Mucha gente considera que el día del nacimiento de su hijo o hija fue el más feliz de su vida. Suele ser en los países más ricos. En los más pobres, el día que nace un niño es con demasiada frecuencia el día que muere su madre. En África subsahariana, con elevadas tasas de natalidad, una de cada 16 mujeres muere durante el parto. En los países de Europa con baja natalidad la cifra desciende a una de cada 2.000 y, en América del Norte, a una de cada 3.500.
Aproximadamente 14.000 mujeres murieron en el último año por causas derivadas del parto, 99% de ellas en el mundo en desarrollo; más de 50 millones padecen una mala salud reproductiva y graves enfermedades y discapacidades derivadas del embarazo, y más de medio millón muere cada año por complicaciones durante el embarazo y el parto.
Las mujeres y los niños son quienes más padecen el hambre o la enfermedad en los países del Tercer Mundo o allá donde hay violencia e injusticia. De hecho, aproximadamente el 80% de los más de 40 millones de desplazados y refugiados que hay en la actualidad son mujeres y niños. En estas condiciones se agrava su situación de desigualdad, discriminación y violencia, al ser explotadas y agredidas sexualmente.
La violencia contra las mujeres es un fenómeno internacional presente en todas las sociedades. Es una de las violaciones de los derechos humanos más frecuente y afecta a millones de mujeres y niñas. En España, según datos oficiales, el último año 400.000 mujeres fueron víctimas de la violencia de género, que dejó casi un centenar de muertas. Entre estos terribles datos son las inmigrantes las que presentan mayor vulnerabilidad, y entre ellas se multiplica por cuatro la posibilidad de malos tratos y de homicidios.
Las mujeres, además, sufren una grave discriminación salarial. La UE constata una brecha de un 17,5% en el cobro del salario por el mismo trabajo con respecto al varón. En España esta brecha aumenta hasta el 26,3%. La mujer está sufriendo con mayor dureza la crisis económica, sobre todo por la existencia de una importante segregación ocupacional.
En estos 100 años transcurridos desde aquel incendio en una fábrica de Nueva York en el que murieron 192 pioneras en la lucha de los derechos de la mujer, hemos tenido avances, logrados con gran esfuerzo y dolor y no en todos los países del mundo. Hay grandes áreas donde los avances logrados en estos años se están perdiendo. No debemos dejar que eso suceda. No sólo perderían las mujeres: perdería la humanidad.
Público es. - 07/03/2009
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