Terminando el año 2009, donde la conciencia de la necesidad imperiosa de cambiar ha ido acompañada por las dudas sobre la capacidad para afrontarlo e indecisiones sobre la dirección y profundidad de este cambio, encaramos un 2010 donde el sistema capitalista en crisis agudizará sus contradicciones sin ninguna alternativa estratégica al mismo aún en el horizonte. Perdida la credibilidad por el cinismo de sus dirigentes; en un sistema-mundo incapaz para satisfacer las necesidades vitales de la inmensa mayoría de la humanidad; con un sistema financiero internacional basado en un dólar que agoniza; y con un poder militar incapaz de afrontar todas las guerras abiertas, el sistema capitalista se dirige a lo más profundo de su crisis orgánica. Crisis del poder hegemónico que tan sólo puede resolverse dentro del propio sistema a través de la fuerza y la violencia desatada que determine quién y cómo se detentará el nuevo poder hegemónico para la nueva fase.
Barbarie y muerte; o sentido común, civilización y Vida. Guerra o Paz. Este es el dilema al que se enfrenta la humanidad. La historia la hacen los pueblos con voluntad ejerciendo su libertad de optar entre las alternativas que se le abren. La libertad es la conciencia de la necesidad que empuja su voluntad. El poder de transformar las cosas es el saber cómo y la voluntad de hacerlo. Necesitamos, pues, de la ciencia y del espíritu para la transformación. Tenemos que unir la lógica, la razón, las condiciones objetivas, con la intuición, los sentimientos y emociones, las necesarias condiciones subjetivas que nos empujarán a actuar.
2010 el año de la inestabilidad de los procesos
Los economistas del “sube y baja” que solemos encontrar en los medios de comunicación, los que sólo se preocupan de las últimas cifras, de ahí su denominación, y cuya única herramienta de trabajo es la estadística, nos anuncian la recuperación del crecimiento mundial y el final de la recesión para 2010, como si bastara unos índices positivos del PIB para que desaparecieran del mundo los problemas de desigualdad y polarización social, hambre, agotamiento de recursos naturales y especies, polución atmosférica, efecto invernadero y guerras, dando a entender que todos estos temas no tienen causas y efectos económicos.
Si profundizamos analizando la crisis en sus procesos nos encontramos con el callejón sin salida en el que se mueve la economía-mundo del sistema capitalista.
La crisis de la deuda pública en la que están metidos los estados europeos, Japón y EE UU, los denominados países desarrollados, por salvar a la banca privada y empresas transnacionales de la quiebra, anuncia una nueva crisis financiera provocada por la insolvencia y suspensión de pagos de los estados, como ya ha ocurrido con Islandia, Irlanda y Dubai, que continua con los diez estados ex-comunistas ingresados en la UE que dejaran impagados por valor de 90.000 millones de euros que se añaden a los 26.500 millones de euros dejados de pagar por Dubai. Crisis fiscal de los estados que puede hundir al sistema en una quiebra generalizada a nivel planetario, teniendo en cuenta, como denuncia el propio FMI, que aún quedan por aflorar el 50% de los activos basuras de la banca mundial.
El debate abierto sobre sostener o eliminar los estímulos a la economía para evitar la recesión tiene poco sentido, ya que ambas alternativas provocan la quiebra del sistema. Si se sostienen los estímulos por un endeudamiento fiscal y de deuda sin respaldo real y la quiebra de los estados, que tan sólo EE UU puede mantener abusando del dólar como moneda internacional de intercambio, pero agudizando con ello las tensiones en el sistema financiero internacional. Ya se están produciendo reuniones secretas al margen de EE UU entre China, Rusia, Francia y países árabes [i] . Si se suspenden por una rápida recaída en el consumo y la producción, profundizándose la crisis social y política por el desempleo y la crisis de las prestaciones y servicios públicos que conlleva. La perspectiva para 2010 es la de huelgas y conflictos sociales generalizados en todo el mundo, que unido al descrédito del propio sistema tan sólo podrán intentar controlar mediante la represión.
Existe una salida pacífica en la correcta dirección del “buen vivir”, que pasa por hacer pagar la crisis a sus causantes mediante la imposición de un impuesto a los especuladores, tanto en las transacciones financieras en divisas como internamente en los estados-nación poniendo el IVA u otro impuesto específico a las inversiones especulativas en banca y bolsa, haciendo tributar a los Fondos de Inversión, en España a las SICAV, y haciendo aflorar el dinero negro de los paraísos fiscales. Pero esto no será posible por la oposición frontal de los muy escasos en número pero muy poderosos beneficiarios del propio sistema.
