Silvio Navalón Mañalich
Siempre es posible imaginar finales de película diferentes a los que el guionista nos ha deparado. Es evidente que soñar es arriesgado en política, y si efectivamente la política es el arte de lo posible, los límites entre la realidad, el deseo y el sueño deberían quedar claros. La verdad es que los hechos se construyen y algunas veces su andamiaje se rompe en aras a la pujanza de la obra. Es un sueño Túnez?
Más cerca de nosotros, ahogados por la especulación está Portugal. Un país cada vez menos soberano en manos de los poderosos sin rostro. Una economía debilitada por la construcción de una Europa en las que las personas son meras marionetas del capital. Se empezó diezmando su actividad productiva en los 80 para acabar dependiendo por entero de los países más fuertes del entorno, incluido España. Se le condenó a ser receptor de turismo nórdico y puente para llegar a sus antiguas colonias tanto en África como el caso de Brasil. No han faltado corruptos, corrompidos y especuladores que han ganado dinero a espuertas y que conforman una sociedad profundamente dual.
En Portugal sigue habiendo ricos muy ricos y muchísimos pobres bastante o muy pobres. Un país cuyo sistema fiscal está hecho unos zorros, siempre en detrimento de los más y a favor de un puñado de pudientes. Recordar que el IVA está al 23% con la casi seguridad de subir al 25%. Esto denota a las claras la injusticia redistributiva de los impuestos indirectos.
Cierto es que en estas circunstancias, los gastos sociales han sido y son una buena parte de los gastos del estado. Pero que nadie se imagine que lo son por lo que perciben sus ciudadanos, sino por el número de afectados. El salario mínimo interprofesional está por debajo de los 500 euros y las pensiones mínimas en 375. Su sistema educativo o sanitario público no son ningún lujo, la mayor parte de las autopistas son de pago y no existen trenes de alta velocidad.
A pesar de todo ello, los tres planes de austeridad aprobados, el cuarto fallido y los presumibles ajustes de la troika siempre han apuntado a los mismos. Asalariados en general, funcionarios en particular, pensionistas....dejar a buena parte de la población en un nivel de subsistencia para devolver los intereses de una deuda que ni han creado ni se han disfrutado.
Otro capítulo son los interese en las privatizaciones. Recordar aquí que sus compañías públicas (la petrolera GALP, la eléctrica EDP , gestor aeroportuario ANA, la aerolínea TAP y las comunicaciones de Portugal Telecom ) suponen un buen negocio para comprarlos a precio de saldo y buitres no faltan. Los mismos buitres que han hecho posible que la deuda privada de Portugal alcance el 220% del PIB frente a la deuda pública que es del 97,20% en las últimas revisiones. Es decir que los especuladores se basan en la cuantía de la deuda que ellos mismos han generado, para subir los intereses de los préstamos a Portugal y así desmantelar las prestaciones sociales, desregular el derecho de los trabajadores/as, privatizar hasta el aliento para asegurar el cobro de los intereses. Una maniobra especulativa redonda. El banco central europeo les deja el dinero al 1% y ellos cobran hasta el 8% y de paso se hacen con las riquezas de un país cuya población se ha rendido y desmantelado la capacidad de respuesta.
Efectivamente la construcción europea significaba pérdida de soberanía de los estados miembros en algunas cuestiones en aras a conseguir una unidad política, social y económica. La Europa de los mercados se ha impuesto y la no existen poderes enfrentados a la plutocracia. La moneda única ha sido un claro espejismos para los países periféricos . Ahora lo que se plantea en Portugal es la pérdida total de su soberanía. Un auténtico golpe de estado.
El día 5 de junio son las elecciones generales. La situación también se bipolariza. Por un lado el arco de gobernabilidad (partidos con posibilidades de gobernar el PSP, el PSD y CDS/PP) y por otro los que rechazan la intervención (CDU, Bloco de Esquerda). El final de la película que mencionaba al inicio puede ser el inesperado auge del NO. Se dan más de una condición para que se conviertan estas elecciones en un plebiscito sobre la aceptación o no del rescate.
Para que esta afirmación sea algo más que un sueño o un deseo apuntaré algunos de los factores que pueden hacerla realidad.
1.- En las últimas elecciones del 2009 los grupos a la izquierda del partido socialista que obtuvieron representación parlamentaria recogieron el 17,7% de los votos lo que indica una presencia significativa.
2.- El día 12 de marzo del 2011 salen a la calle 300.000 personas con un llamamiento a través de Facebook de lo que se ha llamado “Geração a rasca”. Este mismo movimiento ha tomado cuerpo con la creación del M12M (movimiento del 12 de marzo).
3.- La organizaciones sindicales mayoritaria han tenido desde el principio de los planes de ajustes una actitud muy combativa y con importante participación de todos los sectores del mundo del trabajo.
4.- las situación de los ajustes ha provocado un rechazo considerable de buena parte de la población.
5.- El PCP y El Bloco han llegado a acuerdos para formar una alternativa post-electoral de gobierno de izquierdas.
Lo señalado no dejan de ser indicios. Juegan en contra el miedo, la clara desconfianza en una democracia de papel y la falta de medios de comunicación ya que todos ellos están en manos del arco de gobernabilidad. La clave para se produzca el vuelco es el de la participación democrática de los “indignados”. Si existe transvase de votos y votan los que se suelen abstener podría ocurrir lo que está pasando en América latina.
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