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30/11/2009

Elecciones en Honduras: Triunfa el pueblo, gana la Resistencia

Giorgio Trucchi

Candidatos de los partidos tradicionales derrotados por el llamado a la abstención antigolpista

Sea cual sea el resultado final que dé a conocer el Tribunal Supremo Electoral (TSE) durante los próximos días, no lo crean. En las "elecciones farsa" del 29 de noviembre no importaba quién ganara, sino aparentar un desarrollo democrático de la jornada electoral y una participación masiva de la gente, para tratar de convencer a la comunidad internacional de que ya es tiempo de olvidarse del pasado y mirar hacia el futuro. Un "borrón y cuenta nueva" hábilmente orquestado por los grupos fácticos hondureños y el Ejército, asesorados por el gobierno estadounidense, que violenta la memoria de las víctimas de estos cinco meses de golpe de Estado.

Con casi el 62 por ciento de los votos escrutados en el conteo rápido realizado a través del envío de los datos por celular, método que despertó muchas dudas y suspicacias, el ganador de estas elecciones en Honduras será el candidato del derechista Partido Nacional, Porfirio "Pepe" Lobo Sosa, con el 55 por ciento de los votos válidos.

Muy distante quedó su contrincante Elvin Santos, candidato del Partido Liberal, con el 38 por ciento, quien paga la profunda división del partido a raíz del golpe de Estado, fragmentado entre quienes apoyaron la ruptura del orden constitucional y los que se mantuvieron fieles a su líder, el presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya Rosales.

No obstante, en esta fecha poco importa quiénes hayan ganado estas elecciones que el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado ha clasificado de "circo político", porque el verdadero triunfador ante la nación y el mundo ha sido el pueblo hondureño, que en su mayoría ha acatado el llamado de la Resistencia a boicotear el proceso electoral que perseguía el objetivo de legitimar el golpe y sus inspiradores y ejecutores.

Pese a lo que quiera dar a creer el TSE, quienes han pasado la jornada de ayer, 29 de noviembre, visitando y observando los centros de votación, saben perfectamente que la concurrencia a las urnas ha sido insignificante, que la presencia del Ejército y la policía ha sido asfixiante y atemorizante en todo el país y que se han registrado un sinnúmero de episodios de represión y violación a los derechos humanos de los hondureños.

También ha sido inexistente la presencia de observadores electorales calificados, ya que los pocos que eran acarreados de un centro de votación al otro, además de pertenecer a organizaciones sociales o políticas de la derecha nacional e internacional que avalaban el golpe de Estado, preferían pasar su tiempo tomándose fotos en lugar de tratar por lo menos de fingir cumplir con la tarea por la que fueron desesperadamente llamados por el gobierno de facto y los magistrados electorales.

La Resistencia denuncia represión y fuerte abstencionismo

Durante una rueda de prensa que se desarrolló en la sede del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (COFADEH), el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado y la Plataforma de organizaciones de derechos humanos dieron a conocer un documento en el que informaron haber constatado "el fracaso de la farsa electoral debido a la escasa afluencia de votantes a las mesas receptoras, pese a las amenazas a la población en general y a los trabajadores y trabajadoras de parte del gobierno de facto y la empresa privada, en caso de no participar al voto.

Esta realidad -continúa el documento- desautoriza al Tribunal Supremo Electoral a dar a conocer resultados exagerados con el fin de dar credibilidad a su farsa electoral".

También se denunció que las fuerzas represivas continuaron con su campaña de terror contra la población en resistencia. A ese propósito, el COFADEH dio a conocer un primer informe sobre las violaciones cometidas los días 28 y 29 de noviembre contra el pueblo hondureño, a través de numerosas detenciones y cateos ilegales de viviendas, constantes amenazas de parte del Ejército y la Policía en todo el país y la continua violación de la Ley Electoral, que prohíbe a los militares acercarse a menos de 100 metros de los centros de votación.

En San Pedro Sula, en el norte del país, la marcha de la Resistencia fue salvajemente reprimida por la policía, y hay decenas de heridos y detenidos, entre ellos un periodista de la agencia Reuters quien fue hospitalizado por una profunda herida en la cabeza.

En Santa Bárbara y Zacate Grande varias comunidades fueron rodeadas por militares y los activistas de la Resistencia amenazados. 20 jóvenes tuvieron que escapar para evitar la represión y hasta el momento se desconoce su paradero.

En Tegucigalpa, la sede del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), afiliado a la UITA, fue objeto de severas amenazas por parte del Ejército, cuyos efectivos permanecieron largas horas apuntando con una ametralladora hasta disparar ráfagas durante la madrugada del día 29 de noviembre.

