Las viviendas con más de siete personas aumentan en las ciudades de Barcelona (14,4%) y Madrid (3%) // Los inmigrantes bolivianos, paraguayos y subsaharianos son los más afectados
La crisis ha provocado un repunte de pisos patera, las viviendas ocupadas por un gran número de inmigrantes con escasos recursos económicos. Barcelona es la ciudad que ha tenido un mayor aumento. El número de viviendas de esta localidad con más de siete personas creció un 14,4% entre junio de 2007 y el mismo mes de 2008, según el anuario estadístico municipal de este año. El mayor aumento se dio en los hogares con nueve o más personas: un 19% en el mismo periodo (pasaron de 4.182 a 5.011). El índice general apenas se elevó un 0,75%.
En Madrid, la falta de empleo entre la colonia extranjera ha provocado un efecto similar, aunque más moderado. En total, la bolsa de viviendas con siete o más personas de la capital se engrosó un 3%, frente al 1,3% general. En el barrio de Lavapiés, donde un tercio de la población es inmigrante, el fenómeno ha sido mayor que en el resto de la ciudad.
Ousamane, senegalés de 28 años, comparte allí su casa, de una sola habitación, con cuatro personas. Con frecuencia, se reúnen en asamblea para decidir asuntos de la casa. "Hacemos estas reuniones para organizar turnos de limpieza, decidir quién va a cocinar cada día y discutir si alguien ha hecho algo mal. Es importante para que esto no se convierta en un descontrol", explica. Ousmane está en el paro, a pesar de su licenciatura en Económicas y manejo de idiomas. Aprovecha para estudiar. "Dentro de un tiempo, estaré más formado, pero ahora busco trabajo en lo que sea", dice. Hace dos meses, uno de los inquilinos se marchó y decidieron acoger a dos más que habían perdido su trabajo.
Hacinamiento de latinos
Por nacionalidades, los datos más actuales de la ocupación de hogares en Madrid son del censo municipal de 2001. Entonces, 3.268 personas vivían en casas de diez o más habitantes. Los suramericanos (ecuatorianos, sobre todo) fueron los que más recurrieron a los pisos patera: el 63% (2.065). De las 178 casas con más de cuatro familias, el 85% (151) tenía a una persona del subcontinente americano como individuo de referencia.
Ahora, el fenómeno se ha ampliado a más nacionalidades. "El hacinamiento se produce cuando el inmigrante llega al país. Durante los años posteriores, lo normal es que ahorre y estabilice su situación", detalla la especialista en inmigración del Real Instituto Elcano Carmen González.
La gran oleada de inmigrantes ecuatorianos se produjo tras la crisis económica que sufrieron hace diez años. "Aunque España es más generosa en derechos sociales, el problema de la vivienda es más fuerte que en el resto de la Unión Europea por la falta de oferta pública, tanto para españoles como para extranjeros", añade González.
Nuevas nacionalidades
Desde el comienzo del fenómeno migratorio a gran escala a principios de la década, el perfil de los que viven hacinados sigue siendo el de inmigrantes recién llegados, sin papeles y con alta precariedad laboral. Sin embargo, sus nacionalidades han cambiado.
El portavoz de la asociación ecuatoriana Rumiñahui, Raúl Jiménez, explica que, en la actualidad, "los ciudadanos más afectados por el hacinamiento son los de llegada más reciente. Los bolivianos y paraguayos, principalmente". González comparte la tesis y añade a la colonia subsahariana como "colectivo de riesgo".
La Federación de Asociaciones de Paraguayos Residentes en España rechaza que se les asocie a los pisos patera en ciudades como Málaga, Bilbao o Valencia. Pero su presidenta, Irma Pérez, reconoce que allá donde los alquileres son más caros, "existen problemas".
El fenómeno también se produce entre la colonia asiática. Abdul, bengalí de 35 años, firmó una hipoteca hace un año para comprar su piso, de 40 metros cuadrados, con tres habitaciones minúsculas. Lo comparte con su mujer y cuatro familiares más. "Pero vivimos mejor que algunos amigos", asegura.
Hace unos meses, las mensualidades del banco crecieron hasta los 900 euros y las ventas de su frutería se redujeron un 50%. Tras el mostrador, se encoge de hombros: "La crisis. Ya sabes". Logró renegociar con su caja de ahorros y redujo los pagos a 566 euros mensuales. Sin embargo, se plantea regresar a su país porque allí "no les está afectando tanto".
Rechazo autóctono
Organizaciones como Ferrocarril Clandestino denuncian que el texto de la nueva Ley de Extranjería que aprobó el jueves el Congreso de los Diputados "criminaliza al inmigrante y crea alarma social", lo que provocará que muchos caseros "se nieguen a alquilarles pisos".
La organización SOS Racismo asegura que el 50% de las empresas inmobiliarias no oferta inmuebles a población de origen extranjero, que el 64% no los alquila a inmigrantes y que el foráneo recibe un trato diferenciado en el 30% de las llamadas. Además, la mitad de arrendadoras impone unas condiciones más duras a los extranjeros y el 45% le pregunta por su país de origen.
Público.es - 29.11.09
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