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24/09/2011

La crisis de los/as trabajadores/as se agrava — Es hora de luchar


La economía capitalista se encaminó hacia una crisis renovada cuando el gobierno estadounidense anunció que no se crearon nuevos empleos en el mes de agosto. Esta desastrosa noticia para los/as 30 millones de trabajadores/as desempleados/as y subempleados/as en los EE.UU. llega en el contexto de una amenazante desaceleración económica mundial.
Además de las cifras del cero crecimiento de empleos en agosto, la cantidad de puestos de trabajo creados para los meses de junio y julio fue revisada y rebajada por un total de 58.000. La cifra de cero empleos es parte de una tendencia de desaceleración.
Mientras que esto es una mala noticia para los/as desempleados/as, quienes están trabajando también recibieron un golpe en agosto. Cuanto mayor es el desempleo, mayor será la presión sobre los/as trabajadores/as que aún tienen empleo. Esta presión se manifiesta en las últimas estadísticas.
Las horas trabajadas semanalmente se redujeron de 34,3 a 34,2 horas, mientras que el salario por hora se redujo en un promedio de 3 centavos de dólar. Estas cifras parecen pequeñas, pero sumándose llegan a una disminución promedio de los salarios semanales de casi un 5 por ciento sobre una base anual.
Además, hubo un aumento de 430.000 trabajadores/as “involuntarios a tiempo parcial” — trabajadores/as que necesitan un empleo a tiempo completo pero tienen que trabajar a tiempo parcial, ya sea porque les pusieron pocas horas o porque era lo único que los empresarios estaban ofreciendo a los/as nuevos/as empleados/as.
Los patronos se alegran con el desempleo masivo debido a la competencia que genera entre los/as trabajadores/as, por lo que es más fácil recortar los salarios, acelerar el ritmo de trabajo, recortar los beneficios y por lo tanto exprimir más y más ganancias del sudor de los/as obreros/as. Y lo más importante, mientras más alto es el nivel de desempleo, mayor será la amenaza para los sindicatos, ya que tanto la compañía como el gobierno ponen en la mira los contratos sindicales, a sabiendas de que las huelgas son difíciles de llevar a cabo durante los períodos de alto desempleo.
Los efectos racistas del desempleo quedaron dramatizados de nuevo en agosto, cuando la tasa de desempleo para los/as afroamericanos/as oficialmente alcanzó el 16,7 por ciento, mientras que para los/as latinos/as fue del 11,3 por ciento. Cuando nos fijamos en el número de trabajadores/as que han abandonado la fuerza de trabajo y no se cuentan en las estadísticas de desempleo, los porcentajes de trabajadores/as oprimidos/as sin trabajo son mucho mayores.
Dos años después de la recuperación sin empleo, una nueva crisis se está formando. Ya llevamos más de dos años en la llamada “recuperación”. El sistema de ganancias capitalista, el llamado “libre mercado”, ha dejado a decenas de millones de personas sin empleo a tiempo completo. La tasa de pobreza va en aumento, una sexta parte de la población sufre de hambre, incluyendo una cuarta parte de los/as niños/as; millones de personas enfrentan ejecuciones hipotecarias y desalojos.
Ahora, encima de esta recuperación sin empleos viene la amenaza de una nueva ola de despidos. El crecimiento de la economía de EE.UU. se redujo al 1 por ciento en el primer semestre de este año. De hecho, todo el capitalismo mundial está desacelerándose, ya sea en Europa, incluyendo Alemania, Francia e Inglaterra; en Asia, incluyendo Japón, Corea del Sur, India y China; o en América Latina, incluyendo su economía más grande, Brasil.
El crecimiento económico y los/as trabajadores/as bajo el capitalismo
La cuestión del crecimiento económico es crucial para la condición de la clase trabajadora. Bajo el capitalismo, los/as obreros/as tienen sólo dos condiciones con respecto a los puestos de trabajo: el/la trabajador/a está explotado/a por un patrono capitalista o por algún estrato del gobierno y por lo tanto tiene un empleo, o el/la trabajador/a está desempleado/a. No hay término medio.
El crecimiento de la producción capitalista significa que se necesitan más obreros/as para ser explotados/as y los servicios tienen que expandirse. De esta forma los/as trabajadores/as tienen puestos de trabajo, aunque cada vez más estos trabajos son de bajos salarios, a tiempo parcial o temporeros.
La contracción del crecimiento capitalista significa que los/as trabajadores/as no son necesitados/as por los patronos y por lo tanto son despedidos/as. Los ingresos del gobierno disminuyen, pero los bancos continúan exigiendo a estos gobiernos sus intereses y su principal y los gastos militares continúan por millones de millones, por lo que los/as trabajadores/as gubernamentales son despedidos/as.
La amenaza más reciente y más amenazante para los/as trabajadores/as del gobierno viene del Servicio Postal de Estados Unidos que amenaza con despedir a 120.000 trabajadores/as, cerrar más de 3.000 oficinas de correos y deshacerse de otros/as 100.000 trabajadores/as al no reemplazar los/as que se jubilen o dejen el empleo por otras razones.
