Andrew Sparrow detalla los métodos principales utilizados por los parlamentarios para sacar partido del sistema de asignaciones. El descrédito de la política profesional alcanza sus máximas cotas, al tiempo que crece un peligroso sentimiento antipolítico entre la población.
Las nueve páginas de revelaciones de The Daily Telegraph hoy sobre el modo en que los ministros han reclamado el reembolso de los gastosparlamentarios ilustran por qué el sistema es considerado en buena medida inaceptable.
Los parlamentarios han de seguir ciertas pautas cuando presentan sus reclamaciones de devolución de gastos, establecidas en un documento parlamentario conocido como Libro Verde, y el DailyTelegraph no está acusando a los 13 ministros del gabinete cuyas
reclamaciones ha estudiado en detalle de violar las reglas.
Pero las revelaciones ponen de manifiesto dos fallos esenciales del sistema. En primer lugar, las reglas son a menudo laxas o ambiguas, o están llenas de lagunas. Estas permiten a los parlamentarios presentar gastos que violan el espíritu de la reglas, aunque parezcan ajustarse a lo redactado en el Libro Verde.
En segundo lugar, las reglas las "hacen cumplir" los funcionarios del departamento financiero de los Comunes, que tienen poca autoridad sobre los parlamentarios. Tienen derecho a rechazar las reclamaciones de devolución, pero como todo el personal de los Comunes, se ven a si mismos como servidores de la casa y son remisos a poner en tela de juicio las afirmaciones hechas por los "honorables miembros".
Una vez que el departamento da su visto bueno al reembolso de los gastos presentados, el diputado en cuestión se encuentra en situación de argumentar que son legítimos, puesto que han sido aprobados por las autoridades de los Comunes.
Tal como afirma el Daily Telegraph, la consecuencia ha sido que muchos
parlamentarios han presentado cuentas de gastos que, si bien técnicamente
legítimas, "rebasan lo que la opinión pública encuentra admisible".
El Telegraph ha publicado detalles concretos relativos a 13 ministros del gabinete. Pero sus periodistas también se han dedicado a estudiar los gastos presentados por otros parlamentarios. Basándose en las últimas revelaciones, es posible identificar ya al menos 14 maneras utilizadas por los parlamentarios para sacarle partido al sistema.
1. Designar la vivienda "que no es" como segunda vivienda
La mayoría de los abusos tienen que ver con la "asignación de costes adicionales" (ACA), la suma de 24.000 libras al año que permite a los parlamentarios cubrir el coste de mantener una segunda vivienda de modo que puedan servir a su distrito electoral y visitar Westminster [la sede londinense del Parlamento] de forma regular. En el Libro Verde se dice: "La ubicación de su vivienda principal corresponderá a aquella que lo sea de hecho habitualmente". Pero, en la práctica, los miembros del Parlamento mantienen una considerable discrecionalidad a la hora de decidir cuál es su segunda vivienda, y muchos de ellos parecen haber utilizado esto para asegurarse de quesu "segunda vivienda" sea aquella que les permite efectuar las mayores reclamaciones de devolución de acuerdo con la ACA.
2. "Cambalaches" a la hora de decidir cuál es la segunda vivienda
Los parlamentarios pueden cambiar la vivienda que designen como segunda vivienda y el Daily Telegraph ha descrito este proceso como un "cambalache". Afirma que docenas de parlamentarios han "movido" su segunda vivienda de Londres a su distrito electoral, y a veces han vuelto de nuevo a la capital, con el fin de permitirse presentar gastos por costosas obras realizadas en la "segunda" propiedad nueva.
3. Realizar compras para la vivienda "que no es"
La ACA permite a los parlamentarios presentar gastos de mobiliario para su segunda vivienda. El Daily Telegraph dice haber descubierto "numerosos" casos de parlamentarios que presentaron gastos por artículos que se enviaron en realidad a su vivienda principal. En algunos de estos casos, los parlamentarios (cuyo nombre no menciona el Telegraph) comunicaron aparentemente a los funcionarios de los Comunes que habían trasladado posteriormente los artículos adquiridos a su segunda vivienda.
4. Presentar el impuesto sobre actos jurídicos documentados
Los parlamentarios pueden demandar el reembolso del impuesto sobre actos jurídicos documentados (AJD) de acuerdo con el ACA. El Telegraph mantiene que Caroline Flint, ministra para Europe, reclamó 14.553 libras de AJD, además de los honorarios de los abogados, al comprarse un apartamento nuevo en Westminster. Está dentro de la norma, pero lo más probable es que irrite a los que se compran una casa teniendo que pagar el impuesto sobre AJD.
