’enfance aux instances locales (Conseils Généraux), la PJJ recentrant son action sur la jeunesse délinquante.

[2] Les permanences du Planning n’ont lieu qu’une fois par semaine, et les animatrices n’ont pas le temps d’établir des relations très suivies avec les éducatrices, d’autant que nous apprendrons que les contraintes de budget pèsent sur l’organisation de réunions communes.

[3] Nous empruntons ce terme à Michel Foucault, qui dans un texte de 1984 intitulés « Des espaces autres », propose une typologie de l’espace hétérogène dans la modernité, espace hétérogène au sens où certains lieux ont la capacité de juxtaposer « en un seul lieu réel plusieurs espaces » (M. FOUCAULT, Dits et écrits, Gallimard, Paris, 2001, P. 1577)

[4] cf. « Les professionnelles du dispositif EVA (93). Du côté d’EVA », Lettre de l’enfance et de l’adolescence, 2007/2, n° 68.

[5] D. FASSIN (dir.), Des maux indicibles : Sociologie des lieux d’écoute, La Découverte, Paris, 2004, p. 187.

[6] R. CASTEL, « Devenir de l’État providence et travail social » in, J. ION, Le travail social en débat (s), La Découverte, Paris, 2005.

http://www.mouvements.info/LES-EVADEES-la-fin-d-un-espace.html

La difficile émergence de la notion d’éducabilité du mineur délinquant par Jacques Bourquin

Cet article a été publié dans le numéro 3 de Trames en 1998 au sein d’un dossier sur les approches historiques de la délinquance des jeunes.

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L’ordonnance du 2 février 1945 relative à l’enfance délinquante est le fruit des travaux d’une commission instituée dès la Libération au ministère de la Justice. Elle a été promulguée par le Gouvernement provisoire. Le texte qui définit encore aujourd’hui la législation applicable aux mineurs délinquants posait avec force le principe de l’éducabilité du mineur quelle que fût la gravité de l’acte, la sanction pénale demeurant l’exception. Le texte institue les juges des enfants et préfigure la création, quelques mois plus tard, de l’Éducation surveillée. Autrefois simple service de l’Administration pénitentiaire, elle est instituée en tant que direction autonome le 1er septembre 1945 par une ordonnance qui lui reconnaît une vocation spécifique non plus répressive mais éducative. C’est sur cette longue et difficile conquête de la notion d’éducabilité du mineur délinquant que va porter notre propos. Au travers des législations et des institutions qui jalonnent cette histoire, nous choisirons comme ligne directrice le regard que la société, à des périodes différentes, porte sur le mineur délinquant.

Un jeune détenu à condamner ou à éduquer : la législation révolutionnaire – la peine éducative

Au XVIIe siècle, les enfants vagabonds délinquants avaient bénéficié d’un fort courant de charité lié à la religion chrétienne. Saint-Vincent-de-Paul et Saint -Jean-Eudes avaient créé à leur égard des institutions d’assistance.

Le XVIIIe, plus préoccupé d’ordre public, plus influencé par des valeurs liées à l’économie et au travail avait eu une attitude beaucoup plus répressive à l’égard des oisifs, des vagabonds, qu’ils fussent adultes ou mineurs. Les hospices généraux, gigantesques lieux d’enfermement, apparaissent dès le début du siècle comme les préalables de la prison du XIXe siècle. A Paris, à leur sortie de Bicêtre ou de la Salpêtrière, les mineurs étaient le plus souvent destinés à la déportation dans les nouvelles colonies américaines. Les cahiers de doléances qui précèdent la tenue des États généraux de 1789 comportent de nombreuses demandes pour que soient créés des établissements d’éducation pour les enfants abandonnés et vagabonds. La Constituante va répondre à cette demande. C’est tout d’abord Le Pelletier de Saint-Fargeau qui rend le 30 mai 1791 un rapport relatif à un projet de Code pénal. Ce rapport qui traite autant des majeurs que des mineurs insiste sur « l’humanité de la peine, sur son équité ». « Il faut », précise-t-il, « que la pénalité soit éducative et utile », « il s’agit que d’expiation » de « rendre le détenu meilleur par le bienfait de l’enfermement, du travail, de l’apprentissage ». Dans ce projet, toute idée de châtiment corporel est réfutée. La Rochefoucauld-Liancourt va partiellement développer ces principes dans le cadre des Comités de mendicité où il préconise un travail et une éducation des mineurs oisifs à la place de leur enfermement en hôpital général.

Le 6 juin 1791, les Constituants se penchent sur le projet de Code pénal, ils introduisent pour le mineur, la minorité pénale à 16 ans. Ils ajoutent une autre notion plus centrée sur la personnalité de l’enfant : la notion de discernement. C’est, écrit le législateur, « la faculté que possède une personne de savoir si un acte accompli par elle est bon ou mauvais, susceptible ou non de punition, et de même que pour l’intelligence ou la volonté, il serait logique d’admettre que cette faculté se développe progressivement et qu’il est des périodes où elle existe très peu ou pas du tout ». Le discernement semble se substituer à une notion plus ancienne de type moral, la malignité, pour se référer davantage à un critère de type rationnel qui s’apparente à la responsabilité. En fait, c’est le magistrat qui appréciera le degré de discernement, bien que le législateur évoque à ce sujet la nécessité « d’une enquête préalable sur la vie, sur les mœurs de l’accusé ». Cet élément ne sera pas repris dans la loi. Apparaît toutefois le besoin d’articuler d’autres savoirs aux savoirs juridiques.

