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17/04/2009

Islandia es una economía totalmente quebrada

Entrevista al sociólogo norteamericano James Petras que repasa la actualidad mundial

Quería arrancar preguntándote por Islandia en primer término...

Petras: Bueno, Islandia es una economía totalmente quebrada. Era un país por muchos años con mucha influencia de la izquierda, de sectores obreros, pescadores sindicalizados con fuerte presencia socialista, incluso comunista. Y después de un tiempo el panorama político cambió y subieron al poder un sector neoliberal y a partir de eso se organizó un sector especulativo que empezó a utilizar un sistema financiero para especular en todas partes. La economía cambió, hay un bum económico, un gran flujo de dinero cambiando todos los hábitos de trabajo honesto, etc., a tal punto que crecía las ganancias, un 40% ó 50% pero eso duró solo un par de años y después cayó todo.

Con la caída y la economía real quebrada, un sistema financiero totalmente quebrado, entraron en negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con Inglaterra, el Citybank y otros. Y al final de cuentas la economía en Islandia cayó un 35% en un año, miles de empresas en la banca rota, enorme desocupación que superó siete veces lo que era antes y un país que estaba entre los más elevados ahora es uno de los más pobres. Con una pobreza forzando a la gente a buscar caridad.

Eso es un ejemplo tal vez extremo pero fíjate que es un proceso que podría repetirse en Europa Oriental y en otras partes del mundo donde el crecimiento especulativo resulta mucho peor, las consecuencias son mucho peores que cualquier otro tipo de crisis. Y ahora, como consecuencia de esta política, ningún político liberal tiene ninguna chance de ganar y hay una coalición que recientemente subió el poder, una alianza social-demócrata con izquierda algo ecologista-populista. Ellos tratan ahora de reorganizar la economía, pero todavía no han tomado medidas socialistas. Están tratando de desmovilizar porque por muchos días o semanas miles de personas manifestaron frente al Congreso, frente al Parlamento, frente a la casa del Primer Ministro. Y ahora, esta coalición de centro-izquierda anuncia que va a tomar medidas diferentes, tratar de reconstruir la industria pesquera, la industria minera y otras actividades y dejar las bases financistas. Pero con deudas acumuladas desde el pasado y las obligaciones a los prestadores, es muy difícil que el gobierno actual pueda recuperarse dentro de 10 ó 15 años.

Y es el patrimonio que tenemos del capitalismo financiero y qué efectos tiene sobre la conducta de la gente, eso de recibir dinero fácil, tomar deudas, gastar, gastar y después terminar en la miseria y la pobreza. Es la lección ahora que la gente siente.

Bueno, lo mejor de todo es que vuelve la solidaridad, vuelve el espíritu comunitario entre la gente empobrecida que se perdió en el período de especulación donde el individualismo, el egoísmo no solo afectó a las clases altas sino a la clase medio-baja e incluso a sectores populares.

Es un total desastre el caso de Islandia.

Chury: Petras, seguimos por el mundo, está lo de Tailandia y está lo de Moldavia y seguimos andando...


Petras: Sí, el caso de Tailandia es muy interesante, porque tenemos un gobierno de Thaksin que era un gobierno de un multimillonario, algo corrupto pero que tenía una combinación de política populista y capitalista. Populista en el sentido de canalizar mucho dinero por primera vez en la historia de Tailandia hacia los sectores campesinos pobres, construyendo hospitalis y escuelas, financiando la agricultura con créditos baratos y consiguieron una popularidad impresionante.

Lo mismo en las ciudades que tenían programas de habitación barata, créditos para los pobres en pequeñas tiendas y los sectores laborales. Entonces, era la contradicción de un multimillonario monopolista pero adoptando posiciones, por lo menos favoreciendo a los pobres de una forma impactante.

Y eso enoja mucho a tres sectores, al rey, la casa real que son muy reaccionarios; a la oligarquía latifundista y los grandes capitales de Bangkok y sectores de los militares, la cúpula militar.

Con esto primero tomaron medidas de descalificarlo del gobierno utilizando pretextos de vender su empresa a capitales extranjeros diciendo que eso era violación del patrimonio nacional.

Y segundo, la derecha adaptó una posición dura contra Thaksin –a sus medidas populistas.

Entonces con la aprobación del rey,la derecha organizó un golpe militar. También resistieron presiones populares, lanzaron las “bandas amarillas”, se pusieron camisas amarillas creando artificialmente una base popular de clase media, clase media-alta en contra del señor Thaksin para justificar el golpe.

Thaksin está reemplazado pero también tumban a su reemplazante. Y con eso imponen un gobierno minoritario, antipopular y eso provoca que los seguidores, la gran masa popular urbano-rural, llene las calles y busquen desplazar a este gobierno actual antipopular y llamar a nuevas elecciones que permiten libre participación por el señor Thaksin o por lo menos el retorno de él pero que está exiliado a volver a competir.

