Hay que interpretar la encuesta "con mucha cautela", explicó ayer a Público el director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo. Por un lado, "la destrucción de empleo tiene un componente estacional muy fuerte", lo que provoca una importante distorsión en el "tercer trimestre provocada por el sector servicios. Si se descuenta la estacionalidad, el nivel de destrucción de empleo no ha variado". Por otro lado, "aunque en apariencia se ha contenido la tasa de paro sobre población activa, puede deberse al efecto desánimo". El abandono de la búsqueda de trabajo influye en la EPA, que "no registra a esas personas como parados, aunque económicamente lo son". El pronóstico de Izquierdo es que "la tasa de paro seguirá al alza cuando el efecto estacional se haya perdido".
María Jesús Fernández, analista del Gabinete de Coyuntura de Funcas, opina algo muy similar. Para ella, "la tasa de paro no ha aumentado" porque "la población activa sigue reduciéndose por el efecto de los desanimados, que abandonan la búsqueda de empleo para retomarla cuando mejore la situación económica". La población activa ha caído "tanto entre los extranjeros como los nacionales, hombres y mujeres. Ha afectado a todos los colectivos", añade. "Pensábamos que en el tercer trimestre crecería. No esperábamos esta caída". Funcas estimaba que "la tasa de desempleo superaría el 18%" este año. Ahora prevén que "sea menor por ese abandono del mercado laboral" que reduce la población activa. "No vemos creación de empleo neta hasta 2011".
José Antonio Herce, director de Economía de Analistas Financieros Internacionales (AFI), coincide en que la EPA "son dos datos muy malos que determinan un resultado bueno", debido especialmente a que "la población activa ha caído de forma espectacular" por la gente que "ha tirado la toalla". Sus pronósticos para el último trimestre tampoco son positivos, porque a la estacionalidad se sumará "la paulatina desaparición de los efectos del plan de impulso de la economía del Gobierno".
Herce sí ve un lado positivo: la EPA "puede incidir en la confianza de los hogares", que retraen el consumo por la inseguridad que producen los malos datos macroeconómicos.
Público.es - 23.10.09
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