La línea editorial de los medios de la órbita del PP respecto a la huelga general del 29-S ha sido errática y cambiante, con entusiastas intentos iniciales de obviar las reivindicaciones laborales y transformarla en una protesta sin más contra Zapatero, todo ello con una indisimulada hostilidad hacia Méndez y Toxo. Una esquizoide actitud que, según se alejaba la expectativa de que lograran vaciar la protesta de su objetivo –frenar la reforma laboral-, ha derivado en otros intentos: reforzar la imagen de Esperanza Aguirre como coco de los sindicatos o difundir la teoría de que todo es un "paripé". Ahora que temen que la cita no tenga el seguimiento esperado algunos medios apuestan por utilizar la huelga contra los sindicatos y proponen hacer "contrapiquetes" o por "dar una patada en el culo" a toda la izquierda con el no seguimiento.
Aunque en otras ocasiones hayan apuntado que existían razones para la huelga, El Mundo la tacha en su editorial de hoy como “inútil, impopular y perjudicial”. Allí insiste en su teoría conspiranoica: “En el aire flota además un cierto aroma de paripé en la convocatoria, derivado de la actitud complaciente de Zapatero ante una huelga que se convoca contra sus reformas”.
¿Si hay un pacto para que son las amenazas?
“Gobierno y sindicatos buscan una huelga que acabe en tablas para que ninguno aparezca como derrotado”, insiste el diario de Pedro J., donde también acusan a los sindicatos de “recurrir a la amenaza por miedo el fracaso”. Las presuntas amenazas no serían otras que UGT en Asturias ha apuntado que habrá “piquetes informativos y convencitivos (sic)” o que en Canarias han alertado de “riesgo” para los niños.
Anson apoya la teoría del “paripé”
En la misma teoría conspirativa incide en las páginas de El Mundo Luis María Anson, quien sentencia que “la inmensa mayoría de los españoles desean acudir a su trabajo mientras contemplan atónitos el paripé entre el Gobierno y los sindicatos”.
“Tongo” y todo es por Aguirre
Pero la estrambótica teoría de una huelga pactada entre Gobierno y sindicatos que en realidad va contra el PP encuentra eco en más columnistas. En La Razón, Javier González Ferrari denuncia que el 29-S hay “tongo” y que “el objetivo es crear una suerte de ilusión de protesta contra el Gobierno mientras se envían constantemente mensajes y consignas contra el PP y la patronal con un interés muy especial en hacer daño a Esperanza Aguirre”. Mientras, ABC insiste en que el objetivo es Esperanza Aguirre y advierte en su editorial de que “los sindicatos vinculan el éxito de la huelga al bloqueo de Madrid”.
Grabaciones contra UGT y CCOO Pero quien más lejos va, como recoge José María Izquierdo en su blog, es la web de Jiménez Losantos, Libertad Digital, donde realizan sus propias contrapropuestas para convertir el 29-S en una jornada contra los sindicatos. Juan Ramón Rallo, del instituto ultraliberal Juan de Mariana, habla de “marabunta discivilizadora y anticapitalista que son los sindicatos y sus piquetes parapoliciales” y propone un “contragolpe grabando y fotografiando los violentos métodos con los que esperan lograr sus objetivos”.
“Contrapiquete” a la “mafia” sindical
Otro columnista de LD, Jorge Valín, secunda la propuesta: “Seguro que podremos amontonar miles de atropellos y actividades delictivas. Si destrozan su propiedad privada, grábelo. Denuncie tal crimen o asóciese con otros para hacer demandas conjuntas a los responsables. Tome parte en la huelga como ‘contrapiquete’ silencioso. Simplemente consiste en decir ‘alto’ al crimen de los sindicatos. A esa gran mafia que vive de nuestros impuestos y coarta nuestra libertad e individualidad”.
Intentos desesperados Otro periodista próximo al PP como Federico Quevedo, que presciendo de las reivindicaciones de los derechos laborales ha reconocido que pretendía ver el 29-S convertido en un acto contra ZP, no puede ocultar sus nervios al ver que se pueden contrariar sus deseos. En El Confidencial, tacha de “pandilla de hipócritas” y de “malditos bastardos” a CCOO y UGT e insta a no secundar la huelga como “respuesta a los sindicatos y a su complacencia y servilismo” con el Gobierno. Asegura que no secundar la huelga supondría dar “una patada en el culo de la huelga” a toda la izquierda.
¿Si hay un pacto para que son las amenazas?
“Gobierno y sindicatos buscan una huelga que acabe en tablas para que ninguno aparezca como derrotado”, insiste el diario de Pedro J., donde también acusan a los sindicatos de “recurrir a la amenaza por miedo el fracaso”. Las presuntas amenazas no serían otras que UGT en Asturias ha apuntado que habrá “piquetes informativos y convencitivos (sic)” o que en Canarias han alertado de “riesgo” para los niños.
Anson apoya la teoría del “paripé”
En la misma teoría conspirativa incide en las páginas de El Mundo Luis María Anson, quien sentencia que “la inmensa mayoría de los españoles desean acudir a su trabajo mientras contemplan atónitos el paripé entre el Gobierno y los sindicatos”.
“Tongo” y todo es por Aguirre
Pero la estrambótica teoría de una huelga pactada entre Gobierno y sindicatos que en realidad va contra el PP encuentra eco en más columnistas. En La Razón, Javier González Ferrari denuncia que el 29-S hay “tongo” y que “el objetivo es crear una suerte de ilusión de protesta contra el Gobierno mientras se envían constantemente mensajes y consignas contra el PP y la patronal con un interés muy especial en hacer daño a Esperanza Aguirre”. Mientras, ABC insiste en que el objetivo es Esperanza Aguirre y advierte en su editorial de que “los sindicatos vinculan el éxito de la huelga al bloqueo de Madrid”.
Grabaciones contra UGT y CCOO Pero quien más lejos va, como recoge José María Izquierdo en su blog, es la web de Jiménez Losantos, Libertad Digital, donde realizan sus propias contrapropuestas para convertir el 29-S en una jornada contra los sindicatos. Juan Ramón Rallo, del instituto ultraliberal Juan de Mariana, habla de “marabunta discivilizadora y anticapitalista que son los sindicatos y sus piquetes parapoliciales” y propone un “contragolpe grabando y fotografiando los violentos métodos con los que esperan lograr sus objetivos”.
“Contrapiquete” a la “mafia” sindical
Otro columnista de LD, Jorge Valín, secunda la propuesta: “Seguro que podremos amontonar miles de atropellos y actividades delictivas. Si destrozan su propiedad privada, grábelo. Denuncie tal crimen o asóciese con otros para hacer demandas conjuntas a los responsables. Tome parte en la huelga como ‘contrapiquete’ silencioso. Simplemente consiste en decir ‘alto’ al crimen de los sindicatos. A esa gran mafia que vive de nuestros impuestos y coarta nuestra libertad e individualidad”.
Intentos desesperados Otro periodista próximo al PP como Federico Quevedo, que presciendo de las reivindicaciones de los derechos laborales ha reconocido que pretendía ver el 29-S convertido en un acto contra ZP, no puede ocultar sus nervios al ver que se pueden contrariar sus deseos. En El Confidencial, tacha de “pandilla de hipócritas” y de “malditos bastardos” a CCOO y UGT e insta a no secundar la huelga como “respuesta a los sindicatos y a su complacencia y servilismo” con el Gobierno. Asegura que no secundar la huelga supondría dar “una patada en el culo de la huelga” a toda la izquierda.
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