Los dos principales sindicatos de España, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), presentaron hoy más de un millón de firmas contra la reforma laboral decretada hace un año por el Gobierno.
Los líderes de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, registraron ante la Junta Electoral un millón 58 mil 752 firmas, el doble de las necesarias, para que pueda prosperar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP).
El objetivo de esa ILP es intentar que el Congreso de los Diputados (Cámara baja) revierta los cambios introducidos en el ámbito laboral por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, considerados por el sindicalismo un retroceso en materia de derechos sociales.
En un acto previo a dicha presentación, los dos secretarios generales denunciaron que un año después de su entrada en vigor, la polémica iniciativa resultó inútil, pues ni sirvió para tranquilizar a los mercados financieros, ni fue capaz de frenar el creciente desempleo.
Reiteraron que las modificaciones realizadas en el mercado de trabajo, convalidadas por la Cámara baja el 9 de septiembre último, no han logrado mejorar la calidad del empleo, como pretendía el Palacio de la Moncloa (sede del poder central).
Por el contrario, opinaron, las supuestas ventajas expuestas en su momento por la administración central abarataron los costes del despido y generaron más precariedad, con el aumento de los contratos temporales en detrimento del empleo indefinido.
En apenas 12 meses, recordó Fernández Toxo, la tasa de desocupación en España subió del 20 al 21,3 por ciento de la población económicamente activa, es decir, casi cinco millones de trabajadores en la calle.
Según Méndez, esta es la razón por la que hoy han venido al templo de la soberanía popular -en alusión a su presencia en la Cámara baja de las Cortes Generales (Parlamento)- a reclamar una rectificación de los efectos lesivos de la impopular medida.
Su homólogo de CCOO aseguró que los ciudadanos no se resignarán a pesar de que el Gobierno y el Parlamento dan la espalda a los intereses de la mayoría.
Anticipó, además, que trabajarán para impedir la materialización de proyectada reforma de la negociación colectiva, aprobada por la Moncloa el pasado viernes y pendiente de ser convalidada y tramitada por el Congreso de los Diputados.
A su juicio, merece la pena luchar contra una propuesta impuesta y que está llamada a deteriorar las condiciones laborales de miles de trabajadores.
Una vez verificadas las firmas, la Junta Electoral debe elevar la ILP a la mesa de la Cámara baja, encargada de decidir si la admite o no a trámite.
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