Tomás Muñoz García / Madrid
Las universidades públicas viven permanentemente endeudadas. La mayoría de campus reciben menos fondos de los que necesitan para funcionar, lo que genera desfases en las cuentas. En el caso de la Universidad de León, la deuda de unos 24 millones de euros ha servido como argumento para justificar la no renovación de cien profesores asociados, sin que haya disminuido el número de alumnos. Los mismos rectores advierten de este problema. El de la Universidad de Zaragoza denunció en el parlamento regional que los recursos asignados eran insuficientes para mantener la calidad docente. La Universidad de Cádiz tiene un agujero de 43 millones, la deuda de la de Salamanca ronda los 30 y las universidades valencianas deben tanto que José Pío Beltrán, delegado del CSIC en la comunidad, dice sin reparos que las universidades “no se sabe de quién son, si de las instituciones o de los bancos”.
Rankings de excelencia
Uno de los temas espinosos de la nueva financiación que impone Bolonia es el reparto de unos recursos extraordinarios por rankings de excelencia. La competición por ser considerado campus de excelencia tenía también un trasfondo económico. La lluvia de 73 millones de euros ha recaído en las universidades madrileñas y catalanas sin que se afronte el endeudamiento de las del resto del Estado. Sin embargo, esta asfixia económica que sufren la mayoría de los campus públicos no impide que se ayude a entidades anglosajonas. El desembarco de dos de estas universidades privadas en Madrid será una realidad gracias a la cesión de terrenos públicos en Majadahonda y San Martín de la Vega. Mientras que las universidades públicas madrileñas llevan más de un año reclamando a la Comunidad unos 60 millones, la Universidad de California (UC) y la inglesa London School of Economics and Political Science (LSE) dispondrían de dos grandes extensiones de terreno para instalar sendos campus. Eso sí, la institución californiana todavía no ha confirmado su decisión, ya que baraja más de seis ubicaciones. Pero ya cuenta con el visto bueno tanto del Ayuntamiento como de figuras pesadas de la Comunidad de Madrid: Lucía Figar, consejera de Educación, e Ignacio González, vicepresidente. En este mismo sentido, la Comunidad podría transferir los recursos destinados a Educación directamente a los estudiantes, extendiendo los fondos públicos para los alumnos de universidades privadas. Un proyecto que se denominaría bono universitario.
- PRIMERA PIEDRA. La presidenta de la Comunidad de Madrid instalando la primera piedra de la LSE en Majadahonda. Comunidad de Madrid
¿Primera sede lejos de EE UU?
La UC instalaría en San Martín de la Vega su primer campus fuera de suelo estadounidense. El proyecto, que estará ubicado junto al Parque Warner, incluye espacio para hoteles, oficinas y un campo de golf, para lo que presupuestan un millón de metros cuadrados. Parte del suelo que está al lado del parque es propiedad de la Comunidad, en concreto de su sociedad Arpegio. La cesión de este suelo es la condición para desembarcar en San Martín, ya que la otra parte la aporta Manuel Jove, ex presidente de la inmobiliaria Fadesa, que en 2008 anunció su quiebra y posterior concurso de acreedores, el mayor en la historia española hasta ese momento. La delegación de la LSE está más avanzada. El proyecto lleva activo desde 2006, bajo el nombre de Centro Internacional de Estudios Económicos y Sociales (CIEES), pero tras la colocación de la primera piedra en junio pasado, el centro espera comenzar a ofertar posgrados a partir del próximo curso, bajo la tutela de Caja Madrid y Mapfre [ver recuadro superior]. La LSE presume de haber dado al mundo 14 premios Nobel y ha estado dirigida durante 8 años por el promotor de la tercera vía socialdemócrata, Anthony Giddens. Según Carlos Sevilla, que recientemente ha publicado el libro La fábrica del conocimiento, la motivación que tienen estas universidades-empresa para desembarcar en el Estado es captar cerebros low cost, tanto del norte de África como de España, que no puedan pagarse estancias en Londres o California. Esta política de captación de estudiantes-clientes en otros mercados está relacionada con la importancia del castellano, lengua puerta para los países emergentes de América Latina. En este sentido, la Comunidad ha dado otros pasos para mercantilizar y rentabilizar la difusión del idioma creando una plataforma empresarial para la gestión del negocio del castellano, que tendrá sede en Alcalá de Henares y el apoyo de su Universidad.
http://www.diagonalperiodico.net/El-desembarco-de-la-academia.html
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