Entonces, en apariencia parece una lucha entre sectores de la clase dominante, pero las bases sociales de cada cual de estos opositores son muy diferentes.

Los camisas rojas representan al populismo y los camisas amarillas al gobierno de turno, la derecha tradicional y militarista.

Ahora, en Moldavia, han tenido un gobierno formalmente comunista, que no ha tomado partido a favor de OTAN pero trata de mantenerse simpatizante con Rusia pero con una economía privada, con sectores mafiosos, teniendo un marco político para funcionar incluso en el mercado de tránsito de mujeres.

Es un gobierno tibiamente progresista, si quieres utilizar eso. Y los opositores son otros sectores derechistas más vinculados con el mundo OTAN, norteamericano y quieren tumbar este gobierno recientemente elegido bajo la supervisión de observadores. Todos declaran que las elecciones eran legales, limpias, honestas, lo que sea. Ellos pidieron un recuento de votos pero eso es un simple eslogan, realmente la meta es tumbar a un gobierno y terminar como un satélite occidental norteamericano.

Otra vez tenemos un conflicto, en un lado mayoritario podríamos decir pro-ruso y del otro lado una minoría pro-norteamericana más hacia la derecha. Pero en ningún caso es una lucha entre comunistas y reaccionarios. Es una lucha de reaccionarios contra un gobierno en el mejor sentido que podríamos llamar centrista pro-ruso.

Chury: Continuamos con otros temas porque a mí sabes que me tienen asombrado la cantidad de cumbres... ¿Qué hacemos con tanta cumbre?

Petras: Sí, viene de las Américas. Hay algo importante que van a introducir los países del ALBA sobre la necesidad de incorporar a Cuba, terminar la exclusión de Cuba, sabiendo con anticipación que Obama se va a oponer a la inclusión de Cuba.

Esa polarización sobre Cuba podría debilitar los esfuerzos propagandísticos de Obama con su retórica de nuevos tiempos, de cambio. Si él se declara totalmente aislado para continuar la exclusión ya va a salir desprestigiado, un continuista, y va a destruir su campaña de proyectar una imagen de un presidente renovador.

Y con Chávez encabezando la lucha contra la exclusión y el embargo, pero con el apoyo de Evo Morales y Ortega y Zelaya de Honduras y tal vez de otros países como Ecuador. Los brasileños, los chilenos, Tabaré Vázquez, todos están tratando de mantener una política de apoyar a los EE.UU., colaborar con los EE.UU. pero mantener la imagen que tienen un grado de autonomía por sus relaciones con Cuba. Ellos están forzados en este caso, de tener una posición en relación con Cuba y los EE.UU. Y eso es un factor muy nuevo y muy importante en esta Cumbre que viene.

El otro asunto es que van a la Cumbre frente a una enorme depresión económica que ha empezado a afectar sus economías. En un momento en que la fuente de la quiebra fue el mismo EE.UU., donde Obama no muestra ningún milímetro de diferencia de Bush en su apoyo al capital financiero. Sin ninguna capacidad de estimular la demanda en EE.UU. donde el gran proyecto es capturar los ahorros y canalizarlos a EE.UU.

El proteccionismo financiero de Obama esta contra la necesidad de América Latina a financiar sus exportaciones y conseguir crédito para financiar la recuperación.

Es otro tema que por primera vez pone en conflicto América Latina contra el proteccionismo de EE.UU. Más allá del cumbre, hay temas más radicales, los problemas de nacionalizar empresas quebradas los gobiernos van a enfrentar el crecimiento del desempleo y pobreza que va a generar cada día más presiones y luchas afuera de los cumbres y las instituciones capitalistas.

Mientras Obama todavía tiene controlada su situación en EE.UU. y puede imponer políticas cada vez politicas más reaccionarias, este margen de maniobra en América Latina es mucho menos.

Los gobernantes están frente a una próxima ola de descontentos y movilizaciones. En este caso la capacidad de introducir un nuevo proyecto panamericano está muy, muy, muy debilitado. No creo que el cumbre haga mas que declaraciones generales folclóricas de coordinar políticas, de colaborar en proyectos... No hay ningún proyecto económico sobre los temas calientes como estimular la recuperación económica en América latina a partir de iniciativas norteamericanas. Eso no existe. Van a discutir pero van a salir sin ningún acuerdo: Ni reaccionario ni populista que podría afectar favorablemente a América Latina. Este cumbre es un gasto de tiempo, pero un gasto de tiempo que tiene al margen algunos aspectos principalmente sobre Cuba y sobre el proteccionismo norteamericano que podría mostrar alguna de la polarización entre norte y sur.

Rebelion - Efraín Chury Iribarne - 17.04.09

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