David Brooks
Para los trabajadores latinos la peor crisis desde la Gran Depresión no sólo implica una tasa de desempleo de tres puntos superior a la general, sino que son víctimas del robo de salarios por sus patrones, y esto es peor si uno es inmigrante latino hoy en este país. Las cosas están tan mal aquí que ahora hay casos en los que familiares en América Latina envían dinero a Estados Unidos para apoyar a sus seres queridos perdidos en la crisis del país más rico del mundo.
Sindicalistas latinos y varios gremios realizaron hoy un día de acción para denunciar que los trabajadores latinos, y sobre todo los inmigrantes, son las principales víctimas de robo de salario por patrones y anunciaron iniciativas para promover la defensa de los derechos laborales violados con estas prácticas.
Más de uno de cada tres trabajadores inmigrantes sufren violaciones a la ley de salario mínimo, y a ocho de cada diez no se les paga horas extras como marca la ley, según una extensa investigación laboral en Nueva York, Los Ángeles y Chicago realizada por tres centros de estudios. La misma detectó que los trabajadores en industrias de salario mínimo pierden 15 por ciento de sus salarios en general. Los trabajadores latinos, incluidos inmigrantes, son el sector laboral étnico que más sufre violaciones en el pago de salario mínimo y horas extras.
Poco más de 35 por ciento de inmigrantes sufren violación de las leyes de salario mínimo, (frente a 10 por ciento entre los blancos), y peor para las mujeres inmigrantes, con 40 por ciento. De los indocumentados, 37 por ciento padece estas violaciones. Y en torno al pago de horas extras, 80 por ciento de todo inmigrante, así como 79 por ciento de los latinos, no reciben el pago indicado por la ley.
Aunque los latinos e inmigrantes están más expuestos al robo salarial, todos los trabajadores están en riesgo de ser víctimas de abuso. Es importante aplicar las leyes laborales por igual para unir a los obreros y poder negociar colectivamente sus derechos, afirmó Milton Rosado, presidente del Consejo Laboral para el Avance del Trabajador Latinoamericano (LCLAA, por sus siglas en inglés), la principal organización nacional de sindicalistas latinos (suman más de 1.7 millones en el país).
El robo salarial y otras medidas que violentan las leyes laborales aumentarán si los trabajadores siguen desprotegidos. La aplicación de las leyes es clave para que puedan defender sus derechos en el lugar de trabajo, declaró Yanira Merino, directora de Inmigración del Sindicato Internacional de Obreros de Norteamérica (LiUNA por sus siglas en inglés) y miembro de la junta ejecutiva de LCLAA. Agregó: También necesitamos una reforma de nuestras leyes migratorias hasta crear un plan justo y humano que no permita que se sigan violando los derechos humanos y laborales de todo trabajador, como lo permite el sistema actual.
Mientras tanto, los latinos enfrentan una tasa de desempleo de 13.1 por ciento, según cifras oficiales, comparado con 10.2 por ciento para el resto de los trabajadores del país. Y para los inmigrantes las implicaciones son más devastadoras, particularmente porque la crisis ha afectado sectores como la construcción que concentra un gran número de trabajadores inmigrantes.
De hecho, no sólo se ven los efectos de la crisis en el desplome del volumen de remesas que se envían desde aquí a México y otros países del hemisferio registrado este año (una baja de 13.4 por ciento en remesas a México en los primeros tres trimestres de este año, según el Banco de México), sino que se ha detectado algo sorprendente. El New York Times reportó esta semana que el desempleo ha golpeado tan duro a comunidades migrantes en Estados Unidos que se ha detectado un asombroso y nuevo fenómeno: en lugar de recibir remesas de familiares en el país más rico del mundo, algunas familias pobres están juntando lo que pueden para apoyar a sus seres queridos, desempleados, en Estados Unidos.
El mundo patas arriba.
Rebelion - 21.11.09
À procura de textos e pretextos, e dos seus contextos.
Sem comentários:
Enviar um comentário