California está en estado de emergencia fiscal desde finales de 2008. El colapso del mercado inmobiliario, la crisis financiera y ahora la recesión amenazan con elevar el déficit a 42.000 millones de dólares (32.600 millones de euros). Para frenar la sangría, Schwarzenegger propuso reducir el sueldo a los funcionarios, entre otras medidas. Pero el pasado lunes expiró el plazo para que se llegara a un acuerdo sobre el presupuesto.
Ante los limitados recursos que el gobernador tiene a su disposición, el Estado de California empezó esta semana a aplazar las devoluciones de impuestos a los contribuyentes y a retrasar pagos. Entre las oficinas que cerraron ayer están el Departamento de Alimentación y Agricultura y el de Servicios Sociales. Con esta medida se espera ahorrar 1.300 millones de dólares (1.010 millones de euros) hasta 2010.
Los tribunales, prisiones y hospitales están obligados a seguir operando. California no es el único Estado que se enfrenta a problemas financieros. Maryland, Ohio, Florida o Nueva York también están pidiendo a sus funcionarios que acepten reducciones de salarios u otro tipo de medidas similares como alternativa a la eliminación de esos puestos de trabajo.
El País - 07.02.09
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