"Me dijeron que era una locura, pero yo me empeñé y ahora me encanta mi trabajo". Lo dice Miriam, piloto de avión desde hace 13 años. Ella es una de esas mujeres en un sector en el que aún hay pocas, concretamente 150 de un total de 6.000 pilotos. Como ella, muchas otras siguen rompiendo los estereotipos en carreras y profesiones tradicionalmente de hombres.
Las mujeres son mayoría en todas las enseñanzas del campus excepto en la científico-técnica, donde sólo alcanzan el 30,6% del total de matriculados, aunque la evolución muestra que cada vez son más las que se decantan por ellas. En Arquitectura, por ejemplo, las mujeres suponen el 46,7% de los alumnos, y el 53,7% en Ingeniería Química. Otras carreras se resisten más, como la Ingeniería Aeronáutica, donde sólo el 25% son mujeres, o la Ingeniería Automática y Electrónica, con un 14,17%. Lo mismo sucede con oficios relacionados con la construcción y la mecánica.
En otras ramas, como el Derecho o la Medicina, las mujeres son mayoría. Abrumadora mayoría en profesiones que tradicionalmente han sido desempeñadas sobre todo por mujeres, como la de enfermera o maestra. También lo son en Administración de Empresas, aunque esta presencia no se traduce del mismo modo en más directivas.
"Cuando se desarrolló el sector servicios las supuestas cualidades femeninas se consideraban más adecuadas para este, sobre todo en profesiones donde las mujeres son cuidadoras en una especie de prolongación de su tarea como responsables del hogar. El vínculo que hay entre esos trabajos y las mujeres es aún muy fuerte, al igual que las dificultades de los hombres para incluirse en esas profesiones, que parecen contrarias a los valores masculinos", explica la historiadora Mary Nash. Esos arquetipos aún condicionan la elección de chicos y chicas.
Miriam tuvo que romper con la idea que su familia tenía de la profesión de piloto: "No entendían que yo, una mujer, quisiera dedicarme a eso. Tuve primero que empezar otra carrera hasta que logré convencerles". Como ella, taxistas, maquinistas de tren, ingenieras o científicas se van incorporando al mercado laboral.
Lo sucedido en la empresa eléctrica Iberdrola sirve como ejemplo. En cuatro años, las mujeres han pasado de ser el 13% de la plantilla al 26%. "Hay un aumento de solicitudes y de incorporaciones de mujeres tituladas superiores y medias. Y, además, son muy jóvenes", aseveran desde el departamento de recursos humanos.
Sobrecualificación
Mujer licenciada en Derecho ejerciendo labores de secretariado o administración. Es el reiterado ejemplo que los expertos destacan para explicar que un 7,8% de las trabajadoras que se han incorporado en los últimos años al mundo laboral sufre el fenómeno de la sobrecualificación.
Pero se trata de un problema mayor, con una explicación estructural. La falta de técnicos en España tiene forma de reloj de arena: hay muchos universitarios y un elevado porcentaje de personas con formación básica, pero pocos titulados en grados medios de FP. El objetivo es alcanzar las medias de aquellos países que lideran la combinación de formación, igualdad de género y mayor productividad, como Finlandia, donde por cada hombre trabajador con formación media hay 1,2 mujeres, según datos del Foro Económico Mundial.
http://www.publico.es/espana/300298/camino/acabar/estereotipos/genero
Sem comentários:
Enviar um comentário