S’il y a discernement, le mineur est condamné, il peut éventuellement bénéficier d’une réduction de peine en raison de sa minorité. Considéré comme non-discernant, le mineur peut être remis à ses parents, ce qui est peu fréquemment le cas lorsqu’il s’agit d’enfants vagabonds. Il sera alors placé dans une maison d’éducation correctionnelle pour y être « élevé et détenu ». Mirabeau très préoccupé par ce problème avait proposé, peu de temps avant sa mort, des « maisons d’amélioration ». Condamnations pour les discernants, mais dans des établissements pour mineurs. Éducation et détention pour les non-discernants dans les mêmes établissements. Ces établissements n’apparaîtront que plus de quarante ans plus tard. En attendant, ils seront confrontés à des pratiques absurdes : le discernant purgera sa peine dans une maison de détention pour adultes, alors que le non-discernant, s’il n’est pas remis à ses parents, se retrouvera dans la même maison de détention jusqu’à sa majorité pénale ou civile, son éducation se limitant à une simple et longue détention. La législation révolutionnaire prévoira toutefois son embarquement éventuel sur les vaisseaux de la République pour pallier l’absence de maisons d’éducation correctionnelle.

En fait, ce que privilégiait Le Pelletier de Saint-Fargeau dans son rapport à l’Assemblée constituante, c’est que la prison puisse devenir un véritable lieu d’amendement, d’amélioration de l’individu. Le projet de 1791 n’avait été insufflé que par une minorité de Constituants inspirée par quelques philanthropes et par les pénalistes anglais (Howard, Bentham...). Dans les faits, la loi exclut à peu près toute idée d’amélioration de l’individu ; la dissuasion par la crainte de la peine, prend le dessus sur le projet de peine éducative. Le code pénal de 1810 n’ajoutera rien de plus à la législation de 1791 pour les mineurs si ce n’est que les non-discernants feront l’objet d’une « surveillance de haute police ». La nécessité d’un équipement spécifique pour mineurs restera lettre morte. On peut penser que la conscription à 13 ans aidera à régler sur le champ de bataille le problème de l’enfance délinquante, discernante ou non.

1830 : les enfants pauvres et vagabonds de villes. Des enfants à amender

Entre 1819, date de la fondation de la Société royale des prisons, et le début de la Monarchie de Juillet, le débat sur la prison remplit bien plus de rayons de bibliothèques qu’il n’accouche de réalisations concrètes ; il reste très théorique. Le problème des mineurs n’est abordé que sous deux aspects : la nécessité de les séparer des adultes dans les prisons et, corollairement, la création de maisons d’éducation correctionnelle. Un projet, sans suite, avait été élaboré par La Rochefoucauld-Liancourt en 1814 ; on craignait beaucoup le retour des jeunes conscrits après les guerres de l’Empire. Quelques quartiers de mineurs furent créés dans les prisons sous la Restauration ; il ne s’agissait que d’expériences très limitées. C’est à partir de la Monarchie de Juillet que les projets prennent de la consistance ; la distinction entre discernants et non-discernants, entre condamnés et acquittés reste très floue d’autant plus qu’ils subissent souvent le même régime, ce qui peut apparaître choquant tant au niveau du droit qu’à celui de l’éducation.

Une prison est-elle une maison d’éducation ?

Le Comte d’Argout, ministre du Commerce et des Travaux publics en 1832, qui a sous sa tutelle l’Administration pénitentiaire pendant quelques mois, s’interroge sur le sort des mineurs non-discernants qui peuplent les prisons du Royaume. Il adresse le 3 décembre 1832 une circulaire aux préfets sur le placement en apprentissage des enfants jugés en vertu de l’article 66 du Code pénal (les non-discernants). Il faut, écrit-il « assimiler ces enfants aux enfants abandonnés... les placer chez des cultivateurs pour y être élevés, instruits, éduqués », dans tous les cas où ils ne sont pas remis à leurs parents. Il s’agit donc de les assimiler aux enfants de l’Assistance ; c’est une manière de les sortir du droit pénal. Le Comte d’Argout conclut ainsi sa circulaire : « Une prison ne sera jamais une maison d’éducation... Il s’agit de préparer une existence honnête à de malheureux enfants que des causes étrangères à leur volonté amènent devant la justice ». On enlève donc les non-discernants à l’Administration pénitentiaire. Par ce texte, les non-discernants semblent échapper au projet de peine éducative non encore réalisé.

En fait, la circulaire d’Argout ne sera que très peu appliquée ; cette mansuétude à l’égard des non-discernants sera de courte durée. La Monarchie de juillet, en pleine période d’essor industriel et d’urbanisation massive, est un véritable creuset d’émeutes populaires dont celles de Lyon et de Paris en 1832 et 1834. Le gouvernement est de plus en plus préoccupé par des questions d’ordre public ; ce sont d’autres réponses qui seront apportées pour les mineurs non-discernants.