5. Evitar el impuesto sobre incremento patrimonial
Los propietarios de una vivienda tienen que pagar el impuesto sobre incremento patrimonial si venden una segunda vivienda. Pero a los parlamentarios se les permite designar una propiedad como segunda vivienda a efectos fiscales y otra como segunda vivienda cuando se reclaman gastos a la ACA, lo que hace posible que eviten con suma facilidad el impuesto sobre incremento patrimonial.
6. Reclamar el reembolso de una segunda vivienda mientras se habita otra de prestado
Ministros como Gordon Brown y Alistair Darling han podido exigir la ACA al tiempo que habitaban una vivienda de prestado a costa del contribuyente. Esta práctica que viene de antiguo parecía contradecir el espíritu de las reglas y el gobierno ha convenido cambiarla a partir del próximo mes de julio.
7. Poner en alquiler la segunda vivienda
Se han dado casos de ministros que viven de prestado en un apartamento y han reclamado la ACA los gastos de una propiedad en su distrito electoral mientras alquilaban la vivienda que poseen en Londres. El Telegraph describe hoy cómo ha podido hacer esto Darling. Nuevamente, se trata de algo que está dentro de las reglas, pero resulta un tanto delicado de justificar.
8. Revalorizar la propiedad inmobiliaria
Los parlamentarios que usan la ACA para financiar una segunda propiedad pueden quedarse los beneficios cuando la venden. Los precios inmobiliarios disparados en Londres en los últimos 15 años han permitido que algunos diputados se beneficien enormemente. El Telegraph afirma que daría la impresión de que algunos parlamentarios se hubieran dedicado a ascender en la escala inmobiliaria deliberadamente comprando una vivienda, haciendo obras y vendiéndola con beneficios poco después.
9. Presentar gastos de minucias
Los parlamentarios pueden reclamar el reembolso por gastos en una gran variedad de artículos, de acuerdo con la ACA y otras listas de gastos, como la disposición respecto a gastos menores, que paga los gastos de oficina. El Telegraph afirma que las reclamaciones de Shaun Woodward, secretario para Irlanda del Norte, incluían los 38 peniques de un yogur Muller Crunch Corner y 1.06 libras de una pizza de Asda (un hipermercado británico). El Telegraph también informa de un parlamentario conservador que presentó los 78 peniques de dos latas de comida para gatos, otro diputado que presentó 10 libras de una bolsa de estiercol y, lo más extraño, un diputado conservador, varón, que perdió su escaño en 2005 y presentó dos paquetes de tampones de Tampax.
10. Sacar partido a la norma que "no exige recibos"
Los parlamentarios cambiaron recientemente la norma de modo que a partier de ahora será necesario presentar recibos para cualquier reclamación de reintegro. Pero en un determinado momento los parlamentarios no tenían que presentar recibos para gastos inferiores a 250 libras. El Telegraph afirma que muchos parlamentarios parecen haber sacado tajado de ello, presentando gastos sospechosamente valorados en 249 libras por servicios tales como fontanería.
11. Gastos excesivos en comida
De acuerdo con la ACA, los parlamentarios han podido exigir el reembolso de gastos de comida por valor de hasta 400 libras, sin tener que presentar recibos. El Daily Telegraph sostiene que hay parlamentarios que han exigido el máximo cada mes, aunque durante los descansos parlamentarios se suponía que se encontraban en su vivienda principal y no tenían que incurrir en gastos que tuvieran que ver con habitar una segunda vivienda.
12. Gastos excesivos al término del año financiero
El Telegraph afirma que hay diputados que parecen haber salido a comprar a lo loco en marzo, a fin de agotar la prestación antes de que llegase el final del año financiero.
13. Gasto excesivo en obras
De acuerdo con el Libro Verde, no se permite que los parlamentarios se gasten la ACA en arreglos "que sobrepasen las reparaciones necesarias y revaloricen la propiedad". Pero esta regla no parece seguirse muy al pie de la letra. Un diputado presentó 14.000 libras por la instalación de un cuarto de ducha estanco y otro facturas por valor de 8.000 libras por unas estanterías empotradas.
14. Obras en su propiedad justo antes del final de su mandato
El Telegraph sostiene que algunos parlamentarios presentaron gastos por obras en su vivienda poco antes de abandonar el Parlamento. Afirma que Lord Mandelson cargó a cuenta del contribuyente 3.000 libras por obras realizadas en la época en que anunció que dejaba los Comunes para convertirse en comisionado europeo. Mandelson ha negado hoy cualquier irregularidad, afirmando que se trataba de obras "esenciales" de mantenimiento, y no de renovación pensadas para incrementar el valor de su propiedad.
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