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23/10/2011

El documento de la troika: Atenas en quiebra

Fabrizio Goria

Grecia está en quiebra. No lo dice el enésimo estudio de los bancos de inversión ni de los centros de investigación, sino directamente los funcionarios de la troika que acaban de terminar su auditoría de las finanzas públicas helenas. Linkiesta ha tenido acceso al informe interno de la troika, compuesta por funcionarios del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea.

«Estrictamente confidencial», pone en cada una de sus páginas. Y hay buenas razones para ello. El cuadro que se desprende del DSA [Análisis de Sostenibilidad de la Deuda, por sus siglas en inglés] de Grecia no es precisamente rosa. Las diez páginas que estamos en condiciones de mostraros hablan claro. Es cierto que el Eurogrupo aprobó el pago del sexto paquete (8.000 millones de euros) de la ayuda prevista en el plan de rescate de mayo de 2010, que asciende a 110.000 millones de euros, pero cada vez parece más claro que lo ha hecho asumiendo varias responsabilidades. Es por eso por lo que la troika ha explicado sin demasiados rodeos que la deuda griega es insostenible. La única solución en el horizonte es, por tanto, la de aumentar la intervención de inversores privados, vía PSI [implicación del sector privado, por sus siglas en inglés] y, consecuentemente, un largo plan de reestructuración de la deuda. El retorno a los mercados se espera para 2021, cuando la proporción deuda pública/PIB vuelva a estar por debajo del 150%. Hasta esa fecha, según el informe de la troika, serán necesarios 252.000 millones de euros para garantizar que Atenas sobrevive, en el mejor de los casos. En el peor, otros 444.000 millones de euros, es decir, más del valor actual del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.

En otras palabras, considerando la intervención de mayo de 2010, el total de la deuda griega, 365.000 millones de euros, deberá asegurarse de aquí al 2030. Tras varias semanas de espera, la troika ha concluido su última verificación en Atenas. A pesar de las declaraciones del ministro de Finanzas griego, quien hace apenas cinco días hablaba de «sensaciones positivas en cuanto a la troika», el informe final deja sin respiración. Sencillamente, nada va como debería ir. La deuda pública, actualmente un 160% del PIB, llegará al 186% en 2013 y solo a finales de 2020 descenderá por debajo del 152%, umbral considerado crucial para la vuelta de Atenas a los mercados internacionales. No será hasta 2030 cuando la ratio deuda/PIB llegue a estar por debajo del 130%. Claramente insostenible, por más que el propio Venizelos [ministro de Finanzas y viceprimer ministro griego] haya señalado en varias ocasiones que «el país está en el la buena senda». Luego está el capítulo de las privatizaciones. De los cerca de 46.000 millones de euros que debían haberse obtenido desde julio hasta hoy, solo 10.000 han entrado en las arcas del Tesoro de Atenas. ¡Y pensar que, inicialmente, el programa del 21 de julio, desmontado completamente por la troika, había previsto ingresos por valor de 66.000 millones de euros (50.000 de activos estatales, más 16.000 derivados de la recapitalización bancaria)…! Nada de esto se ha respetado, hasta ahora, ni logrará alcanzarse, explica la troika, sin un programa de consolidación fiscal más duro que nunca.

Y, finalmente, la reestructuración de la deuda. El acuerdo del Consejo Europeo del pasado 21 de julio preveía un recorte del valor nominal de los bonos en cartera del 21%. El acuerdo, firmado por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), el lobby de la banca internacional, parece de repente demasiado blando para restaurar la deuda griega. De los 365.000 millones de euros en total, solo 135.000 formaban parte de la renegociación. Demasiado poco. La troika propone dos soluciones: o un recorte del 50%, capaz de colocar la deuda por debajo del 120% a finales de 2020, o un recorte del 60%, que rebajaría la deuda al 110% en 2020. En cualquiera de estos casos, habría costes para la comunidad internacional. Dejando a un lado lo social y los créditos a cargo de los bancos expuestos en Grecia, la ayuda financiera para Atenas para el período 2011-2030 debería ser de 113.500 millones de euros en el caso de que se perdonara el 50% y de 109.300 millones en caso de que el recorte al valor de los bonos llegara al 60%. Cualquiera que sea la opción que se tome en la próxima cumbre europea, hay dos cosas ciertas: Grecia está en quiebra, y esa bancarrota no será indolora.




El Informe top secret de la troika (haz clic para acceder al documento completo en inglés)

http://iniciativadebate.wordpress.com/2011/10/23/el-documento-de-la-troika-atenas-en-quiebra/

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