L’amendement par l’isolement et le silence La maison d’éducation correctionnelle de la Petite Roquette, 1836

Inspirée d’un modèle américain, rapporté par Tocqueville en 1831, théorisée par Charles Lucas en 1833, la Maison d’éducation correctionnelle de la Petite Roquette est ouverte pour les mineurs discernants, les mineurs non-discernants et les mineurs de la Correction paternelle en 1836. C’est une prison cellulaire (586 cellules) construite sur le modèle du panoptique de Bentham. Les principales caractéristiques du mode de détention initial sont les suivantes : un régime cellulaire de nuit ; un système, progressif reposant sur la crainte de la punition et l’attrait de la récompense ; le travail en atelier et en silence le jour ; une instruction élémentaire ; une instruction morale et religieuse. A cela on ajoute la nécessité d’« hommes irréprochables » pour le personnel. Le vœu du Législateur de 1791 est accompli : lier la peine à l’éducation. En fait, les 586 jeunes détenus de la Petite Roquette que le magistrat Demetz, le fondateur de la Colonie de Mettray, appelle « les innocents coupables » sont beaucoup plus détenus qu’éduqués.

En 1840, la Petite Roquette passera du système de l’isolement de nuit à celui de l’isolement intégral, un moyen de résoudre les problèmes de discipline et de renforcer les objectifs d’un projet où l’isolement et le silence apparaissent comme nécessaires à l’amendement parce qu’ils « favorisent le recueillement et la contrition ». Plus qu’un lieu d’amendement, ce long séjour de plusieurs années – on peut y entrer à 7 ans, en ressortir à 20 – sera pour les compagnons de Gavroche un long temps d’expiation, de repentir et de révolte. L’ordre social sera respecté, l’enfant vagabond des villes, maîtrisé. Ce régime se perpétuera jusqu’en 1867 ; la Petite Roquette deviendra alors une maison d’arrêt pour mineurs jusqu’en 1939.

L’amendement. La rédemption par la nature. La réponse agricole

« Sauver le colon par la terre, et la terre par le colon ». Cette nouvelle formule symbolise parfaitement le courant des colonies agricoles dont la plus célèbre fut celle de Mettray fondée par F.-A. Demetz. Le fondateur, soutenu par Tocqueville, Lamartine, la famille royale, de nombreux philanthropes, définit ainsi le rôle de la colonie : « Enlever ces enfants à la corruption des villes pour les ramener aux principes fondamentaux des sociétés primitives la salubrité, l’ordre, la moralisation, l’économie ». Il s’agit de les maintenir dans le monde rural en leur donnant une formation agricole. Au silence rédempteur de la Petite Roquette se substitue la nature rédemptrice : « La nature rapproche de Dieu... elle inspire la crainte de Dieu et la soumission à l’autorité ».

Malgré le souhait de Demetz d’organiser un climat familial autour du colon, chaque mineur vit dans un pavillon de famille de quarante à cinquante enfants sous l’autorité d’un chef de famille. Le projet se déroulera très vite dans un univers qui s’inspire plus de la discipline militaire et pénitentiaire que de la vie familiale. La colonie de Mettray recevra jusqu’à 700 colons sous le Second Empire. La réponse des colonies agricoles pouvait toutefois apparaître comme une amélioration par rapport à la maison d’éducation correctionnelle. On pouvait penser à une alternative à la prison pour mineurs. Ce ne fut pas le cas.

Alors que la situation sociale de la Monarchie de Juillet se dégrade et que les émeutes populaires se multiplient, le régime durcit sa position à l’égard des mineurs. Une circulaire du ministre de l’Intérieur Duchâtel du 7 décembre 1840 sur l’éducation correctionnelle précise que « le régime commun doit rester la prison... il peut être utile que dans l’intérêt général tout enfant acquitté ayant même agi sans discernement commence par être enfermé en prison... La société, précise le ministre, est obligée d’agir d’après d’autres principes que celui de la charité ». On ne croit plus guère en 1840 à la prison qui amende, mais beaucoup plus à celle qui protège la société. L’idée de la peine éducative apparaît comme une lointaine utopie. Les colonies agricoles privées ne seront pas des alternatives à l’incarcération ; elles seront une récompense pour le jeune détenu acquitté et méritant. L’Administration pénitentiaire va construire ses propres colonies agricoles à côté des maisons centrales la notion de peine y prévaudra progressivement à celle d’éducation.

Une loi ambiguë : la loi du 5 août 1850

Cette loi de la IIe République, très inspirée par l’expérience de Mettray, ne remet pas en cause le statut légal du mineur de justice, elle affirme la nécessité de l’éducation correctionnelle des jeunes détenus dans les colonies agricoles privées et le rôle des patronages. Elle prévoit en même temps la création :
- de colonies pénitentiaires publiques pour les jeunes acquittés, « élevés en commun sous une discipline sévère, appliqués au travaux de l’agriculture et des industries qui s’y rattachent ... » Peuvent aussi être envoyés dans les colonies pénitentiaires de jeunes condamnés à des peines de plus de six mois et de moins de deux ans.
- de colonies correctionnelles publiques pour les condamnés à plus de deux ans qui y sont soumis pendant les six premiers mois à un emprisonnement.