"Viendo lo que ha sucedido en estos dos días, podemos anunciar que existen todos los elementos para decir que no ha sido posible desarrollar este acto público, porque no las consideramos elecciones, convocado por los golpistas en un ambiente de terror para legalizar el golpe de Estado. Son todos elementos -dijo Bertha Oliva, coordinadora del COFADEH- que nos van a servir para impulsar una acción legal en los próximos días contra este proceso".

Prueba de fuego para la comunidad internacional

Pocos minutos antes de que "Pepe" Lobo se declarara ganador, lo magistrados del TSE anunciaron que el porcentaje de participación al voto fue del 61 por ciento, dejando atónitos los periodistas locales e internacionales que a lo largo de todo el día pudieron comprobar la escasa afluencia a las urnas.

Como único elemento de comparación para poder justificar ese dato tan absurdo, el TSE dio a conocer el tercer informe de Hagamos Democracia, organización conocida a nivel internacional por ser la punta de lanza del Departamento de Estado norteamericano para penetrar los procesos electorales en aquellos países que contradicen la política estadounidense hacia América Latina, y que está financiada por agencias como la NED, el IRI y la USAID.

A pesar de eso, Hagamos Democracia reconoció una participación del 47 por ciento. Una incongruencia que deja al descubierto la burda maniobra del TSE. Según el conteo a boca de urna del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras, CODEH, con un margen de error del 4,5 por ciento, los votantes no superarían el 22 por ciento. Por el contrario, para el presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, y la Resistencia, el abstencionismo alcanzaría el 65 por ciento, casi el doble del que hubo en las últimas elecciones del 2004.

Independientemente de cuáles serán los resultados finales, el verdadero ganador de estas elecciones ilegítimas será el pueblo hondureño. Un pueblo en resistencia que de esa manera ha castigado al mundo político, expresión de los grupos fácticos, que ha avalado el golpe de Estado y ha se ha callado ante los muertos, los heridos y la represión generalizada desatada en estos cinco meses de ruptura constitucional.

Ahora es el turno de la comunidad internacional que deberá tomar una decisión final: al lado de la gente que resiste y que dice "No" a la dictadura, o volviéndose cómplice de un proceso involutivo que pone en riesgo el futuro de la región centro y sudamericana.

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Esta dictadura es peor que la de los años 80
Organizaciones de derechos humanos impugnan elecciones ante el TSE

Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), recibió a Sirel en su oficina cuyas paredes están cubiertas de atestados por el incansable trabajo desarrollado en casi 30 años de lucha en defensa de los derechos humanos en Honduras.

Una vida, todas las vidas,
Una entrega por la vida para crear un mundo de justicia,
con el talante sencillo como las mujeres suelen hacer amable el universo
y darle la sazón perfecta al bocado de la ternura.
(Candelario Reyes García)

Bertha sufrió en carne propia la violencia de la represión militar desatada en el país en los años 80. El 11 de junio de 1981, cuerpos paramilitares penetraron en altas horas de la noche en la casa donde estaba durmiendo con su marido, el miembro fundador de la Unión Revolucionaria del Pueblo (URP), Tomás Nativí Gálvez, y se lo llevaron. Pese a las denuncias y a las movilizaciones, Bertha, que en aquel momento tenía cuatro meses de casada y tres meses de embarazo, nunca más lo volvió a ver.

Han pasado 28 años desde aquella noche. Bertha Oliva y el COFADEH no han parado un solo instante de luchar para que se haga luz sobre los oprobios de aquellos años y todo lo que vino después, hasta el último atropello que inició el pasado 28 de junio del 2009. Un nuevo capítulo de una historia que parece no tener fin y que se pretende borrar con la farsa electoral del próximo domingo 29 de noviembre.

"En el segundo piso de las instalaciones del COFADEH hemos creado la sala de las víctimas desaparecidas del siglo XX, y ahora tuvimos que crear otra sala con las víctimas del siglo XXI -cuenta la coordinadora de esta organización a Sirel-.

Ya son 30 las personas que han sido asesinadas a raíz del golpe de Estado, nueve de las cuales en el último mes, y a esto hay que agregarle los más de 4 mil casos de violación a los derechos humanos. Ahora pretenden borrar todo lo ocurrido con esta farsa que nosotros nos rehusamos a llamar elecciones, porque va a ser un simple evento público convocado por las fuerzas que han dado el golpe de Estado y que han convertido el país en una verdadera dictadura. Va a ser un acto de los golpistas para los golpistas", aseveró.