Sobreproducción y desempleo
¿Por qué se está desacelerando el crecimiento del capitalismo en EE.UU? Los patronos están sentados en 2 millones de millones de dólares en efectivo. ¿Por qué no están contratando sino despidiendo? No es por la incertidumbre, como afirman sus apologistas; tampoco por las regulaciones gubernamentales.
Es a causa de la contradicción fundamental del mismo capitalismo — la sobreproducción. La producción capitalista crece cada vez más rápido al los patronos utilizar más tecnología, aumentar el ritmo de producción de cada trabajador/a, subcontratar y producir en el exterior en búsqueda de más ganancias. Cada vez más trabajadores/as, no sólo en EE.UU. sino en el mundo entero, producen más y más en menos tiempo con salarios cada vez más bajos.
El salario que reciben los/as trabajadores/as no sólo no aumenta, sino que disminuye, mientras la producción de mercancías que deben ser vendidas obteniendo ganancias se expande a un ritmo galopante. El poder de consumo del pueblo se eleva a paso de tortuga o efectivamente disminuye.
Mientras más tecnología usen los patronos, menos trabajadores/as necesitan. Hay 131 millones de trabajadores/as en nómina actualmente, lo que es menos que el número de trabajadores/as en nómina en el año 2000. Hoy la economía estadounidense está al mismo nivel de producción que estuvo en 2007, antes de que explotara la burbuja inmobiliaria y la crisis económica golpeara al mundo.
Eso significa que los patronos necesitan al menos de 10 a 11 millones menos trabajadores hoy que hace cuatro años. Esto es debido a la tecnología capitalista eliminadora de empleos y a la globalización del sistema de explotación de bajos salarios.
¡Demandemos un programa gubernamental masivo de empleos!
El presidente Obama pronunció un discurso sobre empleos hace pocos días. Este discurso no propuso ningún programa que puede hacer retroceder el desastre del desempleo en este país. La única manera para comenzar a tratar el desempleo masivo, el cual empeorará si hay una nueva desaceleración, es lanzar un programa masivo de empleos por el gobierno.
Tiene que ser a escala de la Administración de Progreso de Obras (WPA por sus siglas en inglés) establecida bajo la administración de Roosevelt durante la Gran Depresión. Siete millones de trabajadores/as fueron empleados/as para construir desde diques hasta puentes, parques, escuelas y carreteras; crearon arte, escribieron obras de teatro, plantaron árboles y realizaron trabajos socialmente útiles.
En esos días, al igual que hoy, los patronos no empleaban a nadie porque en una depresión no podían aumentar sus ganancias vendiendo lo producido. La gente estaba sin dinero y no podía comprar nada. Pero bajo la presión de manifestaciones masivas sobre el desempleo, huelgas generales y tomas de fábricas, el gobierno federal fue forzado a convertirse en el empleador principal. Los edificios de los gobiernos estatales y las alcaldías se convirtieron en centros de trabajo. Las millones de personas que querían trabajar consiguieron trabajo.
Al amenazar una nueva crisis, la única posibilidad de mitigar una nueva ola de desempleos y revertir lo sucedido, es lanzando una lucha masiva por empleos o ingresos y servicios a todos los niveles del gobierno — federal, estatal y local. Los/as Republicanos/as están abiertamente contra una resolución de la crisis, mientras que el Partido Demócrata también está aliado al Wall Street y no ha propuesto nada para atacar la crisis.
Los dos partidos y el gobierno a todos los niveles están diciendo que no tienen dinero. Pero el debate sobre el llamado déficit es un debate falso. Los/as trabajadores/as, las comunidades, los/as jóvenes y los/as estudiantes deben venir primero.
El derecho de los/as trabajadores/as a un empleo, a la alimentación, a la vivienda y a la educación es un derecho fundamental, superior a los derechos de millonarios y multimillonarios; superior al derecho de los banqueros a vivir de los fondos públicos; superior al derecho del complejo militar-industrial a enriquecerse con ganancias de guerra mientras extienden guerras de conquista y ocupación.
Una lucha masiva por una clase trabajadora movilizada en las calles y los lugares de empleo por doquier puede empezar a soltar el dinero de las bolsas de dinero de la clase dominante capitalista. Esta es la única manera de hacer retroceder esta crisis.
A largo plazo, aún un programa de empleos del gobierno bajo el capitalismo solamente puede ser una cura temporera. La WPA no superó la depresión; el desempleo masivo prevaleció hasta la Segunda Guerra Mundial.
La única solución permanente para la crisis de desempleo es eliminar totalmente el sistema de ganancias y hacer que la economía sirva para cubrir las necesidades humanas y no la avaricia humana. La distribución de la riqueza creada por la clase trabajadora debe hacerse en base a la necesidad social y económica. Eso se llama socialismo y funciona mejor donde el nivel de productividad es alto que es exactamente donde se descompone el capitalismo.

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