La loi laisse entendre que si la nécessité s’en fait sentir, les colonies publiques se substitueront aux colonies privées. En fait, c’est le chant du cygne de la réforme philanthropique de la Monarchie de Juillet. Le problème du traitement de la délinquance des mineurs revient progressivement à l’État ; l’Administration pénitentiaire organise sa réponse pour les jeunes détenus. Ce n’est plus, dans l’esprit philanthropique de l’époque une affaire de « charité », cela devient une affaire d’ordre public.

1860. Un nouveau regard sur l’enfant de justice : l’enfant criminel à redresser, à châtier

A l’image de « l’enfant pauvre et vagabond des villes » de 1840, de « l’innocent coupable », va se substituer progressivement celle beaucoup plus inquiétante de « l’enfant criminel ». Les régimes politiques changent. A la IIe République libérale succède un empire autoritaire. On assiste aussi à un glissement idéologique important : l’apparition du positivisme qui accorde la primauté aux sciences fondées sur l’observation et rejette comme utopies, l’image de l’enfant, l’image de la nature puisée chez Rousseau et reprise par le Romantisme et toute une partie du courant philanthropique.

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Colonie pénitentiaire publique des Douaires, près de Gaillon, dans l’Eure

Le courant positiviste s’affirme en particulier dans le domaine de la criminologie où César Lombroso développe la théorie du « criminel né ». Dans son ouvrage L’homme criminel, publié en 1876, est privilégiée l’idée que le délinquant porte sa criminalité dans son patrimoine génétique. C’est alors que les médecins aliénistes développent des théories sur la dégénérescence ; on parle de tares héréditaires qui prédisposent à la délinquance et enferment l’enfant de justice dans un déterminisme implacable. Plus l’industrialisation s’accentue, plus le vagabondage des enfants lié à la petite délinquance, est réprimé ; un médecin en parlera en 1875 comme « d’une forme atavique du fait criminel ». Le regard porté sur l’enfant délinquant est de plus en plus hostile ; la peur sociale a supplanté la pitié. L’heure n’est plus aux projets d’éducation ; il n’y a plus pour le mineur délinquant et vagabond que le châtiment et l’enfermement. L’État va multiplier la création de ses colonies pénitentiaires et correctionnelles : Saint-Hilaire, 1860 ; Saint-Maurice, 1872 ; Belle-Île, 1880 ; Aniane, 1886 ; Eysses, 1895 et Cadillac en 1890 pour les filles. Entre 1875 et 1888 l’État ferme seize colonies privées pour des raisons qui ne sont pas sans lien avec un anticléricalisme qui se développe. L’Administration pénitentiaire privilégie un système uniquement disciplinaire. On construit dans les nouveaux établissements des « quartiers cellulaires ». Les dortoirs sont compartimentés en cellules grillagées, les « cages à poules ». Ce qui est dominant, c’est beaucoup plus la rentabilité du domaine que l’éducation des colons. Un visiteur de Saint-Hilaire évoquera « les champs superbes et les esprits incultes des colons ».

Dans un congrès de criminologie portant sur l’éducation correctionnelle, il est dit en 1890 : « Il faut soumettre l’enfant, s’il continue à fauter c’est que la discipline n’est pas assez suffisante ». La discipline est devenue l’unique moyen de moralisation. La presse satirique dont L’assiette au beurre commence à dénoncer ces institutions. Leur caractère carcéral s’accentue, on y parle de violences, de révoltes. A Saint-Maurice entre 1890 et 1910, les colons qui travaillent à la briqueterie, construisent leur propre mur d’enceinte. Le travail qui apparaissait au début du XIXe siècle comme facteur d’éducation, d’insertion sociale n’est plus qu’un simple élément de la peine. De plus en plus, les colons sont évoqués comme des inamendables : en 1904 on y adjoindra les enfants vicieux et insoumis de l’Assistance publique. Plus que d’éducation, c’est de châtiment dont il faut parler.

1890. Enfant coupable, enfant victime ?

Le problème de l’enfant se substitue à celui de la délinquance. L’importance accordée à la fin du XIXe siècle à la « question sociale », à l’enfance, à l’éducation n’est pas sans écho en ce qui concerne les enfants de justice. Un courant criminologique français s’oppose à la criminologie lombrosienne en insistant fortement sur les causes sociales de la délinquance. « La société a les criminels qu’elle mérite » écrit le Docteur Lacassagne en 1895. Dans cette logique, à la notion d’enfant coupable, à dresser, à punir, s’oppose celle d’enfant victime à protéger, à éduquer. C’est l’amorce de grandes politiques de l’enfance qui vont se concrétiser à partir de 1881 par les grandes lois scolaires puis les lois sur la Protection de l’enfance qui donneront lieu à une autre forme d’intervention auprès des mineurs de justice : les patronages.