Nada está escrito sobre que pasará. El futuro hay que construirlo entre todos. Por ello 2010 será un año decisivo. A medida que los procesos avancen la desconfianza y la inseguridad se generalizarán. Nadie confiará en nadie. Todos se enfrentarán a todos. La propia Unión Europea, que recién estrena Tratado de Lisboa, se verá abocada a grandes enfrentamientos en su seno que pueden llegar a fracturarla. 2010 será el año de la soledad y la angustia para todos los Estados-nación.
El necesario espíritu para la transformación social universal
La transformación que tenemos por delante es la mayor transformación política, social y ética que haya vivido la humanidad en su historia, “crear” una nueva cultura para la gran familia humana y unos nuevos mecanismos de seguridad y supervivencia que garanticen la continuidad de la vida y nos proporcionen instrumentos de gestión de los cambios sociales. A partir de ahora la humanidad tiene que hacerse cargo de construir su propio futuro de acuerdo con la razón y con una ética de la vida que coloque al ser humano y sus condiciones de supervivencia y sostenibilidad, es decir, integrado en la Vida con mayúscula de la naturaleza, de la que es producto y parte, en el centro de la historia, instituciones y leyes. Un nuevo espíritu que recupere valores perdidos y añada los necesariamente nuevos para este nuevo tiempo que nace.
La crisis debe ser para nosotros la ocasión para construir un mundo diferente, el parto feliz del nuevo mundo que globalice la dignidad y los derechos humanos. Para ello debemos fomentar la indignación, el espíritu de rebeldía, y manifestar que la humanidad tiene el derecho y el deber de abolir las formas de organización económica, social y políticas actuales que provocan invariablemente una larga serie de abusos y usurpaciones dirigidas a someterla a un poder despótico, ilegítimo y oculto ; es un derecho y un deber derrocar este gobierno de las cosas y proveer nuevas salvaguardas para la biodiversidad, las libertades y la futura felicidad y seguridad de toda la humanidad. Tan sólo este espíritu rebelde desarrollará la conciencia de la necesidad.
Numerosos Foros a lo largo de todo el mundo están aprobando declaraciones en este sentido. El Foro Social Temático Español celebrado del 10 al 12 de octubre “La Declaración de Sevilla” [ii] y la realizada en el encuentro internacional del 30 de octubre-1 de noviembre por intelectuales y activistas globales de cuatro continentes en Bruselas [iii] tan sólo son dos ejemplos.
No debemos tener miedo. Confiar en la humanidad y en nosotros mismos, perseverar y tener la paciencia necesaria. Tenemos que dar tiempo al tiempo, esperar que la coronilla del nuevo tiempo naciente encaje correctamente en la entrada del canal del parto para que este sea natural y con el menor desgarro posible. No podemos ni debemos acelerar los tiempos. La historia la hacen los pueblos cuando su nivel de conciencia se generaliza. Así debe ser para que el nuevo orden económico, social y político que surge sea democrático y legítimo. Llegado el momento tenemos que actuar con la realidad dada. Se reclama una V Internacional para dirigir el proceso, pero no la hay. La dirección será plural, diversa geográficamente y descoordinada al inicio. A lo largo del proceso se irá coordinando. Eso, sin embargo, no impide que ya se estén configurando los necesarios bloques sociales de progreso. La división de la patronal al manifestar las empresas de economía social y pymes que asistirán a la manifestación del 12 de diciembre convocadas por UGT y CC OO manifiesta que en España ya se está creando sobre la denuncia de los especuladores financieros, Banca y Cajas de Ahorros, que acaban con la verdadera economía productiva, agricultura y ganadería incluidas, al negar el imprescindible crédito a esta y a las familias al coste y cuantía necesarios.
Frente a la crisis de los especuladores [iv] defensa y promoción de la verdadera economía productiva sostenible que satisface necesidades de la población (del 99,965% en España) mediante banca pública, Impuesto a las transacciones financieras especulativas, eliminación real de los Paraísos Fiscales y soberanía alimentaría.
[i] Fisk, Robert. “La agonía del dólar”. http://www.independent.co.uk/ [ii] http://www.forosocialte2009.
[iii] http://www.attac.es/la-crisis-
[iv] 0,035% de la población española (1.400 personas) en España. Torres, Juan y Garzón, Alberto “La crisis financiera. Guía para entenderla y explicarla” Pág. 26. Edit. ATTAC
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=96600
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