El pasado 15 de septiembre, en el 189 aniversario de la independencia de Honduras de España, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) convocó por todo el país marchas y actos para celebrar la fecha y protestar contra la dictadura dirigida por Pepe Lobo.
Una de estas convocatorias fue un acto cultural que incluía hasta conciertos de música en la segunda ciudad más importante del país, San Pedro Sula. Antes del concierto la resistencia se manifestó por las calles de la ciudad.
Durante el pacífico recorrido no hubo mayor problema hasta que a cuatro calles del escenario apareció una tanqueta anti-motines y lanzó potentes chorros de agua para dispersar a los allí congregados. Los manifestantes siguieron con su recorrido hasta el final y cuando se disponían a cantar el himno nacional para dar inicio a las actuaciones comenzaron a caer bombas lacrimógenas.
En el lugar se encontraban sobre todo familias, por lo que niños, mujeres y ancianos fueron también atacados por las fuerzas represivas del régimen fascista.
Después de las bombas lacrimógenas, policias, militares y sicarios -los manifestantes observaron coches negros, con las lunas tintadas y sin matrículas, los mismos que se ven momentos antes del asesinato de un miembro de la resistencia- se lanzaron a reprimir salvajemente.
Decenas de jóvenes fueron detenidos, incluyendo miembros de las 7 bandas musicales de los colegios que participaron en el acto. En total más de 80 personas detenidas y la mayoría de ellas apalizadas como el caso del dirigente del FNRP Ernesto Bardales, quién pudo poner a salvo a su hijo de 12 años pero sufrió una brutal paliza dada por varios policías que le fracturó la pierna, varios dientes y le abrió la cabeza.
Jairo López hospitalizado con una grave contusión en la cara y Óscar Manuel López con una dislocación vertebral, un brazo partido y golpes en distintas partes del cuerpo fueron otros de los cientos de heridos.
La peor parte se la llevó Efraín López, de 73, que resultó muerto por el brutal ataque policial, en concreto los gases lacrimógenos le provocaron un edema pulmonar que lo llevó a la muerte.
Además la policía destruyó los equipos de sonido de los grupos que iban a tocar en el concierto y robaron bajo la excusa de "decomisar las pruebas del delito" los instrumentos musicales.
También destrozaron con saña una estatua del presidente Manuel Zelaya -también Secretario General del FNRP- mientras gritaban "¡Mel Basura!" y "¡Muere hijo de la gran puta!".
Ciudadanos de los barrio pobres de San Pedro Sula como el sector Chamelecón y Rivera Hernández intentaron acudir en ayuda de sus compañeros del FNRP cuando se enteraron de la represión pero la policía les impidió el paso.
Uno de los grupos musicales que iban a participar en el concierto Café Guancasco ha difundido un comunicado en el que exponen que "a poco menos de 10 minutos de comenzada la función, los órganos represores atacaron directamente el espacio en donde nos encontrábamos, lanzando bombas lacrimógenas al escenario y a todo el perímetro en donde se desarrollaba la actividad, seguidamente rociaron con agua y gas todo el equipo de audio y los instrumentos, lanzando de la tarima y robando muchas partes del mismo.
Un integrante de nuestra banda fue brutalmente golpeado en la cabeza y las manos, el compañero es además un integrante de la banda hondureña Montuca Sound System y se había unido a nuestra gira que comenzaba con éste concierto.
Otros compañeros de Café Guancasco salieron gravemente intoxicados del perímetro y tuvieron que ser atendidos médicamente."
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article18443
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