Les lois de Protection de l’enfance sont très révélatrices de ce lien entre enfance coupable et victime. La loi de 1889 qui introduit la déchéance de la puissance paternelle opère un véritable bouleversement doctrinal : l’enfant menacé de correction paternelle peut être considéré comme victime et non plus comme coupable. La loi de 1898 sur les violences sur et par les enfants, associe dans une même formule l’enfant victime et l’enfant coupable. Ce qui est important c’est surtout de mieux comprendre les causes du délit. Tout ce courant s’inscrit dans les premiers travaux sur la psychologie de l’enfant et dans ceux du mouvement de la défense sociale animé par le juriste Saleilles qui s’oppose en 1898 à la notion du « criminel né » en proposant celle de l’étude de la personnalité du délinquant et de la nécessaire individualisation de la peine. La réponse du juriste doit s’accompagner de celle du médecin, du sociologue...

Dès 1890, des « comités de défense des enfants traduits en justice », composés de juristes, de médecins, de philanthropes se constituent dans de nombreux tribunaux pour organiser la défense des mineurs et œuvrer pour les réformes législatives et administratives nécessaires. La loi de 1898, la loi de 1906 élargissant la minorité pénale de 16 à 18 ans, la loi de 1908 dépénalisant la prostitution des mineurs, un décret de 1911 rattachant l’Administration pénitentiaire à la Justice – elle dépendait jusqu’alors de l’Intérieur –, précédant la loi du 22 juillet 1912 sur les tribunaux pour enfants et adolescents et sur la liberté surveillée seront portées par les Comités de défense.

La loi du 22 juillet 1912

Un de ses rédacteurs, le député Dralon, en définit bien l’esprit : « La loi n’est que l’aboutissement du principe que la peine ne doit plus être envisagée, du point de vue de la défense sociale, mais surtout du point de vue du relèvement de l’individu coupable ». On retrouve là ce qui préfigurait la peine éducative de 1791. « La juridiction exercera une véritable mission de tutelle, elle prendra à l’égard de l’enfant des mesures de surveillance, de protection, d’assistance. Elle fonctionnera en conseil de famille plus qu’en juridiction ». L’idée sous-jacente est que la société est responsable de ses membres ; plus que d’un problème de délinquance, c’est bien du problème de l’enfant dont il s’agit. Comme en 1791, ces idées ne sont le fait que d’une minorité de gens spécialisés ; elles traversent peu l’opinion publique très préoccupée à l’époque par les bandes d’adolescents : les Apaches qui sévissent dans la région parisienne. Lors du débat parlementaire, les conservateurs lient l’augmentation de la délinquance juvénile au développement de l’école laïque et à la perte du sentiment religieux ; en face, les radicaux dénoncent les insuffisances des lois sociales, le travail des femmes, le taudis, causes majeures de cette délinquance. L’intérêt des législateurs à l’égard de la nouvelle loi est médiocre et ils ne se préoccupent guère de ses moyens d’application, ce qui la rendra vite inefficace. Le mineur de 13 ans relève désormais de l’irresponsabilité pénale et il ne peut donc être l’objet que d’une mesure éducative sur laquelle on ne s’attarde guère. Malgré les critiques des tenants du courant de la défense sociale, la notion de discernement est maintenue jusqu’à 18 ans et continue à exclure les mineurs discernants, souvent les plus intelligents, de la voie éducative. Parmi les critiques de la notion de discernement, certains considèrent qu’elle est inadaptée à la psychologie de l’enfant et qu’elle apparaît le plus souvent comme une sorte de mécanisme artificiel qui sert à couvrir telle ou telle décision prédéterminée par le juge.

La juridiction spécialisée qui était souhaitée par les rédacteurs du projet ne se fera que dans le département de la Seine ; ailleurs c’est le tribunal correctionnel qui se réunira une fois par semaine pour les mineurs. Nous sommes loin de la juridiction tutélaire du député Drelon. Les autres innovations de la loi sont les suivantes : la nécessité pour le juge d’instruction de procéder à une enquête autant sur les faits que sur la situation morale du mineur et de sa famille, ce qui préfigurait la loi de 1898 ; l’abandon du caractère décisif de la décision par le tribunal qui, de ce fait, tient compte de l’évolution du mineur et des mesures successives prises à son égard ; l’instauration du régime de la liberté surveillée, d’origine anglo-saxonne, qui introduit l’idée de probation, une sorte de temps d’épreuve qui permet de tenter le maintien du mineur délinquant dans son milieu familial.

Avec la liberté surveillée, on voit poindre la notion d’amendement, d’éducabilité et s’effacer l’idée de discernement. Peu importe que le mineur soit discernant ou non, ce qui importe c’est son degré d’amendement, d’éducabilité. Qualifiée au moment du vote de « monument législatif de la IIIe République », la loi fut très vite critiquée dans son application. Dès après la Première Guerre mondiale, les tribunaux et en particulier celui de la Seine, prononcent le plus souvent le non discernement en vue d’une mesure d’éducation prévue par la loi. Alors que la référence à l’éducation apparaît de plus en plus comme un moyen de réinsertion sociale, autant dans l’intérêt de la société que dans celui du jeune, les institutions qui existent, que ce soient les établissements pénitentiaires ou les patronages, rivalisent de médiocrité. L’éducation correctionnelle est une simple répression à peine camouflée.

