Montserrat Galcerán
Según afirma la publicidad, la Universidad americana de Berkeley es "la primera del mundo". Lo más seguro es que sea una exageración que no desmerece, sin embargo, una larga tradición de luchas estudiantiles que se prolonga desde las acciones contra la guerra de Vietnam en los años sesenta.
Siguiendo esa tradición, en 2010, los estudiantes vuelven a la carga, acompañados por algunos profesores y por una parte de los empleados. El motivo, el mismo que en tantas otras Universidades del mundo: subida de tasas, recorte de derechos, bajada de pensiones para los empleados y aumento de emolumentos para los altos gestores, intromisión de las empresas en la Universidad, recortes de las ayudas para estudios críticos como los estudios afro-americanos y étnicos, rescisión de plazas, escasa representación de los estudiantes en los órganos colegiados y un largo etcétera.
Siguiendo esa tradición, en 2010, los estudiantes vuelven a la carga, acompañados por algunos profesores y por una parte de los empleados. El motivo, el mismo que en tantas otras Universidades del mundo: subida de tasas, recorte de derechos, bajada de pensiones para los empleados y aumento de emolumentos para los altos gestores, intromisión de las empresas en la Universidad, recortes de las ayudas para estudios críticos como los estudios afro-americanos y étnicos, rescisión de plazas, escasa representación de los estudiantes en los órganos colegiados y un largo etcétera.
No importa estar casi al otro lado del globo para seguir encontrándose con los mismos problemas. Escuchando las intervenciones de los estudiantes tenía la sensación de seguir en Madrid, en alguna acción contra el mal llamado Plan Bolonia, que de hecho no eran otra cosa que acciones contra la supeditación de la Universidad a la dinámica de la economía global capitalista, en la que la educación universitaria está cada vez más incluida como si fuera un negocio más.
Visto desde aquí no hago más que preguntarme, ¿cómo puede ser que algunos todavía crean que las dinámicas mercantilizadoras sacarán a la Universidad española de su largo estancamiento, si esa dinámica crea un empobrecimiento imparable de la Institución contra la que justamente están luchando los estudiantes americanos?
Berkeley tiene varios Premios Nobel entre sus profesores, pero los estudiantes negros y latinos son discriminados y, si logran entrar en la Universidad, deben olvidar su pasado. Hasta hace poco, en Martinica, una isla del Caribe que sigue siendo provincia francesa, se enseñaba a los niños en las escuelas que todos los franceses provienen de los galos - ¿ellos también provienen de los galos?
A los americanos se les dice que son una nación de inmigrantes, pero se silencia la migración a que se sometió a los esclavos, que es el pasado de muchos; los traslados forozosos para las poblaciones indígenas, que lo es de algunos, y las migraciones económicas y políticas forzadas, de casi la mayoría. Esa diversidad de razas y condiciones estaba presente entre los estudiantes en una Babel de rostros, lenguas y conductas.
Y sin embargo la diversidad de sus componentes no enturbió la unidad de acción. Como una larga serpiente de múltiples rostros, el cortejo recorrió el campus y ocupó la Biblioteca central. En el marco de un edificio que remeda las construcciones clásicas con sus columnas de volutas y sus inscripciones doradas - la Sabiduría tiene aquí su morada, se dice en una de ellas- los diversos oradores reclamaban insistentemente una educación accesible, asequible y diversa. La multitud respondía a la pregunta "¿de quién es la Universidad?" con un coreado "la Universidad es nuestra", interrumpido una y otra vez por las viejas estrofas del "No nos moverán". Mientras, los policías fornidos y mal encarados como en todos los estados del mundo, bloqueaban las puertas y los gestores, como en todos los paises, afirmaban su impotencia contra el designio de los mercados y la crisis de la economía mundial.
Las acciones van a seguir el próximo noviembre.
En Berkeley, como en todos los países del mundo, la lucha continúa.
REIVINDICACIONES DE LOS ESTUDIANTES DE BERKELEY
Educación accesible, asequible y diversa para todxs y a todos los niveles.
No subida de tasas. Rescindir la subida del 32% de las tasas.
Educación gratuita para todxs.
Las tasas de los estudios profesionales y de los grados deben ser comparables a las de las Universidades PÚBLICAS.
Aumentar la admisión de estudiantes de colectivos con poca presencia - aumento de los recursos para proveer servicios a comunidades con escasa presencia, con escasos recursos o con otras desventajas.
Contratar un director a tiempo completo para el Centro por el desarrollo de los americanos nativos.
Rescindir las admisiones policiales para el 2012.
Acceso a la ayuda financiera para estudiantes sin papeles. Aprobar el acta DREAM [El Acta DREAM es una propuesta presentada en 2003 que permitiría a los estudiantes sin papeles entrar en la Universidad al mismo nivel que los estudiantes americanos, sin tener que pagar las tasas abusivas que se aplican a los extranjeros, y les permitiría asimismo disfrutar de becas y ayudas a las que ahora no tienen acceso. La propuesta nunca ha sido aceptada en el Senado por más que el actual Presidente Obama se manifestó favorable a ella.].
Trabajar directamente con el programa para estudiantes con discapacidades para establecer un presupuesto.
Garantizar la ayuda para los niños a todos los padres trabajadores y estudiantes.
Educación de calidad y con recursos para todxs.
Detener el proceso de degradación de nuestra Universidad. No a la cyber Universidad.
Financiación completa para "Estudios étnicos".
No a los despidos o rescisión de contratos de los trabajadores. Retirada de los 200 despidos propuestos. Recortar los pagos a los ejecutivos, no a los trabajadores y educadores.
Detener los recortes para la jubilación de los profesores y trabajadores.
Introducir las demandas de la UAW (Unión de trabajadores americanos) y la CUE (profesores de enseñanza virtual) en los contratos.
Derogar la proposicón 13 tal como se aplica a las corporaciones. Tasar a las petroleras. Respetar las mayorías en las votaciones sobre el presupuesto estatal.
Un sistema educativo democrático y justo.
Democratizar los órganos de gobierno.
Divulgación completa del presupuesto de la Universidad.
Rechazar proyectos de inversión financiados con las tasas estudiantiles a espaldas de éstos.
Retirar los cargos contra los estudiantes implicados en protestas. Reforma estudiantil y tratamiento del código de conducta de los estudiantes.
No a la brutalidad policial y a la represión en la UC Berkeley y en los parques públicos.
No a los negocios con corporaciones criminales. Los estudiantes, los trabajadores y las facultades tienen que intervenir en los tratos con los partners empresariales.
No a la participación en la producción de armas nucleares.
La Asamblea general de la Universidad de California en Berkeley
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