"Los gitanos siguen enfrentándose a prejuicios profundamente asentados en muchos países europeos, donde son utilizados como chivos expiatorios por los extremistas capitalizando la incertidumbre económica de la crisis financiera y los miedos de que estén involucrados en la delincuencia", señala el responsable del informe, Josef Berényi, para quien la discriminación a la que siguen siendo sometidos los, aproximadamente, 10 millones de gitanos que viven en Europa (en Reino Unido, España, Francia, Portugal, Italia, Rumania, Bulgaria o República Checa) es muestra de "una creciente tendencia anti gitana de la peor clase".
Los ejemplos citados en el documento hablan por sí solos, como los episodios en los que los gitanos han sido víctimas de la violencia, muchas veces motivada por el discurso racista de grupos extremistas, algo que, según Berényi, "va en aumento en Europa". "Los eslóganes contra los gitanos han formado parte de campañas electorales, especialmente a nivel local", denunciaba en 2009 un informe de la Comisión del CE contra el Racismo y la Intolerancia.
Italia es un peligroso ejemplo. En mayo de 2008 varios campamentos gitanos en Nápoles, donde impera la Camorra, fueron reducidos a cenizas después de que una turba de hombres y mujeres lanzasen cócteles molotov y piedras contra las viviendas de los nómadas. El suceso se saldó con una férrea acción policial contra los asentamientos. Pero el informe también denuncia hechos sangrantes como la construcción de un muro para separar a la comunidad roma del resto de la población en algunas localidades, como Beja (Portugal) o Brasov (Rumania).
Escuelas segregadas
La discriminación que enfrentan los gitanos europeos se refleja, según el informe, en cuatro ámbitos fundamentales: educación, vivienda, trabajo y sanidad. En países como la República Checa la segregación en la escuela primaria no está fuera de la normalidad. Allí, "los alumnos gitanos son habitualmente asignados a escuelas especiales diseñadas para niños y alumnos de 3 a 19 años con discapacidad", cita el documento, que menciona también la oposición que presentan los padres en España contra la inclusión de niños gitanos en las escuelas.
La baja escolarización es el principal problema. Según un estudio de 2008, citado por AFP, el 19% de los gitanos entre 18 y 29 años en Rumania (con un 10% de población de esta etnia) nunca han ido a la escuela. El dato para el resto de los ciudadanos se reduce hasta un 1,8%. Y no acceder a una educación reglada implica una baja cualificación y dificultades para la integración en el mercado laboral. De ahí que la imagen que persiste de los gitanos esté relacionada con la delincuencia: si no trabajan, roban. El informe cita, no obstante, casos como el de una mujer gitana a quien la Oficina de Derechos Humanos en Lituania dio la razón después de que denunciase que, durante una entrevista de trabajo, fue rechazada por su marcado acento.
La escasa representación institucional y el fracaso de los planes de integración son los responsables de una situación que, para el Consejo de Europa resulta "deplorable, cuando no escandalosa". Las propuestas del informe pasan por fijar cuotas para gitanos en los órganos de representación, especialmente en los ayuntamientos, y recoger datos estadísticos basados en la etnia de la población, algo a lo que muchos estados aún se niegan.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Consejo/Europa/denuncia/racismo/politico/gitanos/elpepusoc/20100407elpepusoc_4/Tes
Sem comentários:
Enviar um comentário