Así lo ha anunciado hoy el consejo de control de la firma Saab, empresa fabricante de automóviles de gama alta, en venta desde 2008 y deficitaria desde hace años. Fuentes de la marca, que emplea a 4.100 personas en Suecia -la gran mayoría en la fábrica de Trollhättan, al suroeste del país-, han señalado que la supervivencia del segundo fabricante sueco de automóviles tras Volvo podría estar en su unión al fabricante alemán Opel, filial igualmente de General Motor y también en situación crítica.
Por ahora, Saab ha decidido escindirse de su matriz, de la que ha sólo ha recibido pérdidas, con el fin de asegurar su viabilidad como compañía independiente, concentrando sus operaciones en el país nórdico.
GM garantiza la operatividad de la red española
Desde la división española de General Motors han garantizado la operatividad de la red comercial de Saab en España. "Mantenemos los compromisos de recambios, garantías y otras atenciones al cliente como hasta ahora. El trabajo del día a día en la red de venta y posventa será totalmente normal", han asegurado.
Saab cuenta en España con una red de 60 concesionarios que, desde que Saab se integró a finales de 2003 en la estructura comercial de la filial de General Motors, han vendido en el mercado interior 23.000 vehículos de esta firma. El año pasado, el fabricante sueco cerró con 3.495 matriculaciones en el mercado español, el 34,8% menos que en 2007, y empezó este año con sólo 140 unidades vendidas, que, comparadas con las del mismo mes de 2008, implican un retroceso del 47,6%, en línea con el resto del sector.
Al igual que en Alemania en el caso de Opel, GM había solicitado ayudas financieras de las autoridades suecas para salvar a Saab, empresa en venta desde 2008 pero que no ha recibido ninguna oferta, aunque sin presentar ningún plan concreto para garantizar su futuro.
Suecia descarta nacionalizar la marca
Por su parte, el Gobierno de Suecia ha reiterado en los últimos días su rechazo a la nacionalización del fabricante, pese al riesgo de desaparición de la marca, un símbolo para el país. En su lugar, la ministra de Industria, Maud Olofsson, reveló que estarían dispuestos a avalar un eventual crédito del Banco Europeo de Inversones para intentar salvar a Saab, pero descartó la compra u otro tipo de ayudas reclamadas también por General Motors.
"El Gobierno ha cerrado la puerta a la posibilidad de adquirir fábricas de automóviles. No es nuestro plan ni nuestra estrategia de negocio, y creemos que no sería una alternativa realista", declaró la ministra.
Además, la titular sueca de Industria afirmó que se siente "muy decepcionada" con GM y criticó duramente la manera como el mayor grupo mundial de automoción pretende deshacerse de Saab, que el pasado año produjo unos 94.000 vehículos, después de dos décadas como propietario mayoritario. "No han tomado ninguna responsabilidad como dueños de Saab y ahora pretenden trasladar esa responsabilidad a los contribuyentes suecos", declaró Olofsson.
El País - 20.02.09
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