Vers l’éducation du mineur délinquant Les premières tentatives de reforme

Si l’application de la loi de 1912 a eu quelques effets positifs dans le domaine du dépistage et de l’observation des mineurs délinquants, par la mise en place de laboratoires de neuropsychiatrie infantile auprès de quelques grands patronages et associations (patronage Rollet, Service social de l’enfance) dès les années 1925, les réponses éducatives sollicitées par la loi ne sont guère développées. En 1927, l’Administration pénitentiaire remplace le terme de colonies pénitentiaires et correctionnelles par celui de maisons d’Éducation surveillée mais l’esprit et le règlement des institutions restent le même ; simple réforme sur le papier. Visitant la maison d’Éducation surveillée de Saint-Maurice, l’inspecteur général Roumajon écrit : « On a l’impression d’un stage pénalisateur, pendant de longues années, exigé par une fatalité inéluctable, sans autre utilité que sa durée ». En 1930, une réforme du système progressif reste de pure forme. Apparemment, il n’y a pas de volonté politique de réforme. Il faut attendre la révolte de la Maison d’Éducation surveillée de Belle-Île-en-Mer en 1934 et les campagnes de presse contre les bagnes d’enfants qui s’ensuivent pour que le législateur se saisisse du problème, car l’opinion publique s’était émue. Il est à remarquer qu’au milieu des années 1930, jamais le chiffre de la délinquance des mineurs n’a été aussi bas, ceci pour une raison bien simple : peu de jeunes sont nés entre 1914 et 1918. Contrairement à ce qu’il en était en 1912, le problème de la délinquance des mineurs n’a pas lieu d’inquiéter l’opinion publique, ce qui aidera aux premières réformes.

Un décret du 30 octobre 1935 dépénalise le vagabondage des mineurs. L’enfant vagabond, qui a été une des grandes peurs du XIXe siècle, relève dorénavant de l’assistance éducative.

Une loi du 18 mars 1936, votée par le gouvernement du Front populaire, prévoit la réforme de la Maison d’Éducation surveillée de Saint-Maurice. L’Administration pénitentiaire fera appel à l’Enseignement technique, à l’Éducation nationale, au Scoutisme, pour former les nouveaux moniteurs-éducateurs et introduire un nouveau projet centré sur la formation professionnelle qui se concrétisera en 1938. L’Éducation nationale restera très frileuse dans sa collaboration à cette réforme. Le ministre n’enverra qu’une quinzaine d’instituteurs surnuméraires. C’est la Direction de l’enseignement technique, qui à l’époque dépend du ministère du Travail, qui sera l’un des fers de lance de la réforme de 1938.

En avril 1937, un parlementaire, César Campinchi, fait une proposition de réforme de la loi de 1912. Dans un exposé des motifs qui sera repris quasi textuellement en 1945, il avance des arguments de nature démographique « nous ne sommes pas trop riches en enfants, pour que nous puissions en laisser perdre physiquement ou moralement ». On doit sauver tous les jeunes... Le projet évoque la création de magistrats spécialisés, un service d’Éducation Surveillée distinct de l’Administration pénitentiaire, des mesures de protection et de redressement sauvegardant les droits de l’enfant. Garde des Sceaux en 1938, César Campinchi ne présentera pas son projet... les priorités étant déjà autres à la veille de la guerre... Sa femme, Hélène Campinchi, sera quelques années plus tard la principale rédactrice de l’ordonnance du 2 février 1945.

Sur le plan des réformes des institutions, celle de Saint-Maurice se met en place en 1938 ; le nouveau directeur écrit à cette occasion : « On ne peut dire que les principes de l’éducation des mineurs délinquants soient différents de ceux de l’éducation des enfants normaux, ils sont souvent les mêmes et ne varient que dans leur application ». Ce propos est intéressant car il réintroduit le mineur délinquant dans une normalité éducative. Le principe de l’éducabilité du mineur délinquant

La loi du 27 juillet 1942

C’est une loi de Vichy qui supprime le 27 juillet 1942 la notion de discernement et son corollaire, l’acquittement, en le remplaçant par l’excuse obligatoire. Cette loi dont certains aspects sont réactionnaires, fait disparaître l’irresponsabilité pénale absolue du mineur de 13 ans et écarte l’excuse atténuante de minorité pour les délinquants de 16 à 18 ans ; on évoque même, dans les débats préparatoires de la loi, le retour à la majorité pénale à 16 ans. Cette priorité est-elle due à l’augmentation de la délinquance juvénile pendant la guerre ou au conservatisme des gouvernements de l’époque ? Ce qui importe surtout dans la loi de 1942, qui ne sera jamais appliquée, c’est de savoir si le mineur est amendable, récupérable, d’où l’importance accordée au centre d’observation qui se trouve au cœur de la procédure et la véritable pièce maîtresse de la réforme. Le texte de 1942 affirme que « toute réforme de la législation de l’enfance délinquante serait illusoire si elle n’était accompagnée d’une reforme de l’organisation et des méthodes de rééducation ». Quelques mois auparavant une circulaire du Garde des Sceaux du 21 mars 1942 invite « les substituts à rechercher au siège du tribunal ou dans les environs immédiats un établissement public ou privé, ou encore une personne charitable susceptible de prendre en charge l’enfant en détention, préventive (ils sont nombreux depuis la défaite) en attendant que l’autorité judiciaire statue sur son sort ». Au souhait de sortir les mineurs des prisons correspond vraisemblablement le souhait de les remplir par d’autres détenus, ceux de la Résistance par exemple...