Es por eso que el COFADEH y otras organizaciones de los derechos humanos han presentado una petición ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE), en la que se solicita "la inmediata suspensión de los comicios electorales debido a la sistemática y grave violación de derechos humanos, y la vigencia de decretos y resoluciones de la administración pública de facto que restringen derechos y libertades de la población hondureña por motivos notablemente políticos, dentro del contexto del golpe de Estado", cita el documento presentado a los magistrados de este poder.

Para Bertha Oliva hay muchas señales que indican que podría haber una fuerte represión en las próximas horas y un estado permanente de terror en que vive la población hondureña.

"Las Fuerzas Armadas y la Policía han pedido a las autoridades locales hacerles llegar todos los datos de los dirigentes locales de la Resistencia, y paralelamente se ha implementado un Plan de Contingencia para que este domingo los hospitales tengan suficientes camas desocupadas y medicamentos para atender lo que pueda pasar.

Además -continuó Oliva- los dirigentes del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado no están viviendo una vida normal porque ya no pueden regresar a sus casas, y tienen que buscar otro reparo manteniendo estrictas medidas de seguridad. De hecho están en una situación de semiclandestinidad porque su vida está en peligro".

La defensora de los derechos humanos alertó también sobre las grandes inversiones que la Policía y el Ejército han hecho en estas últimas semanas para adquirir nuevo armamento, como por ejemplo una tanqueta lanza-agua con tecnología de punta que ha costado 631 mil dólares.

"Estamos muy preocupados porque estamos viviendo una verdadera guerra de baja intensidad. Siguen las detenciones arbitrarias, hay persecución diaria contra dirigentes magisteriales y en las comunidades, barrios y colonias, han puesto retenes militares en todas las carreteras y artefactos explosivos en diferentes puntos de la capital para generar tensión y justificar la represión.

Además -continuó Oliva-, siguen apareciendo cuerpos de personas asesinadas en diferentes puntos del país y están obstaculizando de una manera nunca antes vista el trabajo de los defensores de derechos humanos. Cuando en las calles aparecen cuerpos de personas con claros indicios de una ejecución, sabemos que estos son patrones que dejaron instalados los escuadrones de la muerte que actúan con la complicidad de los militares y policías.

En este sentido, creo que estamos viviendo en una dictadura sin precedentes, peor que en los 80, porque en aquel momento había lo bota militar, había muertos y desaparecidos, pero era muy complicado probar la relación de los militares con estos crímenes, porque la estrategia era la de utilizar escuadrones de la muerte y paramilitares.

Ahora -explicó la coordinadora del COFADEH- lo hacen a la luz del día desafiando todas las estructuras nacionales e internacionales de derechos humanos y a los gobiernos del mundo. Estoy convencida de que se trata de un proyecto que quieren replicar en América Latina. Si ganan en Honduras van a tratar de ganar también en diferentes países que ya tienen identificados", dijo seriamente preocupada.

El COFADEH advirtió también que al gobierno de facto y a las fuerzas represivas no les interesa siquiera las medidas cautelares de parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para algunas personas que están en riesgo de sufrir la represión.

"Un caso emblemático es el de Carlos H. Reyes, una persona reconocida, querida y respetada a nivel nacional e internacional. Pese a tener medida cautelar, los policías lo agredieron y lo dejaron fuera de todo el proceso por casi cuatro meses.

En este sentido la comunidad internacional va a ser testigo de todo lo que ha ocurrido y estoy convencida de que vamos a poder librar juicios a nivel internacional".

Terminando la entrevista, Bertha Oliva reveló que el COFADEH ayudó ya a 15 personas a salir del país con sus familias, para proteger su vida ante la represión desatada contra ellas.

"No sé hacia dónde vamos, pero estoy segura de que el trabajo por el tema de los derechos humanos va para largo. La dictadura se empodera cada día más y parece que no pueda vivir sin el olor a sangre y el martirio de la población.

Siempre cuando llego aquí y subo a mi oficina me detengo ante los rostros de nuestros desaparecidos y desaparecidas de los años 80 y les sonrío y les hablo. Les prometo que no voy a permitir que nuestro templo, que su sala del siglo pasado, sean violentadas. Ahora miro con preocupación que estamos creando otra sala para las víctimas del siglo XXI.

¿Nos vamos a quedar coleccionando rostros limpios, lindos y diáfanos? ¿Y voy a andar con ellos siempre? Tanto ellos, como su familia y el pueblo hondureño necesitan que logremos respuestas concretas, no para vengarlos, sino para alcanzar la verdad", concluyó Bertha Oliva visiblemente emocionada de tantos para recordar y por quienes luchar.

http://www.adital.org.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=43399

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