Los Estados han salvado a los bancos sin exigirles contrapartida. Los bancos vuelven sus recuperadas fuerzas contra los Estados. Y los chantajean aprovechando la revelación de las torpezas que les recomendaron. Porque cuando el crédito público disminuye, las tasas de interés de los préstamos aumentan…
Goldman Sachs ayudó a Grecia a tomar en secreto préstamos por miles de millones de euros. Luego, para eludir las normas europeas que limitan el monto de la deuda pública, la firma de Wall Street aconsejó a Atenas recurrir a ingeniosos artificios contables y financieros. La factura de esas innovaciones incrementó de inmediato la ya copiosa deuda griega (1) ¿Quién gana? ¿Quién paga? El presidente-director general de Goldman Sachs, el señor Lloyd Craig Blankfein acaba de embolsarse un bonus de 9 millones de dólares; los funcionarios helenos van a perder el equivalente a un mes de salario anual.
A semejanza de un banco, un país “es demasiado grande para quebrar” (leer artículo de Laurent Cordonier). Por lo tanto se le salva también, pero pagará cara su supervivencia. El gobernador del banco central europeo Jean-Claude Trichet se está mostrando mucho más inflexible con el Gobierno de Atenas en la medida en que su institución pueda dejar al descubierto las picardías de Wall Street. Grecia, ha prevenido el señor Trichet, deberá corregir con “extremo rigor” su “aberrante trayectoria”. Bajo “intensa y casi permanente supervisión” de la Unión europea, es decir, renunciando a su soberanía económica, será necesario que reduzca su déficit, del 12,7% de su Producto Interior Bruto (PBI) de 2009 al 3% en 2012. Recuperar casi diez puntos del PBI sobre el saldo presupuestario constituye un reto, sobre todo en una zona de crecimiento anémico. No se tratará por lo tanto de “rigor” sino de cirugía mayor. La paradoja es que tendrá por objeto garantizar la firmeza del euro en momentos en que los EE.UU. y China, para consolidar su recuperación, tratan de devaluar sus monedas (2).
Angela Merkel ha juzgado que sería “vergonzoso” que “los bancos que nos han llevado ya al borde del precipicio, hayan participado también en la falsificación de las estadísticas presupuestarias de Grecia”. Tales rodeos verbales dejan indiferente a Goldman Sachs. Interrogado sobre los bonus de Blankfein, el presidente Barack Obama dijo sin ofenderse: “ Como la mayoría de los estadounidenses, no voy a criticar el éxito y la fortuna. Forman parte de la economía de mercado”. Este “éxito” beneficia –es sabido– a toda la comunidad: ¿Acaso Goldman Sachs no ha pagado últimamente el 0,6% de impuestos sobre sus ganancias? (3)
Notas:
(1) El New York Times del 13 de febrero de 2010 menciona la cifra de 300 millones de dólares pagados a Goldman Sachs en calidad de honorarios. Se trataba de remunerar una astucia que había permtido a Grecia tomar, en secreto, préstamos por miles de millones de dólares. Objetivo: no poner en peligro la entrada del país, ya demasiado endeudado, a la unión monetaria europea.
(2) Leer Yves de Kerdrel “ El problema no es Grecia sino el euro” Le Figaro, Paris , 15 de febrero de 2010.
(3) Citado por Harper’s, Nueva York, febrero de 2010
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=101603
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