Cette circulaire va susciter la création de nombreux petits centres d’accueil pour ces mineurs, dont les fondateurs seront souvent de jeunes hommes issus du scoutisme. C’est l’amorce d’un nouveau secteur qui se constitue pour intervenir auprès des mineurs de justice. A la demande du gouvernement, se créent des associations régionales de sauvegarde de l’enfance et de l’adolescence dont le rôle est de coordonner ces activités naissantes, tout en créant des centres d’observation et de triage ainsi que les premières écoles d’éducateurs. C’est une nouvelle profession qui voit le jour dans un secteur que l’on va vite appeler l’enfance inadaptée et qui regroupe, dans un souci de sauvegarde, de préservation, de rééducation, enfants délinquants et enfants en danger moral.

L’ordonnance du 2 février 1945

Plus qu’une révolution, elle apparaît plutôt comme le long aboutissement de toute une succession de débats, d’une série de réformes autour de l’enfant délinquant qui remontent à la fin du siècle dernier. Qualifiée de « véritable charte de l’enfance délinquante », l’ordonnance du 2 février 1945 figure néanmoins comme un texte fondateur, en rupture avec le passé. S’il y a rupture, c’est bien par cette prééminence quasi absolue donnée à la mesure éducative. Jusqu’alors, peine et mesure éducative étaient sur un plan d’égalité ; la mesure pénale, dans le nouveau texte n’est plus qu’une « dérogation à titre exceptionnel et par décision motivée ». Un pas a été franchi et toute ambiguïté entre peine et mesure éducative disparaît. Cette primauté apportée à l’éducation résulte de l’idée que le mineur délinquant est plutôt un mineur in éduqué qu’un mineur responsable. S’il y a une responsabilité, il faut aller la chercher dans le milieu, dans la famille. On sait combien, dans les années trente, les travaux du courant de la neuropsychiatrie infantile ont insisté sur les causes familiales de la délinquance des mineurs. Dans l’esprit du législateur de 1945, la notion d’éducabilité correspond, si l’on reprend les termes de l’exposé des motifs de l’ordonnance, « à un véritable régime d’irresponsabilité pénale ». L’idée de responsabilité reste très liée à l’idée de sanction pénale, une sorte de survivance des effets de l’ancienne notion de discernement.

Les campagnes de presse contre les bagnes d’enfants sont encore dans les esprits ; à cela s’ajoute l’euphorie liée à la libération du pays. L’heure n’est plus aux projets d’enfermement et de répression, en particulier pour les mineurs. Un autre argument, populationniste, figure dans l’exposé des motifs : « la France n’est pas assez riche d’enfants pour qu’elle ait le droit de négliger tout ce qui peut faire des êtres sains ». On est dans une problématique de rééducation, de sauvetage de l’enfance ; on a besoin d’elle pour reconstruire le pays.

Ce qu’organise l’ordonnance du 2 février 1945, c’est la création d’une juridiction centrée sur la personne, il y a là une véritable institution du sujet qu’est l’enfant. La généralisation de l’action éducative s’appuie dans l’ordonnance sur plusieurs points. La juridiction des mineurs devient pleinement spécialisée. Le rôle primordial est accordé au juge des enfants qui devient l’élément moteur de la réforme. « Son action directe et personnelle auprès du jeune ouvre la voie à celle de l’éducateur », une expression du juge Chazal. L’étude de la personnalité du délinquant est quasi systématique et indispensable pour que le juge puisse prendre la mesure la plus adaptée pour le jeune. On assiste à un réel élargissement de la gamme des mesures éducatives qui vont du maintien dans le milieu avec la liberté surveillée au placement en institution corrective (cette dernière modalité disparaîtra en 1951), « les mesures de protection, d’éducation, de reforme doivent être susceptibles de s’adapter à la situation du mineur ainsi qu’à ses responsabilités d’amendement ». Autre aspect essentiel de l’ordonnance, c’est la possibilité de la révision du contenu éducatif des ordonnances. A tout moment, la juridiction des mineurs peut modifier les mesures éducatives adoptées ; cette modification qui ne porte que sur le contenu éducatif de la décision, fait de la mesure éducative un processus dynamique, « il s’agit en fait d’un même jugement qui se déroule dans la durée » (H. Michard). Quelques mois plus tard, le 1er septembre 1945, la création de la Direction de l’Éducation surveillée, indépendante de l’Administration pénitentiaire, marque institutionnellement la différence qui existe entre peine et mesure éducative. Peu de temps auparavant, 10 avril 1945 avait été promulgué un décret relatif au statut des personnels de l’Éducation surveillée. Le cadre éducatif y avait une fonction primordiale et, parmi les premiers éducateurs recrutés figuraient quelques instituteurs détachés de l’Éducation nationale dont certains accédèrent rapidement aux fonctions de direction.

Je voudrais terminer ce propos par quelques lignes de P. Lutz [1] qui fut, avec H. Michard [2] , un des théoriciens de l’Éducation surveillée. Il écrivait en 1947 dans la revue Rééducation : « Il n’y a pas de rééducation à coup sûr. La rééducation est un risque. En confiant un mineur à la rééducation, le juge accepte le risque éducatif l’éducateur et le juge savent que ces mesures peuvent avoir des inconvénients, qu’il y aura des accidents. Il y a rééducation dans la mesure où le risque éducatif est encouru... Mais accepter le risque ne veut pas dire cultiver l’échec. Sachons courir le risque de réussir ! ».

Éléments de bibliographie

L. ANDRÉ, Les Tribunaux pour enfants et la Liberté surveillée, Éd. Arthur Rousseau, Paris, 1914. J. BANCAL, Essai sur le redressement de l’enfance coupable, Sirey, Paris, 1941. J. BOURQUIN et B. KOEPPEL, « Contribution à la connaissance des origines de l’Éducation surveillée », Cahiers du CRIV, no 2, Vaucresson, 1986. M. CHAUVIÈRE, P. LENOËL et É. PIERRE (sous la dir.), Protéger l’enfant. Raison juridique et pratiques socio-judiciaires (XIXe et XXe siècles), Presses Universitaires de Rennes, Rennes, 1996. M. CHAUVIÈRE, Enfance inadaptée : l’héritage de Vichy, Éd. Ouvrières, Paris, 1987, (2e éd.). Conférences du Méridien, Les problèmes de l’enfance délinquante, Éditions Familiales de France, Paris, 1946. Conférences de : H. JOUBREL, La délinquance juvénile en France ; J. CHAZAL, Enfants de justice, enfants éducables ; H. CAMPINCHI, L’ordonnance du 2 février 1945. J. COSTA, Plan de réforme des Établissements de l’Éducation surveillée, Ministère de la Justice, Paris, avril 1946. F.-A. DEMETZ, La fondation de la Colonie de Mettray, Duprat, Paris, 1839. H. GAILLAC, Les maisons de correction 1830-1945, Éd. Cujas, Paris, réédition 1991. M. FOUCAULT, Surveiller et Punir, Gallimard, Paris, 1975. H. JOLY, A la recherche de l’Éducation Correctionnelle, Victor Le Coffre, Paris, 1902. F. LIEVOIS, La délinquance juvénile cure et prophylaxie, Presses Universitaires de France, Paris, 1946. M. PERROT, « Les enfants de la Petite Roquette », in L’Histoire, no 100, mai 1987. P. REYHERME, Quelques aspects pédagogiques dans la rééducation de la jeunesse délinquante, Vrin, Paris, 1945. L. ROUBAUD, Les enfants de Caïn, B. Grasset, Paris, 1925. R. SALEILLES, L’individualisation de la peine, Alacan, Paris, 1898. G. TOMEL et H. ROLLET, Les enfants en prison, Plon, Paris, 1892. Congrès internationaux pénitentiaires, Rome, 1890 ; Saint-Pétersbourg, 1895 ; Paris, 1900.

[1] P. LUTZ, magistrat à la direction de l’Éducation surveillée.

[2] H. MICHARD, ancien inspecteur d’académie qui dès 1945 fera partie de la première équipe de direction de l’Éducation surveillée.

http://www.criminocorpus.cnrs.fr/article662.html

Police municipale : le dossier

La mort dramatique d'une policière municipale de Villiers-sur-Marne, le 20 mai 2010, a mis en émoi la profession, suscité une récupération politique et relancé la polémique sur l'armement et la doctrine d'emploi des policiers municipaux. Les politiques - Président de la République en tête - ont d'abord "cérémonialiser" l'affaire d'une façon que l'ancien grand policier Georges Moréas a évoqué avec justesse sur son blog. Ensuite, la réaction du ministre de l'Intérieur a consisté à publier immédiatement un décret autorisant l'usage des pistolets à impulsions électriques (Taser) par les policiers municipaux, en donnant des garanties sur leur formation. Reste que, dans un arrêt du 2 septembre 2009, le Conseil d'Etat avait reconnu que cette arme « comporte des dangers sérieux pour la santé, résultant notamment des risques de trouble du rythme cardiaque (…) dangers susceptibles, dans certaines conditions, de provoquer directement ou indirectement la mort des personnes visées ». De surcroît, les syndicats de policiers municipaux ne le réclamaient pas. Ils débattent en réalité sur le port systématique ou non d'armes à feu (et rappelons ici que la policière hélas décédée était armée). Certains réclament un armement systématique et en font une question de principe, dans une démarche qui trahit un fort besoin de reconnaissance et une identification à la police nationale ou à la gendarmerie conçues comme les seules "vraies polices". D'autres ont la sagesse de se méfier de la surenchère, de chercher à affirmer plutôt la spécificité de la police municipale, comme véritable police de proximité, et de replacer la question des armes à feux dans la discussion sur les missions et la doctrine d'emploi de cette "troisième police". Espérons qu'à l'avenir, plutôt que de surfer sur les émotions, nos dirigeants sauront ouvrir ce débat de fond.

Pour introduire le débat :

Ressources en ligne :

http://www.laurent-mucchielli.org/index.php?
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