1. El secretario de Hacienda mexicano, Carstens, confirmó que propondrá un incremento a las tarifas de electricidad, gas, gasolina y los demás servicios públicos para 2010, como parte de las medidas para cubrir el “boquete” de 300 mil millones de pesos en las finanzas gubernamentales. Que esa alza de tarifas –incluye peajes carreteros– permitirá al gobierno federal obtener 140 mil millones de pesos el próximo año, a los que se sumarían 20 mil millones que pretenden obtener vía mayor eficiencia en la recaudación. N o hay otra salida y enumeró que el gobierno federal podría obtener otros 100 mil millones de pesos, endeudándose, y los restantes recursos a través de ahorros en el gasto público, la eliminación de gastos superfluos, pero también recortes de “personal innecesario” en la burocracia.
2. Cubrir el “boquete” de 300 mil millones de pesos que se perdieron por la crisis y por la epidemia, dice el gobierno funesto de Calderón, es urgente; sin embargo la realidad es que la economía mexicana inició su desplome desde mucho antes por las políticas privatizadoras impuestas –por lo menos desde 1982 con De la Madrid- y el saqueo de recursos de todo tipo que hacen altos políticos y empresarios. La llamada “crisis externa” y la influenza brindaron argumentos oportunos a la clase gobernante para tratar de engañar al pueblo. ¿Se puede olvidar acaso que desde el año 2000 –cuando el panista Fox asumió la Presidencia- el país tuvo crecimiento promedio de 1.5 % y se multiplicó el desempleo? ¿Se puede silenciar que durante el gobierno de Calderón el crecimiento promedio es de 1 % y el desempleo está cerca de 10 %?
3. México no ha sido un país de espectaculares o altos crecimientos anuales como algunos países asiáticos que han crecido en las últimas décadas hasta el 15 por ciento, pero los gobiernos del PRI –con excepción de los años 1929, 30, 31 y 1982, 83, 84 que causaron alarma- durante sus setenta años de dictadura de partido, mantuvieron promedios de crecimiento por arriba del 2 por ciento, alcanzando de 1954/68 hasta el 6 por ciento como promedio de crecimiento. Los dos gobiernos del PAN (Fox y Calderón) han demostrado una enorme incapacidad para el manejo de la economía y de las finanzas públicas, a tal grado que se han visto obligados a usar a funcionarios priístas en la secretaría de Hacienda y a cogobernar con los priístas en la segunda mitad de sus sexenios. Sólo se han sostenido por el apoyo empresarial.
4. El desempleo en México ha sido grande en el país, pero nunca creció tanto como en los últimos 25 años de privatización y neoliberalismo. La gran industria y las sociedades construidas con empresas transnacionales obligaron al cierre de decenas de miles de empresas micros, pequeñas y medianas, así como al despido de millones de trabajadores que antes vivían muy pobres pero con ingresos seguros. Los gobiernos, como simples instrumentos de los poderosos empresarios, jamás se preocuparon por la deformación de la economía al golpear a los sectores mayoritarios. La llamada “modernización” en vez de impulsar mayor cantidad de inversiones, así como más empleos y buenos salarios para los productores de la riqueza, creó una gran oferta de brazos que desplomó todos los salarios. La “modernidad” sólo benefició a los más poderosos.
5. ¿Cómo podrán ahora los trabajadores pagar el despilfarro y el latrocinio que ha sufrido el país en los últimos 25 años? Según el secretario Carstens no hay otra salida: “todos deben pagar para sacar a México del boquete”. En vez de que los poderosísimos empresarios de la Cocacola, de Bimbo y otras gigantescas empresas paguen impuestos de acuerdo a sus enormes ganancias, se busca imponer aumentos en artículos que de manera natural encarecen todos los artículos. Decretar aumentos a la gasolina, el gas, la electricidad, al azúcar, lleva automáticamente a una gran carestía generalizada. No estarían mal esas medidas gubernamentales si llevaran a grandes y generalizados levantamientos del pueblo que concluyeran en la revolución de 2010, pero sí sólo agudizan la miseria y el hambre, sólo dañaría más a las familias proletarias.
6. En la década de los noventa los mexicanos estaban hartos, repetían que no podrían haber gobiernos más corruptos y más represivo que los del PRI y que cualquier partido que gobernara sería menos peor. “Cualquiera, menos el PRI” fue la coyuntura que aprovecharon Fox y el PAN. El PRI había gobernado, sin interrupción, durante 70 años y parte de la población –sin tener la menor idea política- lo había asimilado como algo natural; sin embargo otra parte de los ciudadanos estaba ya muy enojado. ¿Qué pasó después de un año de foxismo? La población se dio cuenta que el PAN no sólo era tan corrupto y represivo como el PRI sino que los superaba en incapacidad y desprecio hacia los trabajadores. El PAN no cambió ni un ápice la política privatizadora impuesta en 1982 por los presidentes priístas De la Madrid y Salinas.
7. Lo grave es que el hartazgo del pueblo contra el PRI no se transformó en una gran batalla social contra todo el sistema de explotación y opresión. Sólo logró una funesta “alternancia” que permitió sustituir a los corruptos y represores por otros de igual o de mayor calibre. La centro/izquierda y la izquierda no pudieron presentar una alternativa diferente y el PRD se ha conformado con marchar a la cola del gobierno y con hacerle algunos reclamos. En tanto los trabajadores no se organicen y salgan a las calles de todo el país para luchar por sus derechos, tendrán que seguir pagando con su trabajo y su miseria la enorme corrupción de gobiernos y partidos. Pero no olvidar que las luchas sociales no mueren; pueden resurgir en cualquier momento y muchas veces donde menos se esperan. Trabajemos para que en 2010 se cumpla la cábala.
Rebelion - 